El romanticismo de Roy Orbison
Roy Orbison fue el gran rom¨¢ntico de la generaci¨®n del rock and roll, un insuperable escultor de dramas amorosos. El recopilatorio All-time greatest hits of Roy Orbison junta todos los temas cl¨¢sicos grabados para la compa?¨ªa Monument entre 1958 y 1965, de Oh Pretty woman a In dreams. El CD se puede adquirir a partir de ma?ana por 5,95 euros con EL PA?S.
El cancionero de Roy Orbison abunda en profundos dramas de soledad y desamor. Es un repertorio adecuado para un cantante de voz oper¨ªstica y sensibilidad extrema, muy apreciado por la gente del cine: David Lynch utiliza su In dreams en Blue velvet y Oh pretty woman inspira el t¨ªtulo de una comedia donde Julia Roberts es la moderna Cenicienta y Richard Gere su pr¨ªncipe redentor.
Roy Orbison nace en Tejas (Vernon, 1936) y canta desde sus a?os tiernos. Los padres desean que estudie geolog¨ªa -se vive el boom del petr¨®leo- pero ¨¦l sigue actuando incluso en la universidad. Saca su primer disco en 1955 y, al a?o siguiente, ficha por Sun Records, la marca de Memphis que ha descubierto a Elvis. All¨ª manda el rockabilly y Roy no es lo bastante salvaje o temperamental para competir con sus compa?eros de escuder¨ªa.
En 1958, Orbison se ha mudado a Nashville, donde cree tener futuro como compositor. Acierta: los Everly Brothers triunfan con su Claudette, una oda a su esposa. Tras otra intentona con RCA, encuentra su hueco como artista discogr¨¢fico con Monument. Esa compa?¨ªa de country est¨¢ habituada a grabar con arregladores, orquestas y coristas; ven a Roy como un Mario Lanza melanc¨®lico y no escatiman en gastos de producci¨®n.
A partir de 1960, Orbison coloca una cadena de dolorosos ¨¦xitos en las listas. Por orden de llegada son Only the lonely, Blue angel, I'm hurtin, Running scared, Crying, Dream baby, Leah, In dreams, Falling, Blue bayou. Casi todas son baladas firmadas por Roy, que sin embargo tiene tambi¨¦n un rinconcito rockero en su coraz¨®n: suele poner en las caras B piezas movidas como Candy man o Working for the man.
Y es un tema insistente el que le da su mayor impacto; adem¨¢s, Oh pretty woman tiene mucha lujuria, como demuestra el rugido de tigre que lanza tras el estribillo. Corre el a?o 1964 y Roy penetra en aguas pantanosas: Claudette se ha divorciado, tras enterarse de una infidelidad del cantante. Ahora el melodrama se hace real: Roy y Claudette vuelven a casarse en 1966. Los Orbison son moteros; volviendo a casa tras una carrera, un cami¨®n embiste a Claudette, que muere en el hospital. La desgracia parece cebarse con el vocalista de las gafas oscuras. En 1968, un incendio en su casa acaba con la vida de dos de sus tres hijos.
Su carrera tampoco va bien. Ha saltado a MGM, compa?¨ªa que promete establecerle tambi¨¦n como actor. Y no cumple: le encajan en un gui¨®n que hasta Elvis Presley ha rechazado, The fastest guitar alive. Los ¨¦xitos se van espaciando y su p¨²blico original se evapora. En 1976, toca fondo cuando act¨²a ante cien personas en Ohio, como animador de una exposici¨®n de furgonetas. Sin embargo, ese mismo a?o es n¨²mero 1 en el Reino Unido con The best of Roy Orbison. Los ingleses siempre le han adorado: los Beatles han interpretado sus canciones y se lo llevan de telonero en 1963.
El mismo George Harrison vuelve a situarle en la primera divisi¨®n en 1988, cuando le incorpora a The Traveling Willburys, donde ambos se codean con Bob Dylan, Jeff Lynne y Tom Petty. En realidad, ese supergrupo llega cuando Orbison ya est¨¢ disfrutando de un momento dulce. En 1987, Bruce Springsteen ha insistido en pronunciar el parlamento de bienvenida cuando Roy ingresa en el Rock and Roll of Fame. Poco despu¨¦s se graba un especial de televisi¨®n, A black and white night, con colaboraciones de Springsteen, Tom Waits, Elvis Costello, Bonnie Raitt, k. d. lang y otros admiradores. De hecho, Orbison cumple los 52 a?os de gira con Bruce: el p¨²blico en masa le canta el Happy birthday. No volver¨¢ a escuchar algo parecido: el 6 de diciembre de 1988 sufre un fatal ataque el coraz¨®n.
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