La incre¨ªble fuga de Azizi
El presunto inductor del 11-M, en busca y captura, huy¨® dos veces por el relajo de la vigilancia policial
El 18 de octubre de 2001, dos agentes del ?rea Especial de Seguimientos de la Comisar¨ªa General de Informaci¨®n estaban apostados con sus c¨¢maras de fotos frente al n¨²mero 24 de la madrile?a calle del Nuevo Gobernador, domicilio de Amer Azizi, Othman al Andalusi, supuesto inductor de la matanza del 11-M y hoy d¨ªa en busca y captura, un marroqu¨ª al que investigaban desde 1995 por sus presuntas vinculaciones con Al Qaeda.
La vigilancia de Azizi y del resto de los miembros de la c¨¦lula que dirig¨ªa Imad Eddin Barakat, Abu Dahdah, un sirio de 39 a?os, se hab¨ªa potenciado desde hac¨ªa varias semanas, concretamente desde el 11-S, ya que ambos manten¨ªan relaciones con el grupo del egipcio Mohamed Atta, 33 a?os, que capitane¨® el ataque contra las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono. Los polic¨ªas no quitaban ojo al marroqu¨ª.
Raquel, su mujer espa?ola, vest¨ªa de negro y cubr¨ªa el rostro con un largo velo
El marroqu¨ª es uno de los eslabones perdidos del 11-S y un alto dirigente de Al Qaeda
A las 18.30, Azizi sali¨® de su casa, un piso de 70 metros cuadrados en la planta baja de un sencillo inmueble, acompa?ado de Jasem Mahboule, otro miembro del grupo, viajaron en metro hasta la calle de Preciados y desde all¨ª caminaron hasta el n¨²mero 4 de Jacometrezo donde est¨¢ la agencia de viajes Hobby Tours. Mientras Mahboule vigilaba fuera, el marroqu¨ª reserv¨® un billete de avi¨®n para Teher¨¢n (Ir¨¢n). Desde all¨ª iba a coordinar nuevas rutas para los muyahidin que el grupo enviaba desde Espa?a a los campos de entrenamiento terrorista en Afganist¨¢n.
Los seguimientos a Azizi se hab¨ªan reiniciado el 27 de septiembre y continuaron el 5, 7 y 18 de octubre, seg¨²n se?alan fuentes judiciales. Se le vio y fotografi¨® en la ronda de Toledo y en el rastro madrile?o, siempre acompa?ado de su escudero Mahboule, otro marroqu¨ª que en su casa guardaba nueve folios en los que se describen varias f¨®rmulas para fabricar explosivos dom¨¦sticos. Un tipo que estaba decidido a regresar a los campos de entrenamiento terrorista en Afganist¨¢n donde estuvo con Azizi.
Al mismo tiempo que se vigilaba a Azizi, otra docena de sospechosos fichados y filmados en v¨ªdeo desde hac¨ªa siete a?os estaban siendo controlados por la Unidad Central de Informaci¨®n Exterior, cuyos responsables hab¨ªan decidido dar carpetazo a una larga investigaci¨®n dirigida por el juez Baltasar Garz¨®n. Todo estaba dispuesto para detenerlos.
El 11 de noviembre, Azizi, Mahboule y Said Chedadi regresaron a la agencia de viajes, aunque en aquella ocasi¨®n no estaban siendo vigilados. Azizi retir¨® su billete de avi¨®n a Teher¨¢n y los otros dos marroqu¨ªes se interesaron por el mismo trayecto, seg¨²n ha declarado a la polic¨ªa el director de la agencia. Dos d¨ªas despu¨¦s se produjo la detenci¨®n de la c¨¦lula, entre los que estaban Mahboule y Chedadi, pero Azizi ya se hab¨ªa esfumado.
El marroqu¨ª estaba casado con la espa?ola Raquel Burgos Garc¨ªa con la que hab¨ªa tenido tres hijos. El ¨²ltimo, una ni?a morena de pelo rizado, en verano de 2001. Celebraron su nacimiento con una fiesta en el domicilio madrile?o de Mustaf¨¢ Maymouni, estrechamente unido a Azizi, que acababa de ser padre de otro ni?o, seg¨²n constat¨® otra vigilancia policial. Una fiesta familiar a la que asisti¨® Abu Dahdah, el jefe de la c¨¦lula, con su esposa espa?ola Marisa Mart¨ªn. El sirio intentaba convencer a Mustaf¨¢ para que asistiera a un curso de adiestramiento en un campo terrorista en Indonesia que dirig¨ªa Parlindungan Siregar, Parlin, otro destacado miembro de la c¨¦lula.
La mujer de Azizi, al igual que Marisa convertida al islam, vest¨ªa siempre de negro y cubr¨ªa su rostro y cabello con un velo, seg¨²n relatan sus vecinos. ?sta, d¨ªas despu¨¦s de que el marroqu¨ª viajara a Teher¨¢n, compr¨® un billete de avi¨®n para Marruecos y desapareci¨® con sus hijos. "Jam¨¢s le vimos el cabello. Iba siempre completamente cubierta. Alguna vez los dos peque?os sub¨ªan a mi casa a por una galleta, pero los padres evitaban cualquier contacto con nosotros", relata una vecina.
