Servicio r¨¢pido para una cocina urbana
IBOO, un nuevo y desenfadado local de Madrid que apuesta por los men¨²s ligeros
Dos j¨®venes profesionales del mundo de la comunicaci¨®n, Paula Novo y Juan P¨¢ramo, asociados a un cocinero emergente, Mario Sandoval, campe¨®n de Espa?a de cocineros 2004, acaban de abrir en Madrid un restaurante de servicio r¨¢pido (quick service) fiel a los patrones de la mercadotecnia moderna.
Local desenfadado cuyos platos, de perfil contempor¨¢neo, intentan seducir con argumentos est¨¦ticos, inquietudes diet¨¦ticas y una encomiable moderaci¨®n de precios. Nada de alta cocina como pregona la casa a los cuatro vientos. Tampoco comida absolutamente mediterr¨¢nea, seg¨²n demuestran dos de sus propuestas (carpaccio de avestruz; surtido de sushi), que se alejan de las habituales en el arco gastron¨®mico del Mare N¨®strum.
IBOO
Sor ?ngela de la Cruz, 17. Madrid.
Tel¨¦fono 915 70 25 95. Cierra domingos noche. Precio aproximado por persona, entre 15 y 20 euros.
Men¨² mediod¨ªa, 9,75 euros. Men¨² infantil, 5,90 euros. Ensalada de escarola, berros, quesos y manzana verde, 3,40 euros. Lomos de dorada al azafr¨¢n, 5,75 euros. Pavo asado con verduras al vapor, 5,20 euros. Cristal de frutos rojos con helado de mandarina, 2,90 euros.
Pan ... 6
Caf¨¦ ... 5,5
Bodega ... 4
Ambiente ... 6
Servicio ... 6
Aseos ... 6,5
Propuestas 'pr¨ºt-¨¤-porter'
En suma, una suerte de pr¨ºt-¨¤-porter culinario compuesto por sugerencias ligeras que se ajustan a la idea de comida sana. Recetas aparentes, pero algo as¨¦pticas, que parecen extra¨ªdas de alg¨²n fotomontaje publicitario, a las que apenas se les pueden hacer reproches. Posiblemente un anticipo de lo que ser¨¢ la alimentaci¨®n de masas en a?os venideros. En el fondo, una bomba de relojer¨ªa que aspira a multiplicarse por el sistema de franquicias y que est¨¢ estudiada al mil¨ªmetro para convencer a esa clientela urbana que dispone de poco tiempo para comer y pretende cuidar su salud sin gastar demasiado dinero.
En la carta, pastas, verduras y panes integrales, adem¨¢s de pescados y carnes. Apartados que llegan precedidos de reflexiones diet¨¦ticas que aluden a contenidos en fibra, vitaminas, niveles de colesterol, enfermedades cardiovasculares y funciones metab¨®licas. Frases redactadas con un desparpajo impropio de un restaurante serio.
Ensalada de pasta
A pesar de la amabilidad de sus precios, casi ninguna de sus especialidades resulta deslucida. No est¨¢ mal la ensalada de pasta a la salsa de yogur; tiene gracia el emparedado de ma¨ªz con queso y salm¨®n, y es aceptable la merluza en salsa. Ning¨²n parecido con el timbal de berenjenas con acelgas, que se monta con una besamel que es un engrudo.
Mejores sensaciones producen la compota de calabac¨ªn con tomate, el carpaccio de ternera (no de buey), as¨ª como los emparedados de ma¨ªz con foie-gras y mango. En cambio, los paccheri (pasta) con queso y los s¨¢ndwiches de ave y manzana resultan algo insulsos.
DETALLES Y POSTRES
EN EL NUEVO restaurante Iboo se come de distinta manera seg¨²n los momentos del d¨ªa. Durante los almuerzos, el cliente elige los platos en la caja, abona la factura, se le asigna una mesa y espera a que los empleados le vayan llevando aquello que ha solicitado. Por la noche se toma acomodo en las mesas y se encarga el men¨² igual que en cualquier otro restaurante. En ambos turnos, la petici¨®n suele ser atendida con bastante rapidez. L¨¢stima que los ruidos de sus dos salas no est¨¦n controlados.
Al mediod¨ªa se ofrece un men¨² (dos platos y postre) por 9,11 euros, as¨ª como un men¨² infantil por 5,50. Para desayunar, momento que tampoco se libra de los consejos diet¨¦ticos, caf¨¦s o infusiones con tostadas, cereales con leche, yogur, zumo de naranja natural o piezas de frutas. Propuestas variables cuyos precios fluct¨²an entre los 1,85 y 2,55 euros. Y para beber, cuatro tipos de caf¨¦s demasiado intensos, de gusto muy italiano, y algunas infusiones arom¨¢ticas cuidadosamente seleccionadas.
De la bodega apenas cabe hacer comentarios. Es raqu¨ªtica y tan s¨®lo contiene ocho vinos. No obstante, las marcas est¨¢n bien seleccionadas y sus precios son moderados. Tampoco el surtido de panecillos desmerece: correcto el de aceite de oliva y sabrosos el de cereales y el de hongos.
Aun as¨ª, lo mejor son los postres, un surtido de helados, frutas y espumas muy ligeras que demuestran que tambi¨¦n en los dulces se pretende estar a la ¨²ltima. Es muy fino el cristal de frutos rojos con helado de mandarina; suave la espuma de yogur de lim¨®n con galleta de avena, y m¨¢s corriente la sopa fr¨ªa de cerezas con pl¨¢tano.
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