Los supervivientes de la competencia telef¨®nica
Los operadores de telefon¨ªa fija que han sorteado la crisis buscan un hueco en el mercado dominado por Telef¨®nica
La liberalizaci¨®n de la telefon¨ªa fija no ha cumplido todas las expectativas. Telef¨®nica sigue conservando el 81% del mercado y de las m¨¢s de 50 compa?¨ªas que surgieron en 1998 para competir con el ex monopolio apenas quedan una decena luchando angustiosamente por la rentabilidad. Casi todos los supervivientes han abandonado la idea de convertirse en un operador global que rivalice con el ex monopolio y se centran en mercados muy limitados. Y si las tarifas han bajado, tambi¨¦n han aumentado las quejas de los consumidores.
La liberalizaci¨®n no ha cumplido con las expectativas de inversi¨®n, en niveles de 1998, ni del empleo, con sucesivos ERE
Todo apunta a que habr¨¢ que resignarse a tener, como mucho, dos grandes operadores globales de telecomunicaciones
En 1999, en el comienzo de la liberalizaci¨®n, m¨¢s de 50 empresas prestaban servicio de telefon¨ªa fija, de las que aproximadamente la mitad ten¨ªan vocaci¨®n nacional. Cinco a?os despu¨¦s, apenas nueve empresas tienen una presencia significativa en todo el territorio. Si s¨®lo tenemos en cuenta las que se dirigen al gran p¨²blico (mercado residencial), la lista se reduce a cinco, siendo muy generosos.
Los or¨ªgenes de esa plaga que se ha llevado por delante m¨¢s de un centenar de empresas son varios. En primer lugar, el tama?o del mercado, que no s¨®lo no ha crecido sino que incluso ha menguado. En 2003, la facturaci¨®n por servicios finales de telefon¨ªa fija ascendi¨® a 8.254 millones de euros, ni siquiera un 1% superior a la que se registr¨® en 1999. Es decir, que la liberalizaci¨®n no ha supuesto, ni mucho menos, una ampliaci¨®n del mercado de telefon¨ªa fija, como se presum¨ªa
El segundo condicionante es la rentabilidad. La competencia y, sobre todo, la bajada de tarifas forzada por el regulador ha provocado que el ingreso medio por minuto haya ca¨ªdo un 38% desde 1999 a 2003. Eso ha motivado un estrechamiento del margen comercial que ha ahogado los balances de unas empresas que tuvieron que acometer un fuerte esfuerzo inversor. Justo lo contrario de lo que ha ocurrido en la telefon¨ªa m¨®vil, cuyas tarifas, que no est¨¢n reguladas, apenas han bajado un 10% en cuatro a?os, pese a ser 4,4 veces m¨¢s caras de media que las de fija.
De hecho, ninguna empresa de telefon¨ªa fija al margen de Telef¨®nica de Espa?a obtiene beneficio neto o ¨¦ste es testimonial, frente a los tres operadores de telefon¨ªa m¨®vil, todos ellos en n¨²meros negros, y que suman un resultado neto de m¨¢s de 2.000 millones de euros.
El tercer problema es que, tambi¨¦n al contrario de lo que sucede en telefon¨ªa m¨®vil, el modelo de negocio en la fija se ha basado en el uso de la red del operador dominante establecido (Telef¨®nica) y la obtenci¨®n del margen de los precios de interconexi¨®n, es decir, de la diferencia de lo que les cobra Telef¨®nica por usar su infraestructura y lo que ellas facturan a su cliente final. La capacidad de maniobra con este planteamiento es muy escasa, y la dependencia tanto de Telef¨®nica como, sobre todo, del regulador, casi absoluta.
Contra esa dependencia se han rebelado los operadores de cable -Auna, Ono, R, Telecable y Euskaltel-, desplegando su propia red y haci¨¦ndola llegar al domicilio del abonado. Como no se cansa de repetir el presidente de Auna, Luis Alberto Salazar-Simpson: "S¨®lo la competencia en redes generar¨¢ verdadera competencia en servicios".
De hecho, Auna, a trav¨¦s de la antigua Retevisi¨®n, empez¨® apostando por el acceso indirecto, y logr¨® convencer a m¨¢s de un mill¨®n de abonados (de Telef¨®nica) de que marcaran el prefijo 1050 en todas sus llamadas. Hoy el grupo heredero del que se llam¨® el segundo operador est¨¢ abandonando a pasos forzados el acceso indirecto y apostando definitivamente por el cable. Tras adquirir varios operadores locales, y con el horizonte de absorber los a¨²n independientes (Telecable y R), todo apunta a la gran fusi¨®n con Ono, que se reparte la otra mitad del territorio. De esta forma, se configurar¨ªa el ¨²nico operador global y nacional, capaz de hacer la competencia a Telef¨®nica en todos los frentes (telefon¨ªa fija y m¨®vil, Internet y televisi¨®n).
