Berlusconi asegura que no tuvo informaci¨®n alguna sobre los malos tratos

El Gobierno de Silvio Berlusconi se parapet¨® ayer tras un muro de negativas: nunca supo nada de las torturas a prisioneros iraqu¨ªes, sus aliados de Washington y Londres no le informaron, el Comit¨¦ Internacional de la Cruz Roja no le envi¨® ning¨²n informe, sus servicios secretos no investigaron las c¨¢rceles y todo el asunto constituy¨® una desagradable sorpresa. Berlusconi, que se niega a comparecer ante el Parlamento para hablar de Irak, envi¨® a la C¨¢mara de Diputados al ministro de Defensa, Antonio Martino. El ministro protagoniz¨® una sesi¨®n parlamentaria muy tensa y ruidosa, en la que la mayor¨ªa conservadora dio muestras de sentirse acorralada.

Pesaban sobre el ambiente las declaraciones efectuadas la v¨ªspera por Pina Bruno, viuda de uno de los carabineros muertos en el atentado de Nasiriya. Bruno manifest¨® a los servicios informativos de la tercera cadena de la RAI que su marido le hab¨ªa hablado varias veces sobre torturas y malos tratos, en distintas conversaciones telef¨®nicas. "Estaba asqueado, trataban a los presos como escarabajos", dijo. Pina Bruno, sobre la que se abati¨® un temporal de cr¨ªticas y sospechas de resentimiento, rectific¨® ayer parcialmente sus declaraciones y subray¨® que nunca hab¨ªa insinuado que los carabineros fueran responsables o c¨®mplices en casos de tortura. Esa rectificaci¨®n fue interpretada por el bloque conservador como un desmentido. El vicepresidente del Gobierno, Gianfranco Fini, acus¨® a los periodistas de RAI3 de "manipuladores sin conciencia".

A esas horas hab¨ªa ya sobre la mesa, sin embargo, un testimonio irrefutable. El propio jefe del destacamento de carabineros en Nasiriya, coronel Carmelo Burgio, reconoci¨® que el difunto Bruno y otros hab¨ªan visto en la c¨¢rcel local "escenas inhumanas". Precis¨® que esa c¨¢rcel estaba gestionada por iraqu¨ªes, sobre los que las tropas italianas carec¨ªan de autoridad.

El ministro de Defensa no quiso opinar sobre las declaraciones del coronel Burgio al Corriere della Sera, ni respondi¨® a una pregunta parlamentaria sobre si el Gobierno se sent¨ªa maltratado por sus aliados, dado que no le informaron de los hechos cuando ¨¦stos, a partir de enero, fueron conoci¨¦ndose en Washington y Londres.

Martino se atuvo al gui¨®n en su comparecencia ante la C¨¢mara y, tras negarlo todo una y otra vez, acus¨® a la oposici¨®n de centroizquierda de ser "antiamericanista y derrotista". "Es antiamericana, porque est¨¢ siempre dispuesta a denunciar las atrocidades efectivamente cometidas por soldados de Estados Unidos, pero no dice nada de las atrocidades cometidas por otros", explic¨®, "y es derrotista porque irse ahora de Irak supondr¨ªa dejar el pa¨ªs en manos del terrorismo".

En ese sentido, incluso el Vaticano se mostr¨® ayer antiamericano. El papa Juan Pablo II, que el 4 de junio recibir¨¢ en audiencia a George W. Bush, conden¨® los casos de tortura y malos tratos como "incompatibles con la humanidad y la civilizaci¨®n". Su ministro de Asuntos Exteriores, monse?or Giovanni Lajolo, fue a¨²n m¨¢s duro en una entrevista concedida al diario La Repubblica: "Las torturas suponen para Estados Unidos un golpe m¨¢s grave que el 11-S, con la particularidad de que este golpe no lo han infligido los terroristas, sino los americanos a s¨ª mismos", declar¨®. Y reclam¨® a Washington el "gesto de generosidad" de ceder el control militar a la ONU.