'Remake' torpe y vergonzante

El soldado Fanfan La Tulipe es un ajetreado personaje procedente de las tradiciones de la literatura picaresca francesa del siglo XVIII. Cuentan que, si se rastrean, hay en ¨¦l rasgos biogr¨¢ficos arrancados de un sujeto ver¨ªdico, un tipo temerario que se gan¨® esta buena fama en 1745, en la batalla de Fontenoy.

Pero esto es irrelevante, porque la fertilidad como materia cinematogr¨¢fica del personaje est¨¢ en lo que tiene de mito popular de lectura sencilla y alocada, que es lo que permiti¨® en 1952 al solvente director artesano Christian Jaque y al genial actor G¨¦rard Philippe reinventar la vasta (por lo visto, sus aventuras llenan tomos y m¨¢s tomos) leyenda de aquel mujeriego espadach¨ªn, apret¨¢ndola en un gui¨®n gracioso, sagaz y sumamente conciso.

Y en aquel divertido y luminoso acierto de escritura cinematogr¨¢fica es donde la garra depredadora de la factor¨ªa de cine torpe y ampuloso que maneja Luc Besson, famoso vendedor franc¨¦s de celuloide tosco y aparatoso, entr¨® a saco y, en vez de deducir del vasto curr¨ªculo de fechor¨ªas de pajar y espada de Fanfan una visi¨®n propia, se qued¨®, amparado en la vergonzante ley del remake, con la totalidad de la del de G¨¦rard Philippe, en el que dicen en voz baja y con boca peque?a que este filme se inspira, cuando en realidad se apoderan de ¨¦l a manos llenas, salvo en toques de modernidad que, no hace falta decirlo, son antiguallas.

Los rostros intrusos de este nuevo infame ejercicio de remake son Pen¨¦lope Cruz, que tiene gracia y muestra soltura en su apoderamiento de la guapa cuartelera que cre¨® Gina Lollobrigida; y Vincent P¨¦rez, que se pone con demasiada alegr¨ªa, y demasiado candor, a beneficiarse de la sombra leve e imperecedera de G¨¦rard Philippe, sin darse cuenta de que alg¨²n d¨ªa puede darse de bruces con el susto de un cotejo cara a cara de ambas versiones de la misma leyenda, lo que como poco llevar¨ªa a P¨¦rez a bailar con la m¨¢s fea en el baile del rid¨ªculo.

Antiaventura

Pero no son sus guapos protagonistas quienes peor parados salen de esta temeraria ¨²ltima aventura de Fanfan La Tulipe, producida por Luc Besson. El gran trastazo corre a cargo del director encargado de traer a esa aludida moderidad este viejo y adorable filme cl¨¢sico menor, G¨¦rard Krawczyk, que convierte a un ejercicio noble de buen ritmo, un trepidante filme de capa y espada con juegos licenciosos y un gozoso toque c¨ªnico, en un aut¨¦ntico ladrillo, un memorable alarde de imprecisi¨®n y de torpeza, una antiaventura que proclama que lo mejor que podr¨ªa ocurrirle es no existir, no haber sido filmada.