Todo apunta a que habr¨¢ que resignarse a tener dos grandes operadores globales de telecomunicaciones porque otros muchos que ten¨ªan esa vocaci¨®n global la dejaron en el camino. En primer lugar, los operadores m¨®viles, como Telef¨®nica M¨®viles y Vodafone, que han cedido sus clientes de telefon¨ªa fija y de Internet. En segundo lugar, otros operadores, como BT, Al¨®, Jazztel o Comunitel, que han preferido decantarse por mercados como el empresarial o el de datos.
De las grandes multinacionales extranjeras tampoco podemos esperar grandes movimientos. Deutsche Telecom tiene una presencia residual (Ya.com); Telecom Italia hizo caja con Amena y desapareci¨®; BT adelgaz¨® su proyecto y renunci¨® al mercado residencial, y France T¨¦l¨¦com no acaba de arrancar pese a contar con presencia en telefon¨ªa fija (Uni2) e Internet (Wanadoo). Su cuota de mercado no alcanza ni el 4%, y ha cambiado cuatro veces de m¨¢ximo responsable en Espa?a.
Un reguero de v¨ªctimas
Otras como MCI, Global Crossing, KPNQwest o RSLCom fueron v¨ªctimas de la quiebra de sus matrices. Entre las peque?as tambi¨¦n hubo un reguero de v¨ªctimas como American Telecom o Viatel. La criba fue especialmente dura en las empresas que intentaron apuntarse a la telefon¨ªa v¨ªa radio (LMDS). De las seis que ganaron las licencias s¨®lo dos mantienen la actividad (Iberbanda y Neo Sky).
La liberalizaci¨®n de las telecomunicaciones no ha respondido tampoco a las expectativas en materia de inversi¨®n, que ha ca¨ªdo a niveles de hace de 1998, ni del empleo, con sucesivos expedientes de regulaci¨®n que han acabado con miles de puestos de trabajo.
Sin embargo, no todos creen que todo est¨¢ perdido. La operadora sueca Tele2, por ejemplo, no tiene red ni la quiere y ha hecho de la reventa de minutos de tr¨¢fico su raz¨®n de ser. Su consejero delegado, Jean Donadieu, cree que es necesario luchar contra el modelo de duopolio en telefon¨ªa fija, aplicar el modelo en la m¨®vil para bajar las tarifas. "La liberalizaci¨®n de la telefon¨ªa fija en Espa?a no debe seguir la evoluci¨®n de la telefon¨ªa m¨®vil, que se encuentra en una situaci¨®n de casi oligopolio. Tanto en m¨®vil como en fija, lo importante es el acceso al cliente, no a la red. De ah¨ª que defendamos que el sector m¨®vil deba abrirse m¨¢s a la competencia con un modelo de operador m¨®vil virtual que ofreciera al usuario unas mayores opciones de elecci¨®n".
Uno de los mejores exponentes de la historia de la liberalizaci¨®n es Al¨®. En principio, quiso dirigirse al mercado residencial, pero la quiebra de su matriz RSLCom, la llev¨® a una situaci¨®n financiera complicada, y al final se decant¨® por un sistema de franquicias para dar servicio de Internet inal¨¢mbrico en las zonas donde no llega Telef¨®nica.
La otra gran tabla de salvaci¨®n para los nuevos operadores han sido los servicios avanzados para empresas. Colt Telecom ha tenido claro desde el principio que ¨¦se era exclusivamente su mercado, lo que le ha permitido facturar 132 millones de euros en 2003 y tener beneficio operativo. "La clave est¨¢ en la especializaci¨®n. Quien pretenda convertirse en una segunda Telef¨®nica cometer¨¢ un gran error, porque ellos llevan dirigi¨¦ndose a todo el mercado y, en particular, al residencial desde hace m¨¢s de setenta a?os, y lo hacen muy bien. Colt se dirige a las grandes y medianas empresas y les ofrecemos un tratamiento diferenciado, tanto en lo tecnol¨®gico como en atenci¨®n al cliente", dice ?ngel Rojo, su director general.
