Puros y apuros en en el grupo Altadis
La suerte del plan de reestructuraci¨®n, en manos de un juez franc¨¦s y del nuevo Gobierno espa?ol
La hispanofrancesa ha reiterado esta semana, en v¨ªsperas de la decisi¨®n de un juez franc¨¦s sobre su nuevo plan de reestructuraci¨®n industrial y de la presentaci¨®n de sus resultados del primer trimestre, su intenci¨®n de hacerse con alguna empresa tabaquera rusa antes de fin de a?o. Un oportuno mensaje en un clima de incertidumbre entre analistas e inversores sobre la repercusi¨®n del cambio de Gobierno en Espa?a sobre los planes y negocios del grupo.
El proyecto de adquirir alguna tabaquera en Rusia refuerza la nueva estrategia de expansi¨®n de Altadis hacia el este de Europa y ?frica
Tiempos dif¨ªciles para Altadis. El martes debe pronunciarse un juez franc¨¦s sobre su nuevo plan de reestructuraci¨®n, que prev¨¦ cerrar varias plantas en Francia y en Espa?a; y el mi¨¦rcoles el grupo va a presentar sus resultados del primer trimestre, que los analistas no esperan que sean muy brillantes (en la compa?¨ªa ya adelantaron al ofrecer el cierre de 2003 que los resultados ir¨¢n de nuevo en este ejercicio de menos a m¨¢s).
Adem¨¢s uno de sus principales accionistas, el fondo estadounidense Fidelity International, acaba de reducir su participaci¨®n en la tabaquera; y sus acciones en Bolsa cotizan a la baja desde mediados de marzo ante las dudas que provoca el cambio de signo en el Gobierno espa?ol sobre la viabilidad de su anunciado plan de cese de actividad y despidos en varias plantas, y sobre la negativa repercusi¨®n que puede tener sobre sus ventas y m¨¢rgenes en el mercado dom¨¦stico un incremento de los impuestos sobre el tabaco planteado por el presidente Zapatero.
La tabaquera, que culmin¨® hace unos meses un plan de ajuste que supuso el cierre de ocho f¨¢bricas y el recorte de 2.100 empleos en 2001 y 2002, anunci¨® el verano pasado una nueva reestructuraci¨®n industrial, a desarrollar a lo largo de 2004 y 2005, que recoge el cierre de cinco plantas (tres en Espa?a -C¨¢diz, Tarragona y Sevilla- y dos -Lille y Tonneis- en Francia) y la eliminaci¨®n de 1.227 puestos de trabajo (743 en Espa?a).
Altadis, que en junio adquiri¨® la tabaquera estatal marroqu¨ª por 1.253 millones y ahora anuncia su posible pr¨®ximo desembarco en Rusia, justifica el nuevo reajuste en la necesidad "de mantener el nivel de competitividad". Asegura que ha adoptado esta decisi¨®n "en un momento de ralentizaci¨®n del consumo de cigarrillos, de ca¨ªda constante del segmento de tabaco negro, descenso de la producci¨®n para terceros y de una cada vez m¨¢s dura competencia en un sector donde los fabricantes tienden a la concentraci¨®n y a racionalizar sus centros de producci¨®n".
Unos argumentos que no convencen a los sindicatos y a las autoridades de las regiones afectadas por el cierre de plantas, tanto en Francia como en Espa?a, que han calificado de provocaci¨®n esta medida en un grupo empresarial con casi 300 millones de euros de beneficio neto en 2003 (en estas cuentas, adem¨¢s, incluy¨® ya Altadis una dotaci¨®n de 240 millones para hacer frente a las indemnizaciones del nuevo ajuste).
Las diferencias de legislaci¨®n, y en el caso espa?ol el calendario pol¨ªtico, han hecho que los planes de ajuste sigan caminos y tiempos distintos en uno y otro pa¨ªs.
En Francia, un juez del Tribunal de Gran Instancia de Par¨ªs suspendi¨® temporalmente, a mediados de julio, los planes de cierres y despidos de Altadis en aquel pa¨ªs. Seg¨²n el magistrado, el litigio, surgido a ra¨ªz de un recurso presentado por el comit¨¦ de empresa, exige un examen a fondo y puede tramitarse por v¨ªa de urgencia. Los representantes de los trabajadores habian pedido al tribunal que dictaminara que un "proyecto alternativo", elaborado por un gabinete de expertos por encargo del comit¨¦, "no se tuvo en cuenta" por la compa?¨ªa, en contra de lo que prev¨¦ la normativa, y que adem¨¢s el plan de salvaguarda de empleo "es insuficiente". Los sindicatos tambi¨¦n piden al tribunal que condene a Altadis al pago de 4 millones de euros. La suerte del ajuste, en definitiva, est¨¢ pendiente de la resoluci¨®n que tome el juez que se har¨¢ p¨²blica este mismo martes.
En Espa?a, donde la normativa es diferente, Altadis sabe que dif¨ªcilmente le va a ser aprobado un expediente de regulaci¨®n de empleo si previamente no ha sido negociado y pactado con los sindicatos. Y m¨¢s a¨²n tras la reciente sustituci¨®n del PP por el PSOE en el Gobierno (los socialistas han respaldado en los ¨²ltimos meses al comit¨¦ de empresa en su oposici¨®n al nuevo ajuste ideado por la tabaquera e incluso en v¨ªsperas de las elecciones intentaron llevar y discutir el tema en el Congreso).
En los meses previos a las elecciones, y frente al rechazo expreso al ajuste de los Gobiernos regionales y ayuntamientos afectados y frente a las manifestaciones y encierros de los trabajadores, la multinacional adopt¨® un perfil bajo en la defensa p¨²blica de sus planes e insisti¨® en su deseo de llegar a acuerdos negociados. No quer¨ªa destapar contradicciones y poner en un brete frente a su electorado a los pol¨ªticos del PP (caso de Te¨®fila Mart¨ªnez, alcaldesa de C¨¢diz).
Deslocalizaci¨®n
Autoridades regionales y sindicatos est¨¢n con la mosca tras la oreja de la deslocalizaci¨®n industrial. La tabaquera hispanofrancesa, seg¨²n un informe elaborado por encargo del comit¨¦ de empresa por los consultores Manuel de la Rocha, Luis Zumalac¨¢rregui y Francisco Celada, podr¨ªa trasladar progresivamente la producci¨®n de sus centros en Espa?a y Francia hacia las plantas de Marruecos y Polonia, con inferiores costes laborales y de producci¨®n.
El informe recuerda que Altadis pretendi¨® sin ¨¦xito adquirir tabaqueras en Alemania, Austria e Italia, compa?¨ªas con las "que hubiera consolidado un grupo europeo de enorme potencialidad". Despu¨¦s ha optado por hacerse con Regis des Tabacs de Maroc y con una tabaquera polaca, lo que se traduce en una nueva estrategia de expansi¨®n hacia el este de Europa y hacia ?frica. La reiteraci¨®n de las intenciones de adquirir una compa?¨ªa rusa, este mercado es el tercero del mundo en consumo de tabaco, afianza esta tesis.
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