Una pretendida fortaleza
Portugal, que nunca encar¨® un evento de tal magnitud, cuenta con la ayuda de la OTAN y ha invertido 40 millones y movilizado a 20.000 agentes
La seguridad es la prueba m¨¢s dura a la que se enfrenta Portugal durante la Eurocopa. Nunca el pa¨ªs tuvo un evento de tales dimensiones. Y, adem¨¢s, en un momento internacional muy complicado. La amenaza terrorista siempre fue una preocupaci¨®n del comit¨¦ organizador, pero los atentados del 11-M la hicieron m¨¢s real y... cercana. Con las fronteras cerradas, todas las fuerzas policiales movilizadas y la ayuda de la OTAN, el territorio luso pretende ser en estos d¨ªas una verdadera fortaleza.
Portugal no figura entre los pa¨ªses amenazados por los grupos radicales isl¨¢micos, pero su primer ministro, Dur?o Barroso, apoy¨® la guerra en Irak. Por a?adidura, aqu¨ª est¨¢n las selecciones de Inglaterra, Italia y Espa?a. El comit¨¦ de seguridad consider¨® que algunas precisan un refuerzo del dispositivo, que se traduce en una mayor vigilancia de los hoteles en los que se alojan y de sus lugares de entrenamiento. Cada uno de sus miembros tienen una escolta personal que impiden el acercamiento de los extra?os. Los desplazamientos entre el hotel y los estadios tendr¨¢n recorridos distintos a cada d¨ªa. Sus partidos contar¨¢n con vigilancia extra.
Hay otra lista que re¨²ne a los conjuntos con aficionados peligrosos. A su frente se hallan Inglaterra y Alemania y detr¨¢s Holanda, Croacia e Italia. La polic¨ªa brit¨¢nica incaut¨® los pasaportes a m¨¢s de 2.000 hooligans. Adem¨¢s, 22 de sus agentes se han desplazado para ayudar a controlar a sus seguidores. En realidad, los habr¨¢ de todos los pa¨ªses para acompa?ar a sus hinchas. Alemania ha enviado a 18 y Holanda, Italia y Espa?a a 12 cada una. Los aficionados espa?oles no est¨¢n cuestionados, pero se prev¨¦ que sean mucho m¨¢s numerosos que los restantes.
En los partidos de riesgo, las aficiones de los equipos ser¨¢n separadas a su llegada a los aeropuertos. Las primeras ser¨¢n las de Inglaterra y Francia, que jugar¨¢n el domingo en Lisboa. Este encuentro fue considerado como uno de los m¨¢s delicados, por la tradicional rivalidad. Se espera que 30.000 brit¨¢nicos y franceses aterricen en la capital lusa para asistir a esa cita.
Los polic¨ªas extranjeros colaborar¨¢n con los 20.000 lusos movilizados en unos d¨ªas sin fiestas ni vacaciones. Esta prohibici¨®n desencaden¨® protestas por parte de los sindicatos de las fuerzas de seguridad, que, en general, intentaron aprovechar la Eurocopa para hacer exigencias al Gobierno con la amenaza de huelgas y protestas. En los ¨²ltimos d¨ªas, los paros anunciados fueron suspendidos y s¨®lo una de las centrales mantiene la convocatoria de una manifestaci¨®n para el 14 de este mes. "Ninguna de estas protestas afecta en lo m¨¢s m¨ªnimo a la estructura de seguridad prevista", afirma el general Leonel Carvalho, responsable del comit¨¦ de seguridad.
Para cada encuentro ser¨¢n convocados 4.000 polic¨ªas. Cerca de 1.000 estar¨¢n dentro del estadio, ayudados por otros 100 miembros de la seguridad privada. Todos los espectadores ser¨¢n revisados y pasar¨¢n tres controles para entrar en los recintos. Fuera, la tranquilidad de los 10 millones de portugueses y del mill¨®n y medio de extranjeros previstos ser¨¢ asegurada igualmente por la OTAN, que controla los cielos con aviones radar Awacs y F-16. Los d¨ªas de partido, el espacio a¨¦reo ser¨¢ cerrado entre el mediod¨ªa y la medianoche. Las ocho ciudades anfitriona tienen adem¨¢s instalado un sistema de v¨ªdeo-vigilancia y habr¨¢ francotiradores de ¨¦lite en los puntos estrat¨¦gicos.
En total, el Gobierno portugu¨¦s invirti¨® 40 millones de euros en la seguridad en torno a la Eurocopa, de los cuales 20 se destinaron a comprar nuevos equipos para las fuerzas de seguridad.
Para que nada falle, 1.200 funcionarios judiciales asegurar¨¢n el funcionamiento permanente de 20 tribunales. La idea es hacer juicios r¨¢pidos a los autores de cualquier tipo de disturbios y proceder a su inmediata repatriaci¨®n.
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