Batacazo ol¨ªmpico de la NBA
Puerto Rico endosa al equipo de Duncan, Iverson y LeBron James una sonrojante derrota por 19 puntos
La NBA se dej¨® otro jir¨®n de su prestigio en Atenas. El equipo de baloncesto de Estados Unidos se ha convertido en el paradigma del talento desperdiciado, de la autoridad venida a menos. A su concluyente derrota ante Puerto Rico se pueden a?adir todos los agravantes que se quiera. Estaba sobreaviso. Sab¨ªa de un mont¨®n de se?ales de advertencia. Hace dos a?os, en los Mundiales de Indian¨¢polis, la selecci¨®n NBA que entonces dirigi¨® George Karl ya sufri¨® tres derrotas que dejaron en evidencia la falta de motivaci¨®n y el escaso trabajo que efectuaron sus jugadores. Las deserciones que se produjeron cuando Larry Brown trat¨® de juntar un equipo potente para defender el honor estadounidense en Atenas -O'Neal, Bryant, Garnett, Kidd, Allen o Carter, entre otros muchos- hac¨ªa presagiar que la empresa no iba a ser en absoluto f¨¢cil. S¨®lo falt¨® que el equipo se viera salpicado por una grave falta de disciplina de Iverson y compa?¨ªa y que Italia le sacara los colores en un partido amistoso de preparaci¨®n (95-78), para que la susceptibilidad sobrevolara sobre sus perspectivas en el torneo ol¨ªmpico.
PUERTO RICO 92 - ESTADOS UNIDOS 73
Puerto Rico: Arroyo (24), Ayuso (15), Hourruitiner (9), Ortiz (8), Santiago (7). Casiano (18), Hatton (5), Apodaca, Dalmau, Ramos (2), Fajardo (4), Rivera.
Estados Unidos: Iverson (15), Marbury (2), Jefferson (8), Duncan (15), Odom (13). Wade (10), Boozer (1), Anthony, James (5), Okafor, Marion (4), Stoudemire.
?rbitros: Bult¨® (Espa?a) y Sutulovic (Serbia). Excluyeron a Santiago (m. 34) y Odom (m. 37).
8.000 espectadores en el Helleniko Sports.
4? CUARTO
3? CUARTO
2? CUARTO
1? CUARTO
21-20
28-7
16-19
27-27
Nada hace recordar al primer 'dream team', el del 92, el ¨²nico que hace honor a ