"La resoluci¨®n de la ONU debe confirmar una verdadera transferencia de soberan¨ªa en Irak"
Michel Barnier llevaba cinco a?os en la Comisi¨®n Europea cuando Jacques Chirac le encarg¨® el Ministerio de Exteriores en sustituci¨®n de Dominique de Villepin, el hombre que intent¨® evitar la guerra de Irak, nombrado ahora responsable de Interior. Nacido en Saboya hace 53 a?os, ex diputado, senador y varias veces ministro, Barnier es un europe¨ªsta convencido, como lo simboliza la fotograf¨ªa que ha emplazado cerca de su mesa de trabajo: una imagen del encuentro entre Charles de Gaulle y Konrad Adenauer en 1963, que para el actual jefe de la diplomacia francesa explica su doble militancia como gaullista y europe¨ªsta.
En una conversaci¨®n con este peri¨®dico, mantenida el 22 de abril en su despacho del Quai d'Orsay, explic¨® la propuesta de un plan pol¨ªtico para Irak en varias fases, definidas por resoluciones sucesivas de Naciones Unidas. Defendi¨® el desbloqueo de la Constituci¨®n europea y el giro hacia la consideraci¨®n de Espa?a como "un gran pa¨ªs" que debe situarse "a la cabeza de la construcci¨®n europea". Tambi¨¦n propuso ratificar la Constituci¨®n "en una misma jornada o en una misma semana", para que "por primera vez" se cree un debate europeo.
"Espa?a debe estar a la cabeza de la construcci¨®n pol¨ªtica europea"
"La Constituci¨®n europea nos da nuevas herramientas para hacer frente a las crisis"
Pregunta. Tras el anuncio de retirada de las tropas espa?olas de Irak, usted reaccion¨® con palabras de respeto hacia la soberan¨ªa espa?ola. Ahora le pido un an¨¢lisis m¨¢s amplio: ?hasta qu¨¦ punto la decisi¨®n del nuevo Gobierno espa?ol ha cambiado el reparto del juego en el tablero internacional?
Respuesta. Nos encontramos en Irak ante una tragedia y es preciso acabar con ella, tanto por el futuro del pueblo iraqu¨ª como por la estabilidad de esta regi¨®n, que es un problema para el mundo entero y sobre todo para Europa. Mi posici¨®n no es mirar hacia atr¨¢s. Miremos hacia delante y salgamos de esta tragedia, todos juntos, en el marco de Naciones Unidas. Es cierto que la decisi¨®n de enviar tropas espa?olas fue una decisi¨®n soberana, y la de retirarlas, tambi¨¦n. Con Espa?a y los otros pa¨ªses de la UE, con EE UU, Rusia y los pa¨ªses de la regi¨®n, debemos trabajar en la misma direcci¨®n, teniendo en cuenta ante todo el sentir de las fuerzas pol¨ªticas y las comunidades que hay en Irak, los chi¨ªes, los sun¨ªes, los kurdos, para conseguir la transici¨®n pol¨ªtica franqueando las etapas que est¨¢n delante de nosotros.
P. La primera es el 1 de julio.
R. El Gobierno que est¨¢ previsto instalar en Irak, ?tendr¨¢ una verdadera soberan¨ªa y no una soberan¨ªa artificial? La pr¨®xima resoluci¨®n de Naciones Unidas, que debe legitimar la puesta en marcha de ese nuevo Gobierno y definir las etapas siguientes, debe ser cre¨ªble y confirmar una verdadera transferencia de soberan¨ªa. Vamos a trabajar con el Gobierno espa?ol y otros gobiernos europeos en esa direcci¨®n.
P. El Gobierno de Rodr¨ªguez Zapatero no cree en la posibilidad de un control militar de la ONU sobre Irak. ?sta ha sido la raz¨®n alegada para no demorar la retirada de las tropas hasta el 30 de junio.
R. Yo me refiero a una primera resoluci¨®n de Naciones Unidas que verificar¨ªa las condiciones de instauraci¨®n de un Gobierno representativo en Irak. ?Har¨¢ falta una segunda resoluci¨®n? Si tal fuera el caso, ser¨ªa para apoyar el principio de una conferencia nacional, ampliada a todas las fuerzas pol¨ªticas iraqu¨ªes, que deber¨ªa celebrarse entre el mes de julio de 2004 y el de enero de 2005, la fecha en la que est¨¢n previstas las elecciones. Nos encontramos en un proceso emp¨ªrico y es preciso superar las etapas una por una. Resumo: la primera es un Gobierno representativo y cre¨ªble; la segunda, una conferencia nacional; probablemente, una tercera etapa podr¨ªa garantizar el padrinazgo y el sost¨¦n de los pa¨ªses de la regi¨®n y de la comunidad internacional.
