La maldici¨®n del fibrocemento
La red de agua del Casco Viejo de Vitoria revienta a causa de una partida defectuosa de tuber¨ªas
Jos¨¦ Antonio Pizarro, el concejal de Medio Ambiente y presidente de la empresa p¨²blica Amvisa que lleva el servicio de aguas de Vitoria lleg¨® a anunciar la pasada semana en rueda de prensa que hab¨ªa estado pensando en suicidarse. Pese a su extremosidad, la confesi¨®n no sorprendi¨® a los periodistas. Cualquiera en su lugar barajar¨ªa esa posibilidad, despu¨¦s de que el Casco Viejo de la ciudad hubiera hecho agua, nunca mejor dicho, con una frecuencia desconocida. S¨®lo desde el 30 de junio, las ca?er¨ªas del barrio han sufrido cuatro reventones, que han afectado a un centenar largo de portales y lonjas, adem¨¢s de dejar sin suministro durante horas a los vecinos de sus calles en cada ocasi¨®n.
La desesperaci¨®n llev¨® al concejal Pizarro a bromear con su suicidio
Afortunadamente, el concejal se lo pens¨® dos veces y consider¨® que era mejor investigar qu¨¦ es lo que estaba pasando con las tuber¨ªas del Casco Viejo y resolver el problema. Sobre todo porque las fiestas de La Blanca est¨¢n a la vuelta de la esquina y las calles afectadas son uno de los principales n¨²cleos festivos.
Los reventones comenzaron en agosto del a?o pasado y, desde entonces, las aver¨ªas registradas en las calles de Herrer¨ªa, Zapater¨ªa y Correr¨ªa y la plaza de Aldave han concentrado la mayor parte de las incidencias registradas en toda la red de aguas del barrio antiguo. Las consecuencias han sido nefastas para las decenas de bares y peque?os comercios afectados, muchos de ellos con instalaciones en los s¨®tanos.
La causa principal de este rosario imparable de fugas se ha descubierto esta pasada semana: las tuber¨ªas que abastecen estas calles del Casco Viejo se colocaron a principios de los a?os 80, siendo alcalde de Vitoria Jos¨¦ Angel Cuerda. Se emplearon conducciones de fibrocemento, un material de moda hace veinte a?os, pero que ha resultado defectuoso, al menos en estos tramos de la capital alavesa. El Ayuntamiento de la ciudad ha emprendido con car¨¢cter de urgencia la sustituci¨®n de la red de distribuci¨®n en estas calles, cambiando las tuber¨ªas de fibrocemento por otras de hierro fundido y cemento.
?C¨®mo no se hab¨ªan detectado estas deficiencias antes, cuando las canalizaciones y el pavimento de esas calles se haan cambiado varias veces? "Es que han sido siempre intervenciones parciales, para introducir el cable telef¨®nico, el gas o para reparar el pavimento, y en esas obras no se hab¨ªa apreciado un deterioro de esa magnitud", explica un portavoz del Ayuntamiento,que insiste en la excepcionalidad de este fen¨®meno: "Somos la ciudad de nuestro entorno con la red de agua m¨¢s sana y eso que tenemos unas 200 fugas y reventones al a?o".
Pero lo de estos d¨ªas ha sobrepasado esa normalidad. El 20 de mayo lleg¨® el primer revent¨®n en la plaza de la Virgen Blanca, que afect¨® a tres bares y tres portales; el 3 de junio, le toc¨® a la Herrer¨ªa, con una aver¨ªa que dej¨® la calle sin agua durante 11 horas; el 30 de ese mes, otro revent¨®n inund¨® 51 portales; un d¨ªa despu¨¦s, otra rotura en la calle Zapater¨ªa dej¨® anegados 40 portales.
Ante este panorama, el Ayuntamiento decidi¨® intervenir en esta calle, con resultados contraproducentes: el 15 de julio una excavadora rompi¨® una tuber¨ªa, lo que provoc¨® la inundaci¨®n de cinco locales. El domingo 18, el agua volvi¨® a buscar la superficie en la calle Herrer¨ªa, la gota que colm¨® el vaso de la paciencia vecinal y de las autoridades municipales.
El plan de urgencia prev¨¦, adem¨¢s de tasar los da?os de los locales y portales afectados, la renovaci¨®n de las tuber¨ªas de los principales tramos de estas calles antes del pr¨®ximo mes de noviembre. Adem¨¢s, para febrero de 2005 se pretende terminar la renovaci¨®n de tuber¨ªas en otras zonas del Casco Viejo que conservan conducciones de fibrocemento de la misma partida que las que ahora han sufrido los reventones.
No s¨®lo han sido bares, como el popular Blanco y Negro, y comercios y particulares los afectados por estas aver¨ªas. Entre las v¨ªctimas, tambi¨¦n se encuentra la asociaci¨®n SOS Racismo, que parece que lleva la maldici¨®n encima. Hace quince meses, el 11 de marzo de 2003, un revent¨®n inund¨® su sede de la calle Zapater¨ªa, 59. Se perdieron miles de expedientes de inmigrantes que hab¨ªan solicitado los servicios de esta ong para formalizar su residencia en Vitoria. En meses sucesivos, otros dos reventones, el ¨²ltimo el 1 de julio, tambi¨¦n anegaron su nueva sede, en el n¨²mero 15 de Zapater¨ªa. Ahora, como el resto de los afectados, SOS Racismo espera que el Ayuntamiento resuelva la correspondiente indemnizaci¨®n, para poder seguir con su tarea.
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