Los psic¨®logos han atendido ya 15.000 casos
El 60% de los familiares, los voluntarios y el personal de emergencia sufrir¨¢ estr¨¦s postraum¨¢tico
El colegio de psic¨®logos de Madrid, el tercero del mundo en n¨²mero de afiliados, se puso a trabajar a todo gas a las nueve de la ma?ana del 11-M y todav¨ªa no ha parado. Ni parar¨¢. Un millar de psic¨®logos han atendido directamente a m¨¢s de 5.000 personas, y telef¨®nicamente a otras 10.600. Lejos de remitir, el n¨²mero de llamadas ha crecido sin cesar en los siete d¨ªas sombr¨ªos que han pasado desde la tragedia.
La gran mayor¨ªa de las consultas son por estr¨¦s agudo, crisis de ansiedad causadas directamente por la conmoci¨®n, la atrocidad, la contemplaci¨®n de la sangre, la magnitud del absurdo.
Tambi¨¦n hay bastantes afectados por la fobia al tren, y personas angustiadas por la culpa: la culpa de estar vivos entre tanta muerte, la culpa de haber corrido sin ayudar a las v¨ªctimas, la culpa del padre que no ha sabido morir en lugar de su hijo. La primera tarea de los psic¨®logos es convencer a estas personas de que sus emociones son normales en esta situaci¨®n anormal.
Los expertos aconsejan a los afectados buscar ayuda, aun cuando no crean necesitarla
No faltan algunos casos de mutismo: personas que se van a casa, se encierran en su habitaci¨®n y se pasan d¨ªas sin hablar.
Lo peor, sin embargo, est¨¢ por llegar. La experiencia neoyorquina del 11-S predice que el 60% de las personas directamente implicadas -heridos, testigos, familiares, voluntarios, personal de emergencia- sufrir¨¢ cuadros de estr¨¦s postraum¨¢tico, la expresi¨®n de una mente en sobrecarga.
Este trastorno s¨®lo se diagnostica cuando los s¨ªntomas (angustia, irritabilidad, insomnio, sentimientos de culpa) perduran m¨¢s de un mes, pero lo ideal es empezar a prevenirlo ahora, en los primeros d¨ªas de la crisis, para evitar perturbaciones m¨¢s graves. Los expertos recomiendan a los afectados que busquen ayuda psicol¨®gica, incluso si creen -como es com¨²n- que no la necesitan. Basta llamar al 112 o al 061.
El problema es m¨¢s intenso en los directamente implicados, pero no se restringe a ellos ni mucho menos. Dos de cada tres consultas recibidas por el colegio de psic¨®logos son de personas que no tienen relaci¨®n directa con los atentados, aparte de la circunstancia de vivir en Madrid. De ¨¦stos, un 10% son inmigrantes. "En su caso, el choque emocional del 11-M se une al trauma secundario de sus condiciones de vida, su marginalidad, su irregularidad", explica Antonio Puerta, que ha coordinado a los grupos de emergencia del colegio.
En cualquier caso, los psic¨®logos no se han limitado a atender las peticiones de ayuda. Como ya hiciera tras el 11-S el servicio de psiquiatr¨ªa del Hospital Bellevue de Nueva York -el centro sanitario m¨¢s antiguo de Manhattan, y el m¨¢s cercano a las torres gemelas-, los psic¨®logos madrile?os han salido de oficio a buscar a los afectados en el Ifema, los tanatorios, los hospitales, los cementerios y las comisar¨ªas. Encontraron algunos de los casos m¨¢s delicados en los hoteles, donde los familiares esperaban con el alma en un pu?o la temida noticia de una identificaci¨®n.
A partir del lunes, el colegio de psic¨®logos transferir¨¢ la coordinaci¨®n a la Consejer¨ªa de Sanidad de Madrid, que deber¨¢ contratar al menos a 70 profesionales que hasta ahora han trabajado en r¨¦gimen de voluntariado. El decano del colegio, Fernando Chac¨®n, subraya dos principios b¨¢sicos que deber¨¢ cumplir la consejer¨ªa:
1. Continuidad. Siempre que sea posible, cada persona debe ser atendida por el mismo psic¨®logo o psiquiatra durante todo el tiempo que precise asistencia. Los hospitales madrile?os han procurado ce?irse a esta norma.
2. Inmediatez. La intervenci¨®n debe prestarse lo antes posible, porque as¨ª el paciente puede normalizar su vida mucho antes, y bastante mejor. Por ejemplo, la fobia al tren que angustia a muchas personas -no necesariamente afectadas por el atentado- se puede curar en dos o tres d¨ªas si se trata a tiempo, pero puede enquistarse en caso contrario.
Uno de los mayores impedimentos es que muchos afectados renuncian a buscar ayuda psicol¨®gica: "No me manejo tan mal", se dicen, "hay gente que est¨¢ mucho peor". Este problema se agrava en los inmigrantes que padecen una situaci¨®n irregular. "No acceden a nosotros", lamenta Chac¨®n. "Tienen miedo".
La especialista en estr¨¦s y ansiedad Itziar Iruarrizaga, de la Universidad Complutense, ha coordinado la atenci¨®n a los que atend¨ªan: polic¨ªas, bomberos, trabajadores sociales, voluntarios, m¨¦dicos, enfermeras y los propios psic¨®logos y psiquiatras. Iruarrizaga ha vivido momentos duros prestando ayuda a sus colegas, y a algunos amigos.
Tampoco ha esperado a que estos profesionales buscaran ayuda: los ha abordado a la salida de su turno, tal vez un turno de 36 horas acompa?ando a la familia de una v¨ªctima. M¨¢s de la mitad de estos profesionales y voluntarios que han vivido muy de cerca el horror padecer¨¢n estr¨¦s postraum¨¢tico.
Nadie es inmune. El decano de los psic¨®logos cont¨® ayer: "Esta ma?ana he le¨ªdo una noticia sobre la fobia al tren y me he echado a llorar 10 minutos".
Consultas: 112. Manuales de autoayuda: www.msc.es y http://copmadrid.org
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