Mill¨¢s cuenta sus obsesiones e indaga en las trampas de la realidad
El cartel de la puerta en la sede Eurof¨®rum de los cursos de verano de la Universidad Complutense anunciaba: Juan Jos¨¦ Mill¨¢s. Autoentrevista. El escritor lleg¨® y explic¨® que los organizadores le hab¨ªan sugerido que buscase a alguien para que le entrevistase. Pero ¨¦l, al no atreverse a molestar a ninguno de sus amigos ("les iba a partir la tarde"), se entrevist¨® a s¨ª mismo.
El escritor habl¨® de sus obsesiones, de la confusi¨®n que crean las palabras que se parecen. Y desvel¨® que est¨¢ escribiendo una enciclopedia personal donde apunta su relaci¨®n con las palabras. Todav¨ªa no ha pasado de la letra A. En aborto anota: "Esta palabra me caus¨® mucha confusi¨®n. En casa la o¨ªa con un punto de misterio. Un d¨ªa abr¨ª la Espasa, el ¨²nico libro que hab¨ªa en casa de mis padres, para ver qu¨¦ era aquello. Todo era a prop¨®sito de que mi t¨ªa Maruja hab¨ªa tenido un aborto. La primera acepci¨®n dec¨ªa: 'No nacido antes de tiempo'. Sigo sin entenderlo. En otra: 'Una cosa sobrenatural, rara, que est¨¢ fuera de las leyes normales'. Aquello me excit¨® much¨ªsimo m¨¢s, porque mi t¨ªa me gustaba mucho...".
Tras un tiempo prudencial, lleg¨® el momento en el que Mill¨¢s descans¨®. ?Alguien quiere preguntar?, dijo. Silencio total. "Antes cuando pasaba esto me sent¨ªa fatal. Ahora nada, me da igual". Hasta que una mujer se lanz¨®: "?Est¨¢ escribiendo algo?". "No, el libro sobre el caso Nevenka me ha tenido muy ocupado. Espero retirarme en agosto, y como siempre se tiene algo en embri¨®n, posiblemente arranque". "?Y qu¨¦ tal est¨¢ Nevenka?". "Bien, con la paradoja de que el acosador vive en el pueblo y la v¨ªctima fuera de Espa?a". El caso Nevenka es un asunto que a Mill¨¢s, despu¨¦s de tres a?os, le hace saltar de la silla. "Nadie escrib¨ªa de ella, seguramente porque es guapa y de derechas, porque si hubiese sido fea y de izquierdas se hubieran ocupado de ella. Llenar ese vac¨ªo es lo que me motiv¨®".
Experimentar
Acab¨® revelando que lo que le gusta es experimentar. Un d¨ªa novela, otro reportaje, una columna, ir a la radio, una conferencia ("si tuviera que dedicarme todo el d¨ªa s¨®lo a escribir una novela no me levantar¨ªa de la cama", dijo impasible).
Esta semana la dedic¨® a impartir un taller de escritura a 14 alumnos. "Soy guionista y siempre me ha gustado escribir. Mill¨¢s siempre me ha atra¨ªdo", cont¨® Nuria Hern¨¢ndez, "si te puedes quedar con dos o tres ideas que ha dado y las consigues aplicar, realmente has ganado much¨ªsimo".
Las gu¨ªas del maestro son: la realidad en cualquier momento te la puede jugar; la realidad y la ficci¨®n est¨¢n tan entreveradas que es muy dif¨ªcil separarlas, la educaci¨®n tiende a establecerla, pero es ret¨®rica, no existe la frontera; para escribir hay que poner en cuesti¨®n la propia idea de la realidad, despojarse de los clich¨¦s, "desaprendizarse", y entonces sentarse ante el papel en blanco.
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