Travesuras

La reuni¨®n con el presidente murciano, Ram¨®n Luis Valc¨¢rcel, es ya una rutina de la semana. Me refiero a la agenda del presidente valenciano, Francisco Camps, que hace pareja pol¨ªtica con el vecino del sur a cuenta del derogado trasvase del Ebro, en medio de una estridente demagogia. Proteger desde el Consell el trazado previsto para la gigantesca obra descartada, es decir, suspender las licencias y condicionar el uso de los terrenos en una franja de 460 kil¨®metros de larga, es la ocurrencia m¨¢s reciente surgida de los escarceos en ese quijotesco frente h¨ªdrico. Consiste en una moratoria urban¨ªstica como la que tanta falta hace en el litoral, pero trasladada a los inveros¨ªmiles parajes del disparate pol¨ªtico e institucional. Nada nuevo en un Ejecutivo ebrio de ¨¦nfasis, adicto a la propaganda y tocado por el v¨¦rtigo de la alegre muchachada que nunca pudo ser. S¨®lo as¨ª, como una juguetona huida en grupo hacia delante, se explica su comportamiento. Re?ir a la Acad¨¨mia Valenciana de la Llengua de forma irrespetuosa para que deje en manos de los pol¨ªticos el asunto de la denominaci¨®n del valenciano, en una involuci¨®n completa del esp¨ªritu que fundament¨® la instituci¨®n (cuando Camps todav¨ªa parec¨ªa un pol¨ªtico con alguna convicci¨®n personal), ha sido otra de las haza?as de estos d¨ªas. Tambi¨¦n lo ha sido rectificar la chuler¨ªa inicial de "yo no pongo un euro, que lo paguen ellos" en la Copa del Am¨¦rica, mediante el ingenuo recurso de coleccionar inversiones (una l¨ªnea de metro, una ronda urbana, la ampliaci¨®n de unos juzgados y de un hospital, un centro de salud o la promoci¨®n agroalimentaria). No es necesario insistir en la cara dura que hace falta para sacarse por sorpresa de la manga, como ha hecho la Generalitat, el aval a una investigaci¨®n con c¨¦lulas madre despu¨¦s de la que ha ca¨ªdo sobre Bernat Soria. El nombramiento del nuevo director general de R¨¤dio Televisi¨® Valenciana ha venido, por ahora, a culminar la dosis de travesuras, con el crujido de la ley de creaci¨®n hecha pedazos para imponer al secretario auton¨®mico de Comunicaci¨®n, Pedro Garc¨ªa, as¨ª a los rivales de dentro del PP como a todos los ciudadanos. M¨¢s que la prudencia de un gobierno, tanta desenvoltura confiere al Consell la jovialidad de una pandilla.