Una muestra recupera la obra de Isidoro Guinea, el "rey del l¨¢piz"

Isidoro Guinea (Bilbao, 1893-1947) se inici¨® en el arte de la mano de su padre, el pintor Anselmo Guinea, pero no tard¨® en hallar su propio camino. Se dedic¨® al cartelismo y a la decoraci¨®n de interiores, ilustr¨® libros y se hizo un nombre por su destreza con el dibujo. Le llamaban "el rey del l¨¢piz". El Museo Naval donostiarra recupera ahora su figura en Costa Vasca, una muestra de 33 piezas expuestas por ¨²ltima vez en los a?os 40.

"Isidoro Guinea no es un pintor demasiado conocido", dijo ayer Jos¨¦ Mar¨ªa Unsain, director del Museo Naval de San Sebasti¨¢n. La historia, asegura, le ha olvidado y ello a pesar de que en su momento expuso mucho y estuvo bien considerado, especialmente por sus dibujos. ?El motivo? "Es de esos pintores que en sus inicios trabaj¨® en cauces de vanguardia, para luego retomar el arte m¨¢s tradicional. Y le ha pasado como a otros artistas no rupturistas: que apenas se ha reivindicado su obra". Quiz¨¢ este olvido tambi¨¦n se explica porque Guinea vivi¨® siempre a la sombra de su padre, uno de los m¨¢s destacados representantes de la pintura moderna vasca.

El Museo Naval se ha propuesto recuperar ahora la figura de este creador polifac¨¦tico que desarroll¨® un trabajo art¨ªstico muy vinculado al mar. Se ve clar¨ªsimamente en la exposici¨®n inaugurada ayer: la mayor¨ªa de las 33 piezas expuestas en la sala -todas ellas propiedad de un coleccionista particular, salvo dos procedentes del Museo del Arrantzale de Bermeo- son marinas o escenas de trabajo y ocio en el mar: desde pescadores saliendo a navegar hasta veraneantes en la playa de Deba, cuando se tostaban vestidos al sol.

Casi todos los dibujos est¨¢n hechos con l¨¢pices de colores, aunque figura tambi¨¦n alguna muestra del trabajo que Guinea realiz¨® con tintas y dos ¨®leos sobre tabla, punto de partida de sendos murales que ide¨® en 1936 para decorar la Casa del Hu¨¦rfano Miliciano en Bilbao.

Entre las estampas de la costa vasca y Castro Urdiales hay tambi¨¦n im¨¢genes de espacios urbanos que ilustran su pasi¨®n por la arquitectura. Guinea, adem¨¢s de "rey del l¨¢piz", fue pintor, cartelista, decorador de interiores, dise?ador de muebles, ilustrador de libros e incluso escen¨®grafo. Dio sus primeros pasos de la mano de su padre, pero enseguida se interes¨® por las artes decorativas. En 1913, gan¨® una beca de la Diputaci¨®n de Vizcaya, que le permiti¨® estudiar en Par¨ªs, Mil¨¢n y Roma. Fue all¨ª, en Italia, donde se inici¨® en las t¨¦cnicas escenogr¨¢ficas, seg¨²n cuenta el historiador Mikel Lertxundi. Y las puso en pr¨¢ctica a su regreso a Bilbao en montajes como Amaya, de Jes¨²s Guridi. Guinea, nombrado profesor de la Escuela de Artes y Oficios de Bilbao en 1926, mantuvo una intensa actividad art¨ªstica y expositiva que se vio truncada por la guerra civil.