Cuatro ni?os mueren por disparos de soldados estadounidenses en Bagdad

Adem¨¢s de la violencia generalizada y de la escasez de tropas para atajarla, nuevos quebraderos de cabeza surgen a diario para la coalici¨®n internacional en Irak. Cuatro civiles murieron ayer en Mosul en ataques con cohetes de los rebeldes iraqu¨ªes a un hospital, un hotel y una comisar¨ªa de esta ciudad norte?a. Cuatro ni?os tambi¨¦n fallecieron por disparos de soldados estadounidenses en Bagdad despu¨¦s de que su veh¨ªculo blindado fuera atacado con una bomba casera, seg¨²n reconoci¨® el general Mark Kimmit.

Pero, aparte de la p¨¦rdida de vidas, la coalici¨®n est¨¢ sumamente preocupada por el ataque suicida contra las instalaciones petroleras de Basora, al sur de Irak, punto de partida de la mayor parte de las exportaciones de crudo. Tras dos d¨ªas de suspensi¨®n de las ventas al exterior, el ministro del Petr¨®leo, Ibrahim Bauhr al Ulum, indic¨® ayer que conf¨ªa en que hoy vuelva a salir el oro negro por el estrecho de Ormuz.

El hospital Salam (Paz) de Mosul, una comisar¨ªa y un hotel en el centro de esta ciudad situada a 400 kil¨®metros al norte de Bagdad fueron ayer por la ma?ana los objetivos de tres ataques con cohetes lanzados por los resistentes. Dos empleados del centro hospitalario y otros dos trabajadores del hotel murieron. Soldados de EE UU dispararon en Mosul poco despu¨¦s de los ataques con cohetes contra los tres ocupantes de un veh¨ªculo que dispararon contra la patrulla. Los militares hallaron dos fusiles de asalto y un lanzagranadas en el coche, seg¨²n inform¨® la polic¨ªa. Uno de los agresores perdi¨® la vida y dos lograron escapar. Trece personas resultaron heridas en los ataques en esta ciudad iraqu¨ª, en la que el dictador depuesto, Sadam Husein, gozaba de amplio respaldo popular. Ocurre a menudo que los rebeldes no aciertan en los objetivos fijados en sus ataques con granadas. El precio, con demasiada frecuencia, lo pagan los civiles.

Cuatro menores de unos 12 a?os tambi¨¦n perdieron la vida por disparos de soldados norteamericanos despu¨¦s de que una bomba colocada en una calle de la capital del pa¨ªs explotara al paso de un convoy. Un soldado falleci¨®, seg¨²n inform¨® en conferencia de prensa el general Mark Kimmit, y tres m¨¢s sufren heridas. Kimmit asegur¨® que los uniformados, tras evacuar a su compa?ero muerto, regresaron para recuperar uno de los veh¨ªculos de la patrulla. Fue entonces, seg¨²n el general, cuando los uniformados mataron a los ni?os tras ser atacados con armas de fuego.

La cadena de televisi¨®n qatar¨ª Al Yazira inform¨® de otras emboscadas en Kirkuk, 270 kil¨®metros al noreste de Bagdad, y en Ramadi, localidad cercana a la sitiada Faluya, un centenar de kil¨®metros al oeste. Pero estos incidentes no fueron confirmados por los portavoces militares de Estados Unidos.

Mientras, las medidas de seguridad se han extremado en las instalaciones petroleras de Basora -v¨ªa de exportaci¨®n de 1,6 millones de barriles diarios, el 85% del crudo que vende Irak en el exterior-, pero tambi¨¦n en las de los dem¨¢s pa¨ªses del golfo P¨¦rsico. El atentado suicida con lanchas cargadas de explosivos, el s¨¢bado por la noche, contra esas instalaciones vitales para Irak, que ha acabado con la vida de tres marinos norteamericanos, recuerda a la que sufri¨® en Yemen, en 2000, el nav¨ªo norteamericano USS Cole. El impacto de este ataque de kamikazes ha sido mucho mayor que los muy frecuentes sabotajes contra los oleoductos.