Rosenquist descubre el proceso de creaci¨®n de su obra

Hasta hace pocos a?os, James Rosenquist (Grand Forks, Dakota del Norte, 1933) se neg¨® a mostrar los collages que est¨¢n en el origen de sus pinturas de gran formato, las que le encumbraron a la cima del pop art estadounidense.

La exposici¨®n retrospectiva que ayer se inaugur¨® en el Museo Guggenheim Bilbao -cerca de centenar y medio de obras creadas desde los a?os 60 que se mostrar¨¢n al p¨²blico hasta el pr¨®ximo 17 de octubre- descubre ahora el proceso de creaci¨®n que ha seguido a lo largo de toda su carrera, mostrando los collages, muchos de ellos in¨¦ditos, junto a los grandes murales.

"La esencia del collage es reunir una serie de im¨¢genes muy distintas y colocarlas juntas, y el resultado es m¨¢s una idea que una imagen", se?al¨® el artista. "Es como escuchar la radio y hacerte tu propia idea de las im¨¢genes". La comisaria de la exposici¨®n, Sarah Bancroft, destac¨® que Rosenquist no proyecta las composiciones de los collages para crear las pinturas a mayor escala. "Realiza una ret¨ªcula sobre el collage y lo transfiere al lienzo", explic¨® Bancroft. "Toda su obra se basa en una t¨¦cnica manual y mucho talento".

Rosenquist hablaba ayer en la presentaci¨®n de su deseo adolescente de llegar a pintar la Capilla Sixtina y de la experiencia acumulada como autor de vallas publicitarias. Despu¨¦s de una larga y fruct¨ªfera carrera, coincidi¨® con la comisaria en la importancia de la parte manual de su trabajo. "Me he distinguido de los dem¨¢s [los otros pintores encuadrados en el pop americano, como Andy Warhol, Roy Lichtenstein o Claes Oldenburg] en que yo he conseguido realizar murales mezclando pintura que sal¨ªa del pincel".

Rosenquist dio sus primeros pasos en el terreno de la abstracci¨®n, antes de entrar de lleno en los a?os 60 en las im¨¢genes de los medios de comunicaci¨®n y los objetos de consumo del pop art. "Su obra es m¨¢s misteriosa que la de otros artistas pop. A diferencia de Warhol, cambia las im¨¢genes", a?adi¨® Bancroft. En las pinturas de los ¨²ltimos a?os 90, vuelve a la abstracci¨®n de sus inicios.

Rosenquist admite que sus murales no han sido pintados pensado en los salones de la gente. "No soy un artista comercial, a pesar de haber tenido la suerte de vender cuadros por mucho dinero", dijo. "Pinto para demostrarme a m¨ª mismo que he tenido una idea alguna vez".