"Los aliados enviar¨¢n tropas cuando se vaya Bush"
Terry McAuliffe es el hombre que ha hecho el milagro de devolver a la vida al Partido Dem¨®crata norteamericano y de situar a John Kerry en posici¨®n de ganar las elecciones presidenciales del 2 de noviembre. Los dem¨®cratas quedaron terriblemente desmoralizados despu¨¦s de que el Tribunal Supremo decidiera en el a?o 2000 que no deber¨ªa haber recuentos de votos en Florida, a pesar de las irregularidades. Dos a?os m¨¢s tarde, la victoria republicana en las legislativas de noviembre de 2002 supuso un nuevo batacazo para el partido, que se vio en la inc¨®moda y desacostumbrada situaci¨®n de no controlar la Casa Banca ni ninguna de las dos C¨¢maras del Congreso. Se alzaron voces pidiendo la dimisi¨®n de Terry McAuliffe, elegido presidente en 2001, pero este abogado y empresario nacido hace 47 a?os mantuvo su proyecto y consigui¨® conectar a la direcci¨®n con las bases y los votantes para tener m¨¢s y mejor informaci¨®n sobre los problemas y la financiaci¨®n y multiplicar los ingresos, hasta el punto de que, por primera vez en su historia, el partido no tiene deudas.
"No podemos permitirnos el lujo de tener otros cuatro a?os de Bush"
"De estas elecciones depende que se salve este pa¨ªs y que se salve el mundo"
Durante la convenci¨®n de Boston, el habitualmente din¨¢mico McAuliffe alcanz¨® su expresi¨®n m¨¢s exagerada: estuvo en todas partes. Desde las reuniones con las delegaciones hasta los encuentros con los invitados, pasando por la coordinaci¨®n y el control de la organizaci¨®n hasta las fiestas nocturnas. McAuliffe, que dispara palabras en lugar de hablar y uno de cuyos lemas es "ya dormir¨¢s cuando est¨¦s muerto", empezaba su jornada poco despu¨¦s de las cinco de ma?ana y estaba en pie hasta despu¨¦s de las dos de la madrugada. Con dos horas de sue?o al d¨ªa, dice, ha tenido suficiente durante esta semana.
Pregunta. ?Qu¨¦ fue de aquel desarbolado y triste partido de hace tres a?os?
Respuesta. Hace tres a?os, este partido ten¨ªa millones y millones de deuda, no contaba con archivos sobre los votantes, una sede central vieja e inadecuada... Hoy tenemos 70 millones de d¨®lares en el banco, un sistema informatizado con 175 millones de nombres de votantes, una sede reluciente con los ¨²ltimos avances pagada con dinero contante y sonante... Somos un partido nuevo, y ¨¦se es el cambio que ha habido en los tres ¨²ltimos a?os. Adem¨¢s, somos un partido renovado, con energ¨ªas, vibrante y unido. Estamos en el momento de mejor forma de toda la historia del partido.
P. ?C¨®mo lo ha hecho?
R. Cuando me hicieron presidente, en febrero de 2001, me propuse reconstruir este partido, reconstruirlo desde sus cimientos, de arriba abajo. Mucha gente ha trabajado muy duro estos tres a?os, y hemos conseguido llegar a esta semana de la convenci¨®n con eso, con el enorme esfuerzo de gente muy valiosa.
P. Se repite en Boston que los dem¨®cratas no hab¨ªan estado nunca tan unidos...
R. Es verdad. Nunca en su historia. Todo el mundo -desde el presidente Clinton hasta el senador Kerry- reconoce que este partido nunca hab¨ªa estado en un momento tan bueno como ¨¦ste.
P. Pero buena parte de esta unidad procede de un sentimiento muy extendido en contra del presidente Bush. ?Es esto suficiente para convencer al pa¨ªs, suficiente para ganar unas elecciones?
R. No, no. Tenemos que conseguir que no s¨®lo haya un sentimiento anti-Bush, sino que eso se convierta en un movimiento pro-Kerry. Y ¨¦se es precisamente el objetivo de esta convenci¨®n: dejar claro lo que John Kerry va a hacer para crear empleo, para resolver los problemas de la educaci¨®n y la atenci¨®n sanitaria, y para tener una pol¨ªtica exterior basada en el mutuo respeto con los aliados. Kerry jam¨¢s enga?ar¨¢ a los norteamericanos o a nuestros amigos en el mundo con asuntos relacionados con la seguridad nacional.
P. Parece que todos los dem¨®cratas votar¨¢n por Kerry. Y los republicanos, ?lo har¨¢n por Bush o habr¨¢ abstenci¨®n?
R. Bueno, usted ya habr¨¢ escuchado, como yo, que hay muchos republicanos que apoyan a Kerry porque dicen que no podr¨ªan soportar otros cuatro a?os de Bush. Creo que los republicanos moderados le abandonar¨¢n, porque su pol¨ªtica ha fracasado. ?l ha fracasado como presidente ante la opini¨®n p¨²blica de este pa¨ªs y habr¨¢ muchos que respaldar¨¢n a Kerry.
P. El Partido Republicano acusa a Kerry, y esto ha hecho mella en el electorado, de variar con demasiada frecuencia sus opiniones.