P. Muchos no creen en la posibilidad de una pol¨ªtica exterior com¨²n para la UE. A¨²n hay diferencias sobre Irak, aunque la condena un¨¢nime de las "ejecuciones extrajudiciales" practicadas por el Gobierno de Israel ha permitido escuchar una misma voz sobre Oriente Pr¨®ximo. ?Puede haber una verdadera pol¨ªtica exterior com¨²n?
R. No s¨®lo creo en la posibilidad de una pol¨ªtica exterior com¨²n, sino en la necesidad de esta pol¨ªtica. Como siempre, hace falta la voluntad de los jefes de Estado o de Gobierno. Despu¨¦s, son necesarios los instrumentos. A veces hay circunstancias que frenan o aceleran. Se ha constatado una divisi¨®n sobre Irak, pero hace 15 a?os sufrimos una divisi¨®n mucho m¨¢s grave cuando explot¨® Yugoslavia: no hab¨ªa entonces ninguna actitud com¨²n de los europeos sobre la situaci¨®n de los Balcanes y no fuimos capaces de impedir esa guerra medieval.
P. O sea: ?Europa progresa con sus crisis?
R. Cada crisis debe permitirnos sacar lecciones. Una de las ense?anzas de la crisis yugoslava consisti¨® en crear el puesto de Javier Solana [alto representante para la Pol¨ªtica Exterior y de Seguridad] que, con los medios que se le dieron, ha hecho un trabajo muy bueno, en buena sinton¨ªa con la Comisi¨®n Europea y mi ex colega Chris Patten. Hay que ir m¨¢s lejos y sacar las lecciones de la crisis iraqu¨ª, examinando otras situaciones en las que hemos trabajado mejor juntos, como Oriente Medio o las relaciones con Rusia o el Mediterr¨¢neo.
Necesitamos la nueva Constituci¨®n europea porque nos da nuevos instrumentos, con la creaci¨®n de un ministro europeo de Asuntos Exteriores que podr¨¢ apoyarse en un servicio diplom¨¢tico, reuniendo los de Javier Solana y la Comisi¨®n. Ah¨ª se va a construir una cultura diplom¨¢tica com¨²n, un an¨¢lisis geoestrat¨¦gico com¨²n: cuando la crisis llega sin una reflexi¨®n previa, cada uno se refugia en sus reflejos, sus amistades o sus tradiciones. Entre los progresos en curso hay que a?adir los instrumentos en materia de Defensa, con propuestas en las que yo he trabajado mucho: la Agencia del Armamento, la cl¨¢usula de solidaridad europea en caso de ataque terrorista, la cl¨¢usula de defensa mutua...
Todo esto se sit¨²a en un contexto de inseguridad global, reforzada desde el 11 de septiembre, que nos concierne a todos y nos afecta de lleno, como ha ocurrido cuando la democracia espa?ola, es decir, la democracia europea, ha sido golpeada en Madrid. Todos esos elementos refuerzan la urgencia pol¨ªtica de Europa.
P. ?Los europeos tendr¨¢n que gastar m¨¢s dinero para una pol¨ªtica exterior y de defensa com¨²n?
R. Ante todo, es preciso empezar a gastar mejor, haci¨¦ndolo juntos para evitar competencias contraproducentes o duplicaciones in¨²tiles. Esto es particularmente cierto en los terrenos de la investigaci¨®n o de la ayuda al desarrollo. Tambi¨¦n habr¨¢n de aumentar nuestros gastos en materia de investigaci¨®n, porque estamos muy retrasados en ese ¨¢mbito.
P. ?Ser¨ªa ilusorio protegerse cada uno por s¨ª mismo?
R. En el mundo de nuestros d¨ªas, con todas las puertas y las ventanas abiertas, tenemos m¨¢s razones para ser europeos sin dejar de ser franceses, espa?oles o portugueses, y no solamente por la seguridad relacionada con el terrorismo o la droga; tambi¨¦n por la seguridad ecol¨®gica. ?C¨®mo protegerse de todos esos barcos-basura, el Prestige o el Erika? No con leyes o actitudes puramente nacionales, sino por la voluntad y acci¨®n com¨²n a escala europea.
P. ?Habr¨ªa sido posible ahorrarse el 11 de marzo en Madrid con una Europa m¨¢s integrada?
R. ?Hay que reescribir la historia? Lo cierto es que la amenaza de atentados nos concierne a todos. Francia tambi¨¦n se vio golpeada en el pasado. Hoy, debemos actuar juntos, sobre todo en materia de prevenci¨®n y seguridad.
