Washington y la ONU ultiman un pacto para traspasar la soberan¨ªa a los iraqu¨ªes

Washington y la ONU est¨¢n ultimando los detalles de la transici¨®n iraqu¨ª. El enviado especial de Naciones Unidas, Lajdar Brahimi, expondr¨¢ hoy ante el Consejo de Seguridad las grandes l¨ªneas del plan para crear un Gobierno provisional que asuma el mando en Bagdad a partir del 1 de julio. Pero el traspaso de poderes se anuncia complicado e incierto. En los ¨²ltimos d¨ªas, EE UU ha dejado claro que seguir¨¢ a cargo del control militar y que la nueva autoridad iraqu¨ª s¨®lo tendr¨¢ una soberan¨ªa limitada. La comparecencia de Brahimi marca el inicio de dos meses de intensos preparativos.

Tras la presentaci¨®n de su informe, el enviado especial regresar¨¢ a Bagdad para empezar a poner en pr¨¢ctica el plan y seleccionar a los miembros de la nueva Administraci¨®n interina. Se espera que cuando termine, dos semanas m¨¢s tarde, Estados Unidos y el Reino Unido presenten una resoluci¨®n al Consejo de Seguridad que pida el respaldo de la ONU y autorice la presencia de un contigente internacional. Es una tarea colosal para tan poco tiempo, sobre todo teniendo en cuenta que quedan muchas preguntas por contestar.

El plan Brahimi crea un Gobierno provisional con un presidente (chi¨ª), dos vicepresidentes (sun¨ª y kurdo), un primer ministro y 25 ministros que administrar¨¢n el pa¨ªs y preparar¨¢n las elecciones generales en principio previstas para enero de 2005. La propuesta del mediador de la ONU tambi¨¦n propone establecer una asamblea consultiva de 1.000 miembros que asesorar¨¢ al nuevo Ejecutivo. Nadie o casi nadie del actual Consejo de Gobierno iraqu¨ª, que fue elegido a dedo por Washington, estar¨¢ incluido entre los nuevos l¨ªderes. Brahimi ha conseguido convencer a Estados Unidos de que los 25 miembros no gozan del suficiente respaldo popular y est¨¢n demasiado vinculados a la ocupaci¨®n.

Con este mismo esp¨ªritu, la coalici¨®n tambi¨¦n congelar¨¢ el proceso de depuraci¨®n de antiguos miembros del partido Baaz, formaci¨®n ¨²nica durante la dictadura de Sadam Husein, y readmitir¨¢ en puestos administrativos a responsables del antiguo r¨¦gimen. Uno de los principales temas que quedan por concretar es el grado de soberan¨ªa que el nuevo Gobierno recibir¨¢ el 1 de julio. En los ¨²ltimos d¨ªas Estados Unidos, ante el empeoramiento de la situaci¨®n sobre el terreno, ha dejado claro que ser¨¢ limitada o muy limitada. "La estructura del Gobierno deber¨ªa ser eficaz, sencilla, y no muy amplia, para evitar posibles complicaciones" y su principal cometido ser¨¢ organizar las elecciones, coment¨® el subsecretario de Estado, Marc Grossman, a una comisi¨®n del Congreso la semana pasada.

El subsecretario de Defensa y principal ide¨®logo neoconservador del Gobierno estadounidense, Paul Wolfowitz, precis¨® que Washington mantendr¨¢ el control militar no s¨®lo sobre los 160.000 soldados de la coalici¨®n, sino tambi¨¦n sobre la polic¨ªa iraqu¨ª. Washington estima que la anterior resoluci¨®n sobre Irak, que fue aprobada el pasado octubre por unanimidad, le da suficiente cobertura legal para justificar su presencia, aunque tambi¨¦n espera conseguir mayor respaldo internacional. Esto ha sembrado cierto desconcierto entre los miembros del Consejo de Seguridad que esperan que la ONU asuma un papel central en la transici¨®n y que los iraqu¨ªes se hagan cargo cuanto antes de su propio destino. Nadie se atreve a pronunciarse hasta conocer la propuesta de Washington y las reacciones ch¨ªies que por ahora no han sido muy positivas.

La propia ONU se ha mostrado bastante reacia a participar en un proceso donde s¨®lo actuar¨ªa de "estrella invitada" a merced de Washington. La organizaci¨®n tampoco quiere volver a ser el blanco de atentados como el del pasado agosto. Su secretario general, Kofi Annan, ha repetido que no enviar¨¢ a nadie hasta que no mejoren las condiciones de seguridad. Por si fuera poco, hay que sumar los recientes ataques contra el propio Brahimi. Este fin de semana, la ONU tuvo que distanciarse de las declaraciones realizadas por su enviado especial a una radio francesa en las que describi¨® a Israel como un "veneno en la regi¨®n" y asegur¨® que la cuesti¨®n palestina estaba ¨ªntimamente ligada a los problemas iraqu¨ªes, unas afirmaciones que sus detractores ya han empezado a usar en su contra.

Sorpresa por la bandera

Una bandera con s¨ªmbolos isl¨¢micos y kurdos y en la que est¨¢n representados los r¨ªos Tigris y ?ufrates sustituir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas a la tradicional ense?a panarabista iraqu¨ª, de tres franjas; roja, blanca y negra, seg¨²n informa Efe. La nueva bandera tendr¨¢ un fondo blanco sobre el que aparecer¨¢n una media luna, el s¨ªmbolo del islam, de color azul cielo y tres barras horizontales en la parte baja, dos azules como imagen de los grandes r¨ªos b¨ªblicos que vertebran el pa¨ªs y una amarilla en medio de ambas que representar¨¢ a los kurdos.

La bandera fue presentada ayer por uno de los portavoces del Consejo de Gobierno, Hamid al Kifai, quien dijo que sustituir¨¢ en los pr¨®ximos d¨ªas a la antigua ense?a, instaurada por el r¨¦gimen republicano iraqu¨ª en los a?os posteriores al derrocamiento del rey Faisal. El nuevo s¨ªmbolo iraqu¨ª ha sido elegido tras dos d¨ªas de debates de entre unas 30 propuestas presentadas al Consejo de Gobierno en un concurso p¨²blico, y ha sido obra del artista local Rifat Chaderchi. Las primeras reacciones cosechadas en Bagdad eran de sorpresa, pues nadie esperaba que un organismo designado por las autoridades de ocupaci¨®n decidiera un s¨ªmbolo tan importante.