R. Eso ocurre porque Bush se ha gastado 80 millones de d¨®lares enga?ando a la gente sobre el historial de Kerry. A medida que se conozca m¨¢s lo que Kerry ha hecho por este pa¨ªs, la gente sabr¨¢ qu¨¦ posici¨®n ha tomado en cada ocasi¨®n, conocer¨¢ sus servicios y sus compromisos. ?Sabe usted? Yo creo que los ciudadanos quieren -y entienden- que sus l¨ªderes cambien cuando los tiempos cambian. Una cosa que no gusta de Bush es su rigidez, que no var¨ªa sus opiniones: el mundo cambia, y yo quiero un l¨ªder mundial dispuesto a cambiar, que entienda la nueva din¨¢mica de los tiempos... Kerry es un candidato que discute sobre los problemas, que est¨¢ dispuesto a ver los diferentes ¨¢ngulos y que est¨¢ abierto al cambio si las circunstancias lo justifican.
P. ?Qu¨¦ es lo que Kerry ofrece a los norteamericanos?
R. Kerry se ha comprometido a crear 10 millones de empleos en su primer mandato, a hacer recortes fiscales por valor de 225.000 millones para el 90% de los contribuyentes, a financiar sus iniciativas sobre educaci¨®n y a desarrollar una pol¨ªtica exterior basada en el mutuo respeto. El lema de esta convenci¨®n es el de Kerry: tenemos que ser m¨¢s fuertes aqu¨ª y m¨¢s respetados en el mundo.
P. La imagen de EE UU en el exterior, en efecto, ha conocido tiempos mejores.
R. As¨ª es. El Gobierno de Bush no ha sido claro ni con los norteamericanos ni con los l¨ªderes internacionales, con lo que nuestro prestigio se ha deteriorado en todo el mundo. Este prestigio ser¨¢ restaurado cuando John Kerry tome posesi¨®n el 20 de enero de 2005.
P. Kerry mantendr¨¢ las tropas en Irak, ?no?
R. S¨ª, se mantendr¨¢n las tropas, pero con m¨¢s asistencia de soldados extranjeros. Hay que garantizar que hay una verdadera coalici¨®n internacional. Ahora mismo tenemos a 138.000 soldados, y la coalici¨®n s¨®lo 20.000. Tenemos que aumentar la presencia internacional y reducir la de EE UU, acercar m¨¢s esos n¨²meros. Y todo el mundo deber¨ªa colaborar en la distribuci¨®n de esta carga. Pero nuestros aliados no enviar¨¢n tropas hasta que Bush se haya ido.
P. ?C¨®mo ve los pr¨®ximos 100 d¨ªas? ?C¨®mo ve el 2 de noviembre?
R. Mi visi¨®n del 2 de noviembre es que va a haber una espectacular victoria de Kerry. Y en los 100 pr¨®ximos d¨ªas, este partido va a actuar como si cada d¨ªa fuera el d¨ªa de las elecciones. Vamos a trabajar para conseguir hasta el ¨²ltimo voto, todos los d¨ªas. No vamos a descansar, porque de estas elecciones depende que se salve este pa¨ªs y que se salve el mundo. No podemos permitirnos el lujo de tener otros cuatro a?os de Bush. As¨ª que vamos a trabajar como si cada d¨ªa fuera el d¨ªa de las elecciones.
P. Da la impresi¨®n de que los dem¨®cratas se han dado cuenta de que sin el voto hispano no van a ganar, y se han volcado en intentar superar el porcentaje conseguido hace cuatro a?os.
R. No hay victoria posible sin la comunidad hispana. Tuvimos el 66% en 2000, y George Bush ha sido hostil hacia los intereses de los latinos: el desempleo les afecta m¨¢s que a la media, se han cortado fondos para iniciativas educativas dedicadas a ni?os de esa comunidad... Ha sido hostil. Por eso creo que elevaremos nuestro porcentaje, por el mal trato que Bush les ha dado.
P. ?Pero tanto como para alcanzar el 75% del voto hispano, como ha dicho la congresista Loretta S¨¢nchez?
R. A m¨ª me gustar¨ªa mucho. Lo que estamos haciendo, en todo caso, es intensificar el papel de los latinos en el partido. El presidente de la convenci¨®n es Bill Richardson, gobernador de Nuevo M¨¦xico; cambiamos el calendario de las primarias para facilitar la incorporaci¨®n de los hispanos; dos de los debates presidenciales ser¨¢n en Arizona y Nuevo M¨¦xico, para subrayar la importancia de los latinos; hicimos por primera vez una respuesta en espa?ol al discurso sobre el estado de la Uni¨®n... Este partido realmente se est¨¢ volcando en llegar a la comunidad, y en esta convenci¨®n ha habido m¨¢s delegados hispanos que en ninguna otra antes.
P. ?Qu¨¦ piensa del debate sobre la dificultad de integraci¨®n de los latinos en la sociedad norteamericana?
R. No hay dificultades en absoluto. Esto es Am¨¦rica, la tierra de los inmigrantes, y todo el mundo que viene a este pa¨ªs debe ser tratado igual e incorporado a la sociedad. Yo no veo ning¨²n problema relacionado con la integraci¨®n de la comunidad latina, en absoluto. Lo que tenemos que hacer, porque est¨¢ en los cimientos de esta naci¨®n, es garantizar que este pa¨ªs es abierto, que es justo y que trata a todo el mundo de igual manera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.