P. Se lo pregunto porque la opini¨®n conservadora, m¨¢s bien estadounidense, ha sostenido que los espa?oles cambiaron de mayor¨ªa pol¨ªtica el 14 de marzo a causa de un atentado terrorista.
R. No me pida un an¨¢lisis a posteriori de lo que corresponde al debate interno en Espa?a. Ante nosotros hay un nuevo Gobierno espa?ol y yo he querido hacer en Madrid mi segunda visita en la UE como ministro de Exteriores [la primera fue a Berl¨ªn] para reunirme con Miguel ?ngel Moratinos, a quien ya conoc¨ªa. Espa?a debe estar, con Alemania, Francia y todos los que lo deseen, a la cabeza de la construcci¨®n pol¨ªtica europea. Paralelamente, observo que el desarrollo de Espa?a, sobre todo econ¨®mico, bajo el impulso del Gobierno de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar, ha sido una aportaci¨®n formidable no s¨®lo para la vida de los espa?oles, sino tambi¨¦n para Europa.
P. Tomando su propia expresi¨®n, "Ante nosotros", la Constituci¨®n europea contin¨²a sometida a discusi¨®n. ?Tiene usted propuestas para desbloquear esa iniciativa?
R. Esta Constituci¨®n ha sido objeto de un trabajo formidable, democr¨¢tico, transparente: no se podr¨ªa hacer mejor, de modo que es necesario preservarlo. Con la inquietud actual por el terrorismo, el empleo, la ecolog¨ªa, no se puede explicar a los ciudadanos que se ha fracasado por una cuesti¨®n de m¨¦todo o de procedimiento. De modo que es preciso encontrar una soluci¨®n.
P. Para Espa?a no se trata s¨®lo de una cuesti¨®n de procedimiento, sino de un problema de poder en la Europa ampliada.
R. S¨ª. Pero he pensado siempre que Espa?a es un gran pa¨ªs de la UE. Francia, tambi¨¦n; Polonia, tambi¨¦n. Lo que caracteriza a un gran pa¨ªs es su capacidad de atraer a los otros en torno a sus ideas, no su capacidad de bloquear. Vamos a consolidar el di¨¢logo entre Francia y Espa?a. Tenemos la capacidad de atraer y de convencer a los dem¨¢s. El sistema de la doble mayor¨ªa es equitativo y eficaz, se puede encontrar un compromiso sin perder esas bazas.
P. Europa se encuentra ante otra dificultad o quiz¨¢ sea una baza, seg¨²n c¨®mo se mire: la ratificaci¨®n de la Constituci¨®n. El Gobierno de Tony Blair acaba de dar una se?al fuerte con su promesa de hacerlo por refer¨¦ndum.
R. ?sa es una decisi¨®n muy brit¨¢nica. Cada pa¨ªs tiene libertad y soberan¨ªa para escoger el sistema de ratificaci¨®n m¨¢s apropiado. Yo recomendar¨ªa, en todo caso para Francia, esperar a tener una Constituci¨®n -y a¨²n no la tenemos- antes de pronunciarse. En segundo lugar, en Europa no s¨®lo hay brit¨¢nicos: nosotros deseamos coordinar nuestra actitud con los otros pa¨ªses, y sobre todo con los alemanes, que no proceder¨¢n por refer¨¦ndum. No estamos en un super-Estado, cada pa¨ªs debe conservar su autonom¨ªa institucional.
En cambio, se puede crear un debate europeo y yo defiendo la idea de una jornada o una semana com¨²n de ratificaci¨®n en que cada pa¨ªs ratifique el texto, sea por la v¨ªa de una consulta popular, sea por la de los representantes del pueblo. Por primera vez, podr¨ªamos tener un debate europeo en vez de 25 debates nacionales yuxtapuestos. La cuesti¨®n no es decir s¨ª o no a los gobiernos de cada pa¨ªs, sino decir s¨ª o no a una Europa que pueda funcionar.
P. ?Espera usted una mejora de las relaciones entre Francia y Espa?a tras el cambio de mayor¨ªa pol¨ªtica en Espa?a?
R. Tenemos todas las razones para estar juntos. Al llegar a este despacho tengo en la memoria las divergencias que pudieron surgir entre nuestros dos pa¨ªses a prop¨®sito de Irak. Pero quiero trabajar con un ¨¢nimo de verdadero di¨¢logo, como lo desea el presidente de la Rep¨²blica francesa.
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