Ante el mejor Alonso, un colosal Schumi

Sobre el ardiente asfalto de Magny Cours a alg¨²n aficionado se le vino a la memoria una antigua leyenda, la del ciclista Federico Mart¨ªn Bahamontes. En el decenio de los cincuenta dominaba de tal forma en las empinadas subidas de los cols piren¨¢icos que pod¨ªa sentarse sobre un moj¨®n en la cima a tomarse un helado mientras esperaba que llegaran sus adversarios. Salvando todas las diferencias, abismales, Michael Schumacher, un d¨ªa de estos, va a estar en disposici¨®n de ponerse a hacer un crucigrama mientras su Ferrari devora las ¨²ltimas vueltas de un gran premio. Ayer, Fernando Alonso, en su mejor actuaci¨®n en lo que va de temporada, se las hizo pasar canutas por momentos en el Gran Premio de Francia de f¨®rmula 1. Pero, cuanto m¨¢s brill¨® la poderosa conducci¨®n del espa?ol, mayor fue el despliegue de Schumi, que sac¨® a relucir su inmensa calidad. Exigido como pocas veces por Alonso, que defendi¨® con determinaci¨®n la pole position desde la que parti¨® y que se mantuvo en cabeza durante las primeras 32 vueltas, el alem¨¢n, seis veces campe¨®n mundial, anonad¨® a rivales y espectadores. Su habilidad para rebasar a Alonso tras la segunda parada de ambos en los boxes fue paralela a su picard¨ªa estrat¨¦gica.

Barrichello completa el triunfo de Ferrari y en la ¨²ltima vuelta arrebata a Trulli el tercer puesto

Necesit¨® Schumacher ir al l¨ªmite para rebasar a Alonso en el galimat¨ªas que suponen los recesos para las tareas mec¨¢nicas y de repostaje. Lo consigui¨® como por arte de birlibirloque despu¨¦s de que el asturiano completara una segunda parada excepcional: s¨®lo invirti¨® en ella 6,2 segundos. Pero, cuando volvi¨® a la pista, en esa vuelta 32?, Alonso observ¨® que por delante de su Renault pasaba algo, una centella de color rojo: el Ferrari de Schumi, c¨®mo no. Pero la diferencia entre ambos era m¨ªnima. Apenas tres segundos.

La clave de la carrera, que en la cabeza no tuvo m¨¢s protagonistas que ellos, se produjo unas vueltas m¨¢s adelante. En el giro 42?, Schumacher dej¨® su Ferrari en manos del batall¨®n de r¨¢pidos y expertos mec¨¢nicos, que invirtieron 6,5 segundos en poner algo de gasolina y cambiar los neum¨¢ticos. Mientras tanto, Alonso se las ten¨ªa tiesas con el brasile?o Massa, que se hac¨ªa el remol¨®n al apartarse, lo que deben hacer todos los pilotos que son doblados. A toda pastilla iba Alonso, en pos de la que deb¨ªa ser la segunda victoria de su carrera en el circo.

Pero, cuando la teor¨ªa dec¨ªa que el Renault n¨²mero 8, supuestamente con menos gasolina, iba a ser m¨¢s r¨¢pido que el Ferrari, la pr¨¢ctica deriv¨® justamente en todo lo contrario. Schumacher, con su b¨®lido menos cargado de carburante de lo que cre¨ªan los t¨¦cnicos de la escuder¨ªa francesa, marcaba una vuelta r¨¢pida tras otra mientras Alonso notaba como nunca el deterioro de sus neum¨¢ticos. Cuatro vueltas m¨¢s tard¨®, el espa?ol efectu¨® su tercera parada. Volvi¨® a salir a la pista en la segunda posici¨®n mientras Schumacher se le iba a tal distancia que, por momentos, lo perd¨ªa de vista. Llegaron a registrarse hasta 22 segundos de diferencia. La suerte estaba echada. Pero todav¨ªa faltaba el ¨²ltimo golpe de teatro. Lo asest¨® el equipo Ferrari. Con una cuarta parada, que, en condiciones normales, nadie efect¨²a, dej¨® al descubierto lo que hab¨ªa sucedido: su estrategia. A Alonso le pidieron desde la garita de mandos de Renault que apretara a fondo. Pero ya no hab¨ªa nada que hacer. Schumacher hab¨ªa acumulado tal ventaja que s¨®lo un fallo final le habr¨ªa privado del triunfo. No se produjo. Y Schumi acab¨® acumulando su noveno triunfo en los diez grandes premios que se llevan disputados esta temporada, el s¨¦ptimo en el de Francia, uno m¨¢s ya que el franc¨¦s Alain Prost, y alcanzando un total de 90 puntos, que le otorgan una ventaja en la clasificaci¨®n general que le lleva derechito hacia su s¨¦ptimo t¨ªtulo mundial.

Por si no bastara, Barrichello, en la ¨²ltima vuelta, arrebat¨® el tercer puesto al italiano Jarno Trulli. El sue?o de Renault era desbancar a Ferrari en un circuito en el que act¨²a como si fuera su casa. Ni siquiera consigui¨® eso, los dos pelda?os contiguos al caj¨®n al que se subi¨® Schumi. Y ello, a pesar de que Barrichello hab¨ªa partido desde la d¨¦cima posici¨®n de la parrilla de salida.

Marc Gen¨¦, a los mandos del Williams del convaleciente Ralf Schumacher, no sali¨® bien. Pero complet¨® una actuaci¨®n aceptable con un d¨¦cimo puesto que es poca cosa para su marca, pero s¨®lo dos por detr¨¢s de su compa?ero, el colombiano Juan Pablo Montoya. Los McLaren de Coulthard y Raikkonen consiguieron acabar al menos, algo ya destacable en una temporada nefasta para el equipo de las flechas plateadas, y superaron adem¨¢s a Montoya. Pero, a fin de cuentas, todo eso qued¨® reducido a la letra peque?a. La historia grande estaba ya firmada por Schumacher y Alonso.