'Todo incluido', una amenaza a la econom¨ªa del turismo

El todo incluido es una f¨®rmula de ¨¦xito en el mercado de paquetes tur¨ªsticos. En Europa son las familias quienes utilizan m¨¢s esta modalidad de viaje. El precio del paquete no es muy superior al de otros tipos de viajes tur¨ªsticos y, sin embargo, tiene la ventaja de incluir todos los extras que la familia consuma en sus vacaciones. El ¨²nico inconveniente es que no saldr¨¢n del hotel a no ser que est¨¦n dispuestos a a?adir un gasto adicional al presupuesto inicial.

El todo incluido, en un principio, prolifer¨® en destinos lejanos y ex¨®ticos en los que las playas v¨ªrgenes est¨¢n lejos de las zonas urbanas, que, adem¨¢s, suelen carecer de los servicios adecuados para contentar a los visitantes que proceden de pa¨ªses m¨¢s desarrollados. En estas circunstancias es una f¨®rmula utilizada no s¨®lo por las familias, sino por la mayor¨ªa de hu¨¦spedes. Es, por ejemplo, el modo habitual de viaje de los estadounidenses y canadienses que buscan el sol y las playas del Caribe para mitigar los efectos de crudo invierno.

En la cuenca del Mediterr¨¢neo surgi¨® con cierto ¨¦xito en las costas norteafricanas y en las playas turcas. Al igual que en las playas de Caribe, los establecimientos hoteleros se han construido con la intenci¨®n de cubrir esta demanda. Grandes piscinas, numerosos y diversos restaurantes, modernas instalaciones para el mantenimiento corporal, entre otros muchos servicios, compensan la falta de seguridad y garant¨ªa de estos pa¨ªses.

La industria hotelera espa?ola hab¨ªa sido reacia a comercializar su oferta a trav¨¦s de esta f¨®rmula. Hasta este a?o, en que hay una generalizaci¨®n del todo incluido en alguno de nuestros destinos de costa. Esta generalizaci¨®n, hay que entenderla, pues, como una novedad en el mundo el turismo vacacional espa?ol. Por lo tanto, vale la pena detenerse en examinar por qu¨¦ se est¨¢ dando ahora y no antes y, si es una f¨®rmula de futuro para un pa¨ªs que posee cientos de miles de plazas en alojamientos construidos con unos c¨¢nones muy diferentes a los de los pa¨ªses que antes citaba.

Ya he se?alado que la diferencia entre el paquete tradicional y el todo incluido est¨¢ esencialmente en el gasto extra. Tradicionalmente quienes se beneficiaban de este gasto eran los restaurantes, bares y comercios de las zonas tur¨ªsticas. Ahora quienes ofrecer¨¢n estos servicios a los nuevos clientes ser¨¢n los propios establecimientos de alojamiento. Y, quienes recaudar¨¢n el importe del gasto ser¨¢n propios touroperadores en el pa¨ªs origen. Es decir, hay un desplazamiento del negocio en beneficio de los intermediarios tur¨ªsticos y en detrimento de los agentes locales. No es dif¨ªcil imaginar que en la negociaci¨®n entre el empresario de alojamientos y el operador, ¨¦ste impondr¨¢ sus condiciones, teniendo en cuenta la situaci¨®n de exceso de oferta en el mercado.

El impacto negativo sobre la llamada oferta complementaria puede ser importante, en forma de cierre de empresas y p¨¦rdida de puestos de trabajo. No en menor grado pueden verse afectados los destinos del litoral espa?ol expuestos a un proceso de desertizaci¨®n que merme su atractivo y limite la diversidad de la oferta existente. Afirmar que la calidad de los servicios dentro de los propios establecimientos de alojamiento disminuir¨¢ ser¨ªa adelantar acontecimientos. Pero hay dos factores que me parecen como m¨ªnimo preocupantes. Uno, que el ratio de horas de estancia en el hotel por cliente aumentar¨¢ de forma importante. Y dos, que la tendencia de gasto en destino tendera a la baja. Ninguno de los dos act¨²a en beneficio de un aumento de la calidad.

La generalizaci¨®n del todo incluido se da en un contexto de crisis del mercado de paquetes tur¨ªsticos tradicionales, como consecuencia de un cansancio de la propia demanda, del exceso de oferta de plazas tur¨ªsticas en el Mediterr¨¢neo, el aumento de los viajes independientes e individuales a trav¨¦s de Internet y de redes telem¨¢ticas y el nacimiento de compa?¨ªas de transporte de bajo coste. La crisis del mercado de paquetes que se manifiesta en el retraso de las reservas y la baja de precios, y se nutre directamente del exceso de capacidad operativa de los operadores europeos.

El todo incluido es el esfuerzo desesperado de los operadores tur¨ªsticos para mantener su capacidad operativa sobre nuestro pa¨ªs. Es una estrategia a corto plazo mientras redimensionan su capacidad y preparan nuevos productos. Es evidente que el primer todo incluido en desaparecer, una vez que el mercado de paquetes se haya estabilizado, ser¨¢ aquel que se da en establecimientos sin las instalaciones adecuadas para este producto, que es el caso de muchos de los van a empezar a operar bajo esta f¨®rmula este a?o en Espa?a. Cuando ello suceda, el da?o puede en algunos casos ser poco menos que irreparable.

Nuestra industria tur¨ªstica est¨¢ pagando en estos momentos las consecuencias de su excesiva dependencia del mercado de paquetes tur¨ªsticos y del absentismo hist¨®rico, de los peque?os y medianos empresarios tur¨ªsticos, en la comercializaci¨®n de sus propios productos. Las nuevas tecnolog¨ªas les ofrecen una nueva oportunidad de negocio que es imprescindible saber aprovechar. El todo incluido no es el futuro para nuestro pa¨ªs y que el turismo independiente e individual no tiene vuelta atr¨¢s.

Celest¨ª Alomar es ex consejero de Turismo de Baleares.