La final del dolor
El Madrid, sin Ronaldo, y el Zaragoza, un equipo muy copero, se disputan el t¨ªtulo en un duelo marcado por la tristeza del 11-M
La final de Copa es por su naturaleza la expresi¨®n de la fiesta en el f¨²tbol. En un pa¨ªs donde la movilidad de las hinchadas es muy escasa, este partido es la excepci¨®n. Miles de seguidores se desplazan cada a?o a la final, sea donde sea, para apoyar a sus equipos en un extraordinario rito de celebraci¨®n popular. Esta vez no ser¨¢ as¨ª. Llegar¨¢n a Barcelona los hinchas del Madrid y el Zaragoza, se vivir¨¢n las emociones singulares de una gran final, pero el partido se disputar¨¢ bajo el sentimiento de consternaci¨®n y dolor por la matanza de Madrid. Nunca se ha jugado una final de Copa en condiciones de tanta tristeza. En Monju?c, el f¨²tbol, representado por los dos equipos que han alcanzado la final, dar¨¢ testimonio de su homenaje a las v¨ªctimas del atentado de Madrid.
Pero habr¨¢ partido entre las emociones ajenas al juego. Lo disputar¨¢n dos equipos instalados en las ant¨ªpodas. Uno es el Madrid estelar que atraviesa uno de los periodos m¨¢s brillantes de su historia. Otro es el Zaragoza, todav¨ªa vacilante tras su regreso a la Primera Divisi¨®n. Todos los pron¨®sticos se?alan al Madrid como ganador. Al fin y al cabo es el equipo de Zidane, Ra¨²l, Figo, Roberto Carlos, Casillas y Beckham. Es el l¨ªder de la Liga, cuartofinalista de la Copa de Europa y perseguidor de un t¨ªtulo que le evita desde hace 11 a?os. Sin embargo, lo fascinante de la Copa es su capacidad para producir sorpresas inolvidables. El Zaragoza, por tradici¨®n, sabe de ello. Equipo copero por excelencia, con un magn¨ªfico rendimiento en las finales, al Zaragoza se le recuerda ganando t¨ªtulos en los a?os 60 con sus c¨¦lebres cinco magn¨ªficos, en los 80 con jugadores muy notables como Rub¨¦n Sosa y en la d¨¦cada siguiente con el armonioso equipo que dise?¨® V¨ªctor Fern¨¢ndez. Incluso se permiti¨® ganar la final frente al Celta en 2001, en una ¨¦poca no demasiado feliz para el club. De su car¨¢cter ganador habla tambi¨¦n su triunfo en la Recopa frente al Arsenal, el partido de los formidables goles de Esn¨¢ider y Nayim. Si el Zaragoza es fiel a la historia, no s¨®lo habr¨¢ partido, sino que su victoria es posible.
Lo azaroso del f¨²tbol lleva a los equipos a enfrentarse en apenas cuatro d¨ªas. El empate del Bernab¨¦u es un magn¨ªfico precedente para el Zaragoza, que llega a la final con optimismo despu¨¦s de una temporada dif¨ªcil. Para el Madrid es mucho m¨¢s que un partido. No ha ganado el torneo desde 1993, precisamente frente al Zaragoza. La Copa se le ha resistido al Madrid m¨¢s que cualquier otro torneo. Nunca se ha sentido especialmente c¨®modo. El famoso centenariazo -la derrota frente al Deportivo en el Bernab¨¦u hace dos temporadas- todav¨ªa pesa en la memoria de los aficionados y de los dirigentes, con el presidente a la cabeza. Es el ¨²nico trofeo que no ha ganado el Madrid durante el mandato de Florentino P¨¦rez, de ah¨ª que la final de Montju?c adquiera un car¨¢cter especial para el club, sus aficionados y los jugadores.
Faltar¨¢ Ronaldo, que no es poca cosa. Su ausencia privar¨¢ al Madrid del arma de la velocidad y del contragolpe. El Madrid juega de una manera con Ronaldo y de otra bien distinta sin ¨¦l. Tendr¨¢ que masticar el juego, utilizar el juego de precisi¨®n y buscar la victoria a trav¨¦s de la masiva posesi¨®n de la pelota. Con Ronaldo, el Madrid es m¨¢s incontrolable. El Zaragoza sabe que ahora le resultar¨¢ m¨¢s sencillo detectar el peligro, aunque su empresa es muy complicada. Se trata de frenar a gente como Ra¨²l, Zidane o Figo.
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