Aviones de EE UU bombardean Nayaf tras pedir a la poblaci¨®n que salga de la ciudad

Rendici¨®n de los rebeldes chi¨ªes sin condiciones y evacuaci¨®n de la poblaci¨®n civil en Nayaf. ?stas son las exigencias que los marines de EE UU lanzaban ayer a trav¨¦s de sus altavoces mientras patrullaban la ciudad santa con sus veh¨ªculos blindados y combat¨ªan, apoyados por la aviaci¨®n, a los rebeldes en el cementerio. "No habr¨¢ tregua ni negociaci¨®n con los terroristas", advert¨ªan, al tiempo que ped¨ªan colaboraci¨®n con la polic¨ªa iraqu¨ª. Son p¨¦simos augurios. No lo son tanto en Basora, la segunda ciudad del pa¨ªs, donde apenas hubo incidentes.

El Ejecutivo se muestra confiado en poder normalizar la extracci¨®n de petr¨®leo en un par de d¨ªas a lo sumo. No obstante, la exportaci¨®n tuvo que reducirse de 1,9 millones de barriles diarios a 1,1 millones.

En Nayaf, ciudad en la que residen unas 600.000 personas, la sexta jornada de combates entre el Ej¨¦rcito del Mahdi y las tropas norteamericanas comenz¨® a primera hora de la ma?ana. Helic¨®pteros artillados y aviones de combate sobrevolaron y castigaron con dureza las posiciones donde se parapetan los insurrectos en el enorme cementerio de la ciudad, de 15 kil¨®metros cuadrados. El mando militar asegura que unos 2.000 rebeldes se esconden en el camposanto. Los marines han montado un nutrido cerco en torno al cementerio y al santuario del im¨¢n Al¨ª, el Vaticano de los chi¨ªes, despu¨¦s de que el gobernador de la ciudad santa, Adnan Zorfi, permitiera a los soldados entrar en la zona donde se halla el mausoleo.

Un diplom¨¢tico occidental razonaba que el hecho de que las fuerzas polacas, que operaban en zonas muy cercanas a Nayaf, hayan transferido el mando a los marines, y no al mando central de las fuerzas multinacionales, como es habitual, tiene un claro significado, ya que este cuerpo militar tiene un car¨¢cter ofensivo muy acusado. "Al final del primer levantamiento, en mayo, la crisis se cerr¨® en falso y ambos bandos salieron derrotados", explic¨® el diplom¨¢tico. No parece que EE UU, ni el primer ministro iraqu¨ª, Ayad Alaui, est¨¦n dispuestos a que se repita lo que sucedi¨® en primavera. Alrededor de 400 insurgentes han perdido la vida en seis d¨ªas de batalla y al menos cuatro soldados estadounidenses.

Ataques contra edificios

Basora, 550 kil¨®metros al sur de Bagdad, vivi¨® una jornada relativamente tranquila. El portavoz militar brit¨¢nico se?al¨® a Reuters que "los insurgentes son minor¨ªa y no tienen gran apoyo popular". Pero el gobernador de la ciudad amenaz¨® con reclamar la secesi¨®n de tres provincias del sur de Irak "si contin¨²a la campa?a contra Al S¨¢der". "Apoyamos la unidad de Irak, pero nos ver¨ªamos obligados a tomar esa decisi¨®n si el Gobierno de Alaui se mantiene indiferente frente a la matanza y la opresi¨®n", dijo.

En Bagdad tambi¨¦n se repitieron los ataques contra edificios p¨²blicos y la colocaci¨®n de artefactos explosivos al paso de alguno de los ahora escasos convoyes militares estadounidenses. En la madrugada de ayer, los insurgentes lanzaron contra la denominada zona verde, donde se hallan parte de las instalaciones del Gobierno iraqu¨ª y las embajadas de EE UU y el Reino Unido, la ya habitual ronda de proyectiles de mortero: una docena. A primera hora de la ma?ana, un potente artefacto explosivo estall¨® en el centro de Bagdad.

No hubo muertos ni heridos, tal vez porque en las calles de Bagdad no se apreciaba ayer el trasiego habitual de transe¨²ntes. Algunos residentes no dudaban en apuntar que el toque de queda decretado por el Ejecutivo entre las cuatro de la tarde y las ocho de la ma?ana en Ciudad S¨¢der, el basti¨®n chi¨ª del cl¨¦rigo radical M¨²qtada al S¨¢der, ha forzado a muchos de los residentes de este barrio a no desplazarse al centro de la ciudad para desplegar sus puestos callejeros o hacer sus compras. El sobrevuelo de aviones de combate en Bagdad fue muy superior a lo habitual. Una docena de insurgentes murieron en los combates.

Hubo varios enfrentamientos armados y ataques a cuarteles en diversos lugares del sur de Irak. En Nasiriya, 350 kil¨®metros al sur de Bagdad, el vicegobernador de la ciudad, Adnan Safari, recomend¨® a los uniformados italianos que se mantuvieran en su base y no patrullaran, seg¨²n la cadena Al Arabiya. Y en Diwaniya, a 180 kil¨®metros al sur de Bagdad, cinco personas perecieron y 45 fueron heridas.