La frustraci¨®n de Trezeguet
El delantero franc¨¦s busca la soluci¨®n a su mal juego y a su incompatibilidad con Henry
David Trezeguet tiene todos los motivos para sonre¨ªr. A los 26 a?os, acaba de renovar su contrato con el Juventus, es el 9 de la selecci¨®n campeona de Europa y ha firmado 29 goles en 54 partidos con los Bleus, a uno tan s¨®lo de figuras como Fontaine o Papin, y a 12 de Platini, con tiempo por delante para superarlo. Y, sin embargo, consumida la primera fase del torneo, el delantero franc¨¦s de origen argentino est¨¢ al borde de la depresi¨®n futbol¨ªstica. "Es una frustraci¨®n moral. No hemos tenido muchos balones ni ocasiones. Es una competici¨®n m¨¢s dif¨ªcil de lo que me esperaba", dijo Trezeguet en el peri¨®dico L'Equipe antes de que Francia venciera a Suiza en el tercer partido de la primera ronda (3-1). Es decir, antes de que su reputaci¨®n se resintiera pese a la victoria. Porque ¨¦sta se produjo justo cuando el seleccionador, Jacques Santini, lo envi¨® a la ducha, en el minuto 76, y entr¨® en su lugar Saha. S¨®lo 30 segundos m¨¢s tarde, Saha dar¨ªa el pase del gol que liber¨® de su p¨¦simo arranque de campeonato a Henry, que volver¨ªa a marcar poco despu¨¦s. En Italia o Espa?a arder¨ªa ahora el debate sobre qui¨¦n deb¨ªa jugar hoy ante Grecia, si el deprimido Trezeguet o el inspirado Saha, pero no en Francia, que se toma estas cosas con m¨¢s calma. Al primero lo avala su olfato de gol y su impresionante palmar¨¦s; al segundo, su velocidad y su frescura, tan necesarias para batir a un rival de pura piedra como el griego.
Nunca ha sido Trezeguet un futbolista bonito de ver, consecuencia de sus afiladas piernas y de su t¨¦cnica m¨¢s bien escasa. Pero, al menos, siempre result¨® fiable en el ¨¢rea contraria por su car¨¢cter depredador. Solamente fue titular una vez en el Mundial que gan¨® Francia en 1998 en su casa, pero marc¨® dos goles. Y otro tanto le sucedi¨® en la Eurocopa 2000: su gol de oro le brind¨® el triunfo a los Bleus ante Italia en la final. Ahora, en cambio, llegado el primer gran torneo sin que se le discuta la titularidad, su olfato parece haberse atrofiado. Cierto que anot¨® ante Croacia, pero fue un gol precedido de una mano tras el rechace del portero y el permiso del ¨¢rbitro, que no lo anul¨®. "Me preocupa no haber marcado en jugada. Es una Eurocopa delicada: los equipos que atacan chocan contra muros. Cada d¨ªa es m¨¢s dif¨ªcil atacar que defender, y terminamos m¨¢s cansados que los dem¨¢s".
Su relaci¨®n con Henry viene de largo y siempre marcada por la amistad y los ¨¦xitos. Han formado una delantera espectacular desde que coincidieron a los 18 a?os en el M¨®naco y ganaron el t¨ªtulo de Liga. Al a?o siguiente, ya ser¨ªan ambos campeones del mundo sub 18 y Trezeguet el m¨¢ximo goleador de la competici¨®n, con cuatro tantos. Fue una etapa dorada para ¨¦l en un pa¨ªs casi desconocido. Hab¨ªa llegado apenas dos a?os antes de Argentina, donde se cri¨® y comenz¨® su carrera en el Platense.
Pues bien, ocho a?os despu¨¦s, por esas paradojas del f¨²tbol, Henry y Trezeguet parecen incompatibles. Henry se ha acostumbrado a actuar como primer delantero en el Arsenal, con mucho espacio por delante, y la presencia de su ex compa?ero del M¨®naco le incomoda. Henry, acusado de falta de gol antes del partido contra Suiza, ech¨® balones fuera: "No soy el ¨²nico que no marca goles. Miren a Ra¨²l", explic¨®.
"La soluci¨®n quiz¨¢ sea jugar m¨¢s en largo, saltar las l¨ªneas, sobre todo para Henry, que en Inglaterra est¨¢ poco acostumbrado a estas defensas tan apretadas", sugiere Trezeguet, que se?ala una de las claves del pobre f¨²tbol de su selecci¨®n: "Apenas desbordamos por las bandas y tenemos el defecto de querer entrar por el centro".
?ste es uno de los problemas m¨¢s evidentes de Francia. Su ausencia de laterales que alcancen la l¨ªnea de fondo. Lo logra de vez en cuando el veterano Lizarazu por la izquierda. Pero nunca por la derecha Sagnol, lesionado, ni Gallas, tambi¨¦n tocado. Lizarazu critic¨® p¨²blicamente al entrenador por el esquema empleado y ¨¦ste le respondi¨® con frialdad, aunque no se atrevi¨® a mandarle al banquillo. El m¨®dulo, en cualquier caso, s¨ª cambi¨® en el choque ante Suiza. Pires retras¨® su posici¨®n, se convirti¨® en el tercer recuperador, junto a Vieira (lesionado, hoy jugar¨¢ Dacourt) y Makelele, y los tres concedieron m¨¢s libertad a Zidane, Henry y Trezeguet. Se trataba de arrancar desde m¨¢s atr¨¢s para aprovechar mejor la velocidad de Henry. Eso es lo que intentar¨¢ Francia ante Grecia: atraerla hacia su campo y, si pica, zas, enviar el contragolpe a lomos del galope de Henry.
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