Bielsa y el mito de S¨ªsifo

El entrenador, el equipo, los hinchas, el f¨²tbol argentino dese¨® tanto una revancha luego del fracaso en la Copa del Mundo de 2002, cuando Argentina qued¨® eliminada en la primera ronda tras vencer a Nigeria, perder 0-1 con Inglaterra tras un penalti convertido por Beckham y empatar 1-1 con Suecia, que sali¨® como la so?aba: frente a Brasil y en la final de la Copa de Am¨¦rica. Ese d¨ªa y ese momento esperado han llegado.

Argentina jug¨® mejor los partidos previos y es favorita, pero tambi¨¦n lo era antes de empezar la Copa del Mundo despu¨¦s de su brillante desempe?o en las eliminatorias. Con ese antecedente, el entrenador Marcelo Bielsa tendr¨¢ al fin la oportunidad de comprobar si su destino futbol¨ªstico tiene algo o no del mitol¨®gico S¨ªsifo, el m¨¢s sabio y prudente de los mortales que cometi¨® el error de revelar el secreto de los dioses griegos y fue condenado a subir, eternamente, una roca hasta la cima de una monta?a de la que ca¨ªa en el ¨²ltimo instante por su propio peso.

La prensa brasile?a advierte en cada titular que se trata de un equipo B, por las ausencias de titulares como Ronaldo, Caf¨², Roberto Carlos, Kak¨¢ o Ronaldinho. Pero Argentina tampoco es la misma. En la plantilla ya no est¨¢n el Piojo L¨®pez, ni Batistuta, ni Crespo, ni Simeone, ni Ver¨®n. Por lesiones, permisos denegados y dem¨¢s faltan Aimar, Samuel y Riquelme, entre otros. De los que eran considerados irremplazables s¨®lo queda el capit¨¢n, Roberto Ayala y los todoterreno Zanetti, Kily Gonz¨¢lez y Sor¨ªn. A ellos se sumaron los ganadores de los t¨ªtulos sub 20 y sub 17 en los ¨²ltimos a?os: Saviola, D'Alessandro, T¨¦vez, Mascherano, Figueroa, Facundo Quiroga, Lucho Gonz¨¢lez y el formidable Heinze, un central que acaba de incorporarse al Manchester y discute ya la titularidad con Walter Samuel.

Hace dos a?os comenz¨® un per¨ªodo de transici¨®n y soledad. La prensa empleada de la empresa que financia al f¨²tbol argentino criticaba, hasta ahora, duramente a Bielsa y los hinchas dejaron los campos a medio llenar. Volver a enamorar, era la consigna. No basta con ganar, hab¨ªa que jugar bien, como se debe, como le gusta a la mayor¨ªa de los hinchas argentinos. El entrenador entendi¨® el mensaje. Un d¨ªa junt¨® a D'Alessandro y Aimar, otro d¨ªa convoc¨® a Riquelme, entr¨® Mascherano, el mejor jugador de esta Copa, tambi¨¦n Lucho Gonz¨¢lez, sac¨® a Crespo y le dio la oportunidad a Saviola.

La f¨®rmula de ataque, el sistema Bielsa, constante, frontal, rutinario, incesante, repetido como una embestida ciega que los rivales llegaron a esperar y controlar sin siquiera transpirar fue, al fin, reconvertido por algo m¨¢s de "estilo argentino", elaborado, paciente, m¨¢s de toque de bal¨®n para que la calidad de los jugadores se haga valer y se imponga. En esas est¨¢n ahora el equipo y Bielsa, llegando otra vez con la roca de su carga hasta la cima para intentar dejarla all¨ª.