Los extranjeros se atrincheran en casas y hoteles por miedo a los secuestros
El encargado de negocios de Espa?a ofrece la protecci¨®n de la Embajada a todos los espa?oles
La ocupaci¨®n de Irak no ha sido s¨®lo militar. Junto a los 150.000 soldados extranjeros que desde el a?o pasado est¨¢n desplegados por todo el pa¨ªs, un ej¨¦rcito de funcionarios, asesores civiles, contratistas, mercenarios, hombres de negocios y aventureros diversos han llegado al reclamo de los 50.000 millones de d¨®lares que en teor¨ªa van a invertirse aqu¨ª durante los pr¨®ximos a?os. Atrincherados tras los muros de las sedes de la Coalici¨®n en las distintas ciudades y protegidos por fornidos guardaespaldas, pocos de ellos han llegado a mezclarse con la poblaci¨®n local.
Ahora, tras la alarma desatada por los secuestros, la orden es no salir de casa. "Hace una semana que no podemos entrar nuestras mercanc¨ªas desde Jordania. Hay 480 camiones parados en la frontera y sabemos que todos los que traen productos para la Coalici¨®n est¨¢n marcados", relata el responsable de seguridad de una empresa norteamericana que se dedica al transporte de mercanc¨ªas para la Coalici¨®n. E. L. est¨¢ convencido de que son los propios aduaneros los que informan de la salida de los convoyes. Para sus clientes aqu¨ª, las instrucciones son claras: no viajar ni al sur, ni al oeste, ni al norte de Bagdad. "Si est¨¢s en la capital, evita los suburbios y en especial la carretera del aeropuerto", aconseja. En su opini¨®n, lo ¨²nico seguro es quedarse en casa. Muy en la l¨ªnea americana, sugiere tambi¨¦n hacerse con un arma.
Resulta dif¨ªcil calcular cu¨¢ntos ciudadanos extranjeros se hallan actualmente en Irak. Ni siquiera las embajadas tienen cifras exactas, en caso de que tengan oficinas abiertas. "Adem¨¢s de los soldados, que no dependen org¨¢nicamente de nosotros, est¨¢n los asesores de la CPA y su situaci¨®n var¨ªa seg¨²n el pa¨ªs", explica un encargado de negocios europeo. La CPA es la Autoridad Provisional de la Coalici¨®n, el Gobierno de ocupaci¨®n que dirige el norteamericano Paul Bremer. Aunque la mayor¨ªa de su burocracia procede de EE UU, tambi¨¦n hay funcionarios del resto de los pa¨ªses de la Coalici¨®n, entre ellos seis espa?oles, todos militares.
La sede de la CPA en Bagdad alberga a unos 3.000 empleados, sin contar el personal auxiliar local. A menor escala, las sucursales provinciales de la CPA acogen igualmente a un pu?ado de extranjeros en cada capital de provincia. Consultores brit¨¢nicos, relaciones p¨²blicas americanos, gurkas nepal¨ªes, escoltas filipinos, cocineros paquistan¨ªes... el recinto conocido como la zona verde es un verdadero microcosmos racial en el que incluso han surgido restaurantes de especialidades. Y con raz¨®n. Desde que empezaran los ataques a las patrullas militares el verano pasado, las salidas de sus ocupantes se hab¨ªan reducido a lo m¨ªnimo imprescindible.
Alrededor de este entramado burocr¨¢tico se api?an hombres de negocios, intermediarios y todo tipo de cazafortunas a la espera de conseguir alguno de los jugosos contratos de la CPA. "Es una oportunidad ¨²nica. La cantidad de dinero que se est¨¢ moviendo aqu¨ª no tiene parang¨®n en ning¨²n otro lugar del mundo", comentaba recientemente a esta enviada Pat Lowry, un tibur¨®n de los negocios que lo mismo provee de medios de transporte que de material, escoltas o de almacenes y alojamientos. Como experto en seguridad, huye de la parafernalia Rambo. Para ¨¦l, la mejor protecci¨®n es "pasar lo m¨¢s desapercibido posible". "No hay que dejarse ver mucho y evitar los lugares que frecuentan los extranjeros", aconsejaba.
Muchos de quienes est¨¢n trabajando hoy en Irak son ex militares. Como el caso de Ivonne Morrison, responsable de seguridad de la organizaci¨®n humanitaria RTI en Arbil. Ivonne fue antes de dedicarse a esto la sargento Morrison del Ej¨¦rcito del Aire de EE UU y su hijo ha estado destinado hasta hace poco en una base del tri¨¢ngulo sun¨ª. Tambi¨¦n eran ex militares los cuatro escoltas asesinados hace 10 d¨ªas en Faluya, y lo son la mayor¨ªa de los empleados de las agencias de seguridad que en estos 12 meses han proliferado en Irak. Al reclamo de la necesidad de protecci¨®n, real o percibida de los extranjeros, han llegado al pa¨ªs cientos de guardaespaldas, o simples pistolas de alquiler, de las m¨¢s variopintas nacionalidades. "Por una vez podemos ganarnos la vida sin dar un golpe de Estado", explica satisfecho Vaniak, un mercenario serbio que ha servido en la legi¨®n extranjera francesa.
M¨¢s discretos y menos numerosos, diplom¨¢ticos, cooperantes y periodistas siempre han estado presentes en Irak. Los representantes extranjeros cuentan con la protecci¨®n armada de agentes de seguridad de su pa¨ªs, pero la semana pasada dos geos de la Embajada alemana han sido asesinados en la carretera que llega a Bagdad desde Jordania. Cooperantes y periodistas est¨¢n en manos de sus relaciones con la poblaci¨®n local. Conscientes de esa circunstancia y del cambio de contexto iraqu¨ª, los encargados de negocios de la UE se reunieron el pasado domingo en la residencia del enviado espa?ol para preparar un plan de emergencia en caso de que empeore la situaci¨®n. "A¨²n no estamos contemplando la evacuaci¨®n, pero hay que tenerlo todo preparado para cualquier eventualidad", manifest¨® uno de los asistentes.
La colonia europea es muy peque?a. En el caso de los espa?oles, los residentes (espa?oles casados con iraqu¨ªes y sus hijos) no llegan a 10. Con periodistas, personal diplom¨¢tico y cooperantes, rondan la treintena. A todos ellos, el encargado de negocios, Marcos Vega, les ha ofrecido la protecci¨®n de la Embajada y de su propia residencia.
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