Azizi se enter¨® en Teher¨¢n de la redada policial del 13 de noviembre de 2001 en la que cayeron 18 de sus amigos. Cambi¨® su billete de vuelta, pero regres¨® ocho d¨ªas despu¨¦s. Un gesto que demostraba su amor al riesgo y retrataba su car¨¢cter. La misma personalidad que exhibi¨® un a?o antes cuando insult¨® y grit¨® a los embajadores ¨¢rabes que asist¨ªan en la mezquita de la M-30, la m¨¢s grande de Madrid, a las oraciones por el fallecido presidente sirio Hafez al Asad, al que tach¨® de "incr¨¦dulo".
Cuando Otham al Andalusi descubri¨® que su piso hab¨ªa sido registrado se dio a la fuga. Los polic¨ªas que lo hab¨ªan vigilado y controlado durante a?os, especialmente tras el 11-S, se enteraron de que hab¨ªa vuelto y permanecido en Madrid varios d¨ªas, pero ya era demasiado tarde. En el plazo de un mes el escurridizo marroqu¨ª se hab¨ªa escapado dos veces de las garras de la polic¨ªa.
La desaparici¨®n de Azizi ante las narices de los agentes que s¨®lo un mes antes lo hab¨ªan fotografiado a placer no fue balad¨ª. Este hombre est¨¢ vinculado con Mohamed Belfatmi, un extremista argelino residente en Vilaseca (Tarragona) que ayud¨® a Atta y a Ram-zi Binalshibh durante la cumbre de Tarragona en la que ultimaron el 11-S. El marroqu¨ª Zacar¨ªas Moussaui, uno de los pilotos del 11-S que entrenaba en una academia de vuelo norteamericana y que finalmente no particip¨® en el ataque, ten¨ªa en su agenda el tel¨¦fono de Azizi. Ese mismo verano Binalshibh le hab¨ªa enviado desde Hamburgo varios miles de d¨®lares para financiar el atentado.
Azizi, junto a Abu Dahdah, era uno de los miembros de la c¨¦lula espa?ola m¨¢s activo y presuntamente dio luz verde desde Turqu¨ªa a la matanza del 11-M en la estaci¨®n de Atocha. A principios de 2003, Serhane Ben Abdelmajid, El Tunecino, 36 a?os, coordinador de los atentados y uno de los suicidas muertos en Legan¨¦s que tambi¨¦n hab¨ªa sido vigilado por la polic¨ªa, se reuni¨® con Azizi en Turqu¨ªa y le inform¨® de su plan, seg¨²n aseguran fuentes de la investigaci¨®n.
A esta reuni¨®n acudi¨® tambi¨¦n Said Berraj, presumiblemente el s¨¦ptimo cad¨¢ver sin identificar en el piso del citado barrio madrile?o en el que el comando autor del 11-M fue cercado por la polic¨ªa. A partir de aquel encuentro se inici¨® la cuenta atr¨¢s del atentado m¨¢s grave en la historia de la Uni¨®n Europea. Serhane, que estudiaba el doctorado en Econ¨®micas en la Universidad Aut¨®noma de Madrid, inici¨® el reclutamiento de los autores de la masacre.
Raquel, la esposa de Azizi, recibi¨® en Marruecos la ayuda de Mustaf¨¢ Mayouni y ¨¦sta abandon¨® ese pa¨ªs con su tres hijos en el verano de 2002 con destino a Francia donde se le perdi¨® la pista. Los investigadores creen que los Azizi acabaron refugiados en Turqu¨ªa.
Mayouni, el amigo de Azizi con el que festej¨® el nacimiento de su hija, fue detenido un a?o despu¨¦s por su presunta vinculaci¨®n con los atentados de Casablanca, el 16 de mayo de 2003, en los que murieron 45 personas, entre ellos varios espa?oles. Adem¨¢s de Mustaf¨¢, otras tres personas asociadas a Azizi, los hermanos Salaheddin y Abdelaziz Benyaich y Abdelatif Mourafik han sido detenidas por ese atentado.
Mandos policiales reconocen que el relajo, "por falta de medios", en las vigilancias de alguno de los principales miembros de esta c¨¦lula terrorista facilit¨® no s¨®lo la fuga de Azizi, sino la sombra sobre informaciones clave que quiz¨¢s habr¨ªan servido para alertar sobre el 11-S. El 5, 6 y 7 de septiembre Binalshibh, el yemen¨ª de 31 a?os, que coordin¨® el atentado contra las Torres Gemelas y el Pent¨¢gono visit¨® Madrid y recibi¨® la ayuda de "un enlace de viajes" de Al Qaeda que le ayud¨® a comprar, con un carn¨¦ de estudiante, un billete de avi¨®n para el trayecto Atenas-Dubai-Karachi. Binalshibh, detenido un a?o despu¨¦s en Pakist¨¢n, lo ha reconocido en su declaraci¨®n al FBI, aunque no ha revelado el nombre de su contacto.
Fuentes judiciales creen que este enlace fue el barbudo y apasionado Azizi, u otro de los miembros de la c¨¦lula de Abu Dahdah conectados con Atta y el resto de los terroristas de Hamburgo que ejecutaron el 11-S (ver el gr¨¢fico). Binalshibh era el ¨²ltimo dirigente del comando de Al Qaeda que abandon¨® Europa en direcci¨®n a Afganist¨¢n. En vez de viajar desde Hamburgo, donde viv¨ªa, lo hizo desde Madrid.
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