Desesperanzas

A medida que se va acercando el mes de junio, aumenta el desconsuelo y la desesperanza de muchos aficionados a la m¨²sica que, en estas fechas, disfrut¨¢bamos desde hac¨ªa cuatro a?os de las representaciones y conciertos de la ?pera de Berl¨ªn, dirigida por Daniel Barenboim en el Teatro Real. En estos a?os hemos asistido a espl¨¦ndidas representaciones de ¨®peras como Trist¨¢n e Isolda o Los Maestros Cantores de Wagner, Fidelio de Beethoven o Elektra de Strauss. Y a conciertos en los que hemos escuchado, por ejemplo, la Novena sinfon¨ªa de Beethoven, el R¨¦quiem alem¨¢n de Brahms o la Quinta sinfon¨ªa de Mahler. Todo ello se nos ha venido abajo, ya que el Gobierno de Esperanza Aguirre ha dictado sentencia de anulaci¨®n a partir de este a?o por "caro" y "elitista". ?Espl¨¦ndido concepto de cultura de una persona que, para mayor escarnio, ha sido ministra de Cultura y de Educaci¨®n! Parafraseando a Javier Tussell en un art¨ªculo reciente: "... en qu¨¦ manos hemos estado y en qu¨¦ manos estamos todav¨ªa en Madrid".

Y qu¨¦ diferencia con el anterior Gobierno del se?or Ruiz-Gallard¨®n, que se vanagloriaba el a?o pasado, y con toda la raz¨®n, de que una persona, por muy pocos euros, pod¨ªa asistir a una representaci¨®n de El holand¨¦s errante en el Teatro Real y nada menos que por la Compa?¨ªa de la ?pera de Berl¨ªn. En fin, s¨®lo nos queda agradecer al maestro Daniel Barenboim y al se?or Ruiz-Gallard¨®n tantas tardes maravillosas y esperar que las desesperanzas que nos proporciona Esperanza Aguirre terminen cuanto antes.