"?Tiene parte m¨¦dico?"

Por primera vez, decenas de v¨ªctimas del 11-M se atrevieron a solicitar ayuda. Todos son extranjeros, todos est¨¢n en situaci¨®n irregular. "A¨²n me duele la cabeza y los o¨ªdos. No fui al hospital porque ten¨ªa miedo de recibir orden de expulsi¨®n", cuenta Miguel Simbana, inmigrante ecuatoriano que trabaja en Madrid como alba?il desde hace dos a?os. Su historia se repite, como un triste eco, en el relato de al menos cincuenta familias que fueron atendidas el primer d¨ªa de funcionamiento de la Oficina Municipal de Atenci¨®n Integral a las V¨ªctimas del Atentado del 11 de marzo, en el n¨²mero 22 del Bulevar Pe?a Gorbea, en Puente de Vallecas (tel¨¦fono 010).

Hasta ayer, Miguel no ten¨ªa ninguna idea acerca del proceso extraordinario de regularizaci¨®n, ni de las ayudas ofrecidas por el Gobierno. Relata que, desde que sobrevivi¨® al terrorismo en la estaci¨®n de Atocha, se abstiene de mirar la televisi¨®n y leer los peri¨®dicos. "Los testimonios y las im¨¢genes del atentado me ponen mal", afirma. Se enter¨® de este nuevo servicio a trav¨¦s de un paisano, y no dud¨® un segundo en acudir.

Miguel no fue al hospital: "El d¨ªa del atentado hab¨ªa muchos polic¨ªas en Atocha"

"Pens¨¦ que s¨®lo se beneficiaban de las ayudas los heridos de gravedad", agrega. Explica que su cojera se debe a los golpes que sufri¨® en una pierna a consecuencia de la explosi¨®n. Con timidez responde a la asistente social que le pregunta su nombre, sus secuelas f¨ªsicas, el tipo de ayuda que solicita... "?Tiene parte m¨¦dico?", le pregunta. Y el rostro de Miguel refleja impotencia. Un papel, s¨®lo un papel se interpone entre la ayuda que pide y la que desea brindarle la funcionaria, una voluntaria de la Asociaci¨®n V¨ªctimas del Terrorismo. "El d¨ªa del atentado hab¨ªa muchos polic¨ªas en la estaci¨®n de Atocha; si me ped¨ªan papeles y recib¨ªa orden de expulsi¨®n, era lo ¨²ltimo que pod¨ªa pasarme. Por eso fui a refugiarme a casa, sin pasar por el hospital", responde Miguel.

Este es el principal obst¨¢culo entre las personas como Miguel y las instituciones que brindan asistencia a los afectados por la tragedia. "Desafortunadamente, el parte m¨¦dico es uno de los requisitos fundamentales. Si no lo tienen, les recomendamos que visiten un m¨¦dico para que reciban un diagn¨®stico", explica Mar¨ªa Jes¨²s Soler, jefa del Centro de Servicios Sociales de Puente de Vallecas, que prestar¨¢ atenci¨®n a las v¨ªctimas del 11-M en horario continuo, desde las nueve de la ma?ana hasta las nueve de la noche. Junto a un equipo de 18 personas, entre abogados, m¨¦dicos, psic¨®logos y mediadores sociales, asesorar¨¢n a las v¨ªctimas y les ayudar¨¢n a no perder tiempo en largos procesos burocr¨¢ticos. "El objetivo es canalizar las ayudas a las dependencias correspondientes, as¨ª como brindar asesor¨ªa jur¨ªdica a los inmigrantes. Pero los criterios para otorgar indemnizaciones y tarjetas de residencia, est¨¢n en manos del Ministerio de Interior", agrega Soler.

Ana tambi¨¦n es ecuatoriana y lleva dos a?os en Espa?a. Cuenta que la explosi¨®n la arroj¨® del vag¨®n y que milagrosamente encontr¨® sano y salvo al peque?o Ariel, de tres meses de edad, con el que viajaba en brazos. Con el beb¨¦ a¨²pa, la mujer relata con voz quebrada: "No se c¨®mo, pero ca¨ª al suelo y ah¨ª mismo, llorando, estaba mi hijo". Con uno de sus pies lesionados, un beb¨¦ lloroso y el horror de los cuerpos destrozados, huy¨® de Atocha y de la ley de extranjer¨ªa, seg¨²n su relato. Tampoco tiene parte m¨¦dico. Por eso, la esperanza de acceder a la regularizaci¨®n y a las compensaciones econ¨®micas ser¨¢ limitada. "Vi a un hombre sin la mitad del cuerpo, abrazado a su hijo muerto. Ignoro si muri¨® tambi¨¦n", recuerda Ana. Pero las palabras no sirven para certificar la situaci¨®n de v¨ªctima. S¨®lo sirve un informe m¨¦dico.

?ste no es el caso del colombiano William Ruiz ?lvarez, solicitante de asilo pol¨ªtico y superviviente del peor atentado ocurrido en Espa?a. El 11-M fue la tercera vez que las bombas le trastornan la vida. "En este momento estoy apelando el asilo, pues me lo negaron en octubre del a?o pasado. Pero m¨¢s que papeles, ahora necesito medicinas, pues en el Gregorio Mara?¨®n no me las proporcionaron porque mi estado no era grave". Lleva el parte m¨¦dico, la receta y un encefalograma que le hicieron tras sufrir fuertes dolores de cabeza. "Tambi¨¦n espero obtener la regularizaci¨®n, pues yo he venido a trabajar, no a mendigar". William es titulado en Colombia como dise?ador gr¨¢fico y economista. "Si es necesario, puedo dedicarme a barrer las calles como un profesional", matiza.

Adem¨¢s de la carencia de parte m¨¦dico, el idioma es otra dificultad para muchas de las personas que acuden a la nueva oficina. Ionel Dragos Tudorache, un alba?il rumano, responde a las preguntas de la trabajadora social con un embrollado espa?ol. Dice que las pesadillas de trenes que explotan no le dejan dormir, que sus nervios est¨¢n a flor de piel y que tambi¨¦n escap¨® en Atocha de la nueva ley de extranjer¨ªa. Luego contar¨¢ con la ayuda de uno de los traductores de que dispone la oficina. Entre ellos figuran int¨¦rpretes de ruso, b¨²lgaro, ¨¢rabe, rumano, ingl¨¦s y franc¨¦s.

El 90% de las personas que acuden como v¨ªctimas a esta oficina son extranjeras. La preocupaci¨®n de la mayor¨ªa es la regularizaci¨®n de su estancia en Espa?a. Sin embargo, aqu¨ª se asesora tambi¨¦n sobre el tr¨¢mite para otras ayudas. Por ejemplo, si un afectado perdi¨® una pierna, aqu¨ª puede conseguir ayuda para tramitar el acondicionamiento de su vivienda; si qued¨® sin trabajo, podr¨¢ ser incluido en la bolsa de empleo; y si no tiene dinero como consecuencia del paro, le ser¨¢ facilitado el primer mes de alquiler de un piso. Para todo ello hay que demostrar, parte m¨¦dico en mano, que fueron v¨ªctimas del 11-M.

El Ayuntamiento de Madrid, la Federaci¨®n de Asociaciones de Vecinos, el Instituto Municipal para el Empleo y el Instituto Municipal de la Vivienda, est¨¢n involucrados en esta iniciativa. "Asistiremos a todo el que lo necesite. Pero la concesi¨®n de las ayudas materiales y la regularizaci¨®n de los inmigrantes las decide el Ministerio de Interior", enfatiz¨® Mario Moreno, uno de los coordinadores del dispositivo de asistencia.