El mismo modelo est¨¢ siendo aplicado por Comunitel. La compa?¨ªa naci¨® en 1998, y cuenta en la actualidad con 83.000 empresas clientes. En 2003 tuvo unas ventas totales de 159 millones de euros, pero con un ritmo de crecimiento del 128% en los ¨²ltimos cuatro a?os. Su consejero delegado, ?ngel Portela, defiende la necesidad de especializarse y de llegar directamente al cliente mediante el control de la ¨²ltima parte de la red que llega al abonado (el bucle local). "La desagregaci¨®n del bucle es una pieza clave para la liberalizaci¨®n efectiva del sector de las telecomunicaciones, ya que permite que nuestra propia red llegue al cliente final para prestarle servicios independientemente del operador dominante ", dice Portela, que cree que el duopolio no ser¨ªa una buena soluci¨®n: "De hecho, si los clientes finales tienen que jugarse sus servicios de telefon¨ªa fija a cara o cruz seguro que saldr¨¢n perdiendo. La demanda de telefon¨ªa fija tiene much¨ªsimos segmentos diferenciados de negocio, todos ellos susceptibles de especializaci¨®n y de cualificaci¨®n de la oferta. En la medida en que se consoliden operadores alternativos y especializados, el negocio ser¨¢ m¨¢s saludable y m¨¢s competitivo".
Jazztel tambi¨¦n ha tenido que ir adaptando su proyecto a los tiempos y a las dificultades, a¨²n no resueltas. La empresa ha perdido a sus accionistas fundadores (encabezados por Mart¨ªn Varsaksky) y debe refinanciar sus bonos de alto riesgo. Como dice Roberto de Diego Arozamena, su consejero delegado, el negocio e la telefon¨ªa fija no es f¨¢cil. "Identificar un nicho de mercado que te permita crecer, marcar la estrategia, financiar el proyecto, crear y consolidar un grupo humano competitivo, desplegar infraestructura, invertir grandes sumas para crear imagen de marca, dise?ar servicios innovadores y un largo etc¨¦tera de cosas no es sencillo, sobre todo si tienes que desarrollar todas esas tareas en un momento de crisis y en un escenario como es el espa?ol, con un dominante fuertemente posicionado. A diferencia de lo que ocurre en telefon¨ªa m¨®vil, que naci¨® en competencia, la fija ha tenido un incumbente en todos los mercados que ha hecho todo lo posible por proteger su cuota". El directivo de Jazztel estima que un escenario posible para el futuro podr¨ªa incluir a dos o tres operadores globales junto a otros de nicho.
Lo que parece claro es que el pastel de la telefon¨ªa fija tendr¨¢ menos comensales en el futuro.
Los 'efectos perversos' del libre mercado
"La competencia es buena". ?se es el dogma del libre mercado. Pero no siempre la liberalizaci¨®n de un sector es beneficiosa para todos. El ejemplo m¨¢s claro han sido los n¨²meros de informaci¨®n. La ruptura del monopolio del antiguo 1003 ha dado lugar a la proliferaci¨®n de m¨¢s de 25 nuevos n¨²meros, algunos de ellos de la propia Telef¨®nica. La mayor¨ªa son mucho m¨¢s caros que el 1003 y no ofrecen mucho mejor servicio.
Otro efecto perverso de la competencia han sido los fraudes en la preasignaci¨®n, el mecanismo que permite realizar todas las llamadas por una compa?¨ªa manteniendo la l¨ªnea y el n¨²mero de Telef¨®nica. Seg¨²n las organizaciones de consumidores, ha habido m¨¢s de 150.000 casos de preselecci¨®n que se han realizado sin el consentimiento real del abonado, al que se le ha falsificado la firma. El fraude puede ser a¨²n mayor por la implantaci¨®n de la preselecci¨®n telef¨®nica, que se lleva a cabo mediante una simple llamada telef¨®nica grabada, de forma que el abonado de Telef¨®nica se pasa a otra compa?¨ªa sin necesidad de firmar ning¨²n documento escrito.
La liberalizaci¨®n tampoco se ha dejado notar en las cabinas p¨²blicas telef¨®nicas. Los robos han disparado el coste de su mantenimiento y lo han convertido en un segmento altamente deficitario. Salvo en recintos cerrados, ninguna empresa al margen de Telef¨®nica se ha animado a instalar cabinas.
Pero quiz¨¢ la mayor decepci¨®n que se han llevado los usuarios ha sido en la atenci¨®n al cliente. La necesidad que tienen los nuevos operadores de rentabilizar a cualquier precio las inversiones realizadas ha dejado toda la gesti¨®n del d¨ªa a d¨ªa (aver¨ªas, mantenimiento, etc¨¦tera) en manos de contratas y subcontratas, con personal mal pagado y poco especializado, cuya m¨¢xima no es resolver los problemas del cliente, sino esquivarle. El resultado ha sido que las quejas de los consumidores sobre las telecomunicaciones son ya las segundas en importancia, tras las de la vivienda. As¨ª las cosas, asuntos tan triviales como darse de baja o notificar una aver¨ªa se han convertido en tarea imposible. Y Telef¨®nica tampoco trata a sus clientes de forma tan directa, incluso ahora lo hace desde Marruecos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.