Literatura viva
DADA LA suma de adversidades que le cayeron a la cultura espa?ola con la guerra, posiblemente no sean muchos quienes sepan datos relativamente f¨¢ciles de obtener: Josep Pla public¨® entre 1946 y 1962 22 vol¨²menes en catal¨¢n, entre ellos Cadaqu¨¦s, El carrer estret, Girona o Les hores, y alcanz¨® hasta casi los treinta tomos de obra completa en la editorial Selecta, con varias series de Homenots y sin haber dejado de escribir sus cr¨®nicas y art¨ªculos para Destino, Diario de Barcelona o, en Madrid, Informaciones. La copiosa obra in¨¦dita que sigui¨® fabricando en ese mismo periodo de actividad no precisamente inerte corresponde nada menos que a la transcripci¨®n y reelaboraci¨®n de lo que acabar¨ªa public¨¢ndose en 1966 como primer tomo de una nueva Obra completa, la de Destino, con el t¨ªtulo de El quadern gris, y tampoco para entonces hab¨ªa suspendido su actividad viajera el Pla de la boina, la colilla leprosa, la mirada esquinada y la inteligencia del disimulo puro, del fingir que est¨¢ in albis, y lo que est¨¢ es enterad¨ªsimo de casi todo: con salida en el Mas Pla de Palafrugell, ha viajado en esos a?os de posguerra por toda Europa, desde Par¨ªs hasta Estambul, de Ginebra o Viena a Lisboa, y no una sino varias veces, hasta llegarse, tambi¨¦n m¨¢s de una vez, hasta Buenos Aires (para visitar a L¨®pez Llaus¨¤s, fundador de Sudamericana), o ese Nueva York que le da para tratar a Josep Ferrater Mora y escribir otro estupendo libro de viajes.
Perdonen las apreturas del p¨¢rrafo anterior pero a veces la suma de datos vale casi tanto como una idea. Y no me parece secundario recordar todav¨ªa que en el erial de marras de la posguerra Josep M. Cruzet fue el gran editor en catal¨¢n (y el gran editor de Pla) con editorial Selecta, hasta su muerte en 1962: la colecci¨®n sobrepasaba ya los trescientos t¨ªtulos, adem¨¢s de haber ido reuniendo las obras completas, y compactas, de los maestros catalanes en la Biblioteca Perenne. La buena suerte de Pla con la censura (comentada en las cartas una y otra vez, y bien anotada por una experta en la cuesti¨®n, Maria Josepa Gallofr¨¦) se entiende ahora gracias a la persistente intervenci¨®n de Jaume Vicens Vives, como hombre bien conectado con el poder a trav¨¦s de Florentino P¨¦rez Embid, que duerme en casa de Vicens cuando viene a Barcelona, y a quien pasea un verano Pla por tierras catalanas.
En autor y editor el empe?o fue el mismo: "Retor?ar l'adversitat, v¨¨ncer la cat¨¤strofe i crear, amb les pedres disperses del nostre espirit, l'edifici de les m¨¦s s¨°lides possibilitats de l'edici¨® catalana normal". La po¨¦tica de la banalidad, como la llam¨® Xavier Pla (sin parentesco con el escritor, aparte de saberlo todo sobre ¨¦l), ha llevado a confundir a demasiados incautos, atrapados en t¨®picos indecorosos sobre la indolencia y la informalidad de Pla. La tenacidad, la lucidez, la vasta cultura y una perspicacia sint¨¦tica y original est¨¢n en este epistolario por todos los lados, como lo est¨¢ en su obra de esa manera dispersa y propiamente moderna de escritor sin catecismos, con libertad de juicio e imaginaci¨®n cr¨ªtica fuera de lo com¨²n, adem¨¢s de informaci¨®n siempre o casi siempre exacta y de primera mano: el retrato del poder del Opus Dei catal¨¢n y los cincuenta mil Valls i Taberner, por ejemplo, es impagable, como lo es la exactitud de sus apreciaciones sobre obras y personajes -Vicens Vives, Carles Riba, Joan Fuster, Agust¨ª Calvet, Gaziel, Antonio Vilanova, Josep M. Castellet o un Dionisio Ridruejo definido en 1951 como "antifranquista absolut"-.
Pla no perdi¨® nunca de vista el empe?o final que le animaba, la necesidad de dotar al pa¨ªs con un autor con obra importante, y la expresi¨®n es suya. Lo que importa no es el autor sino la obra, importante en cantidad, variedad, amenidad e inteligencia. En un pa¨ªs de escritores de domingo, dice por alg¨²n lado, alguien tendr¨¢ que hacer el trabajo. Si la herencia de Pla ha quedado asociada al grupo Verg¨¦s y Destino, este epistolario explica sin rebozo qu¨¦ hizo Pla antes de dejar en manos de su amigo Verg¨¦s la difusi¨®n de su literatura desde 1966, con el primer tomo de otras obras completas: hizo la literatura catalana m¨¢s viva, variada, moderna, sagaz y rica de la que se tenga memoria en Catalu?a.
Amb les pedres disperses. Cartes 1946-1962. Josep Pla/Josep M. Cruzet. Edici¨®n y pr¨®logo de Maria Josepa Gallofr¨¦ Virgili. Destino. Barcelona, 2004. 729 p¨¢ginas. 33 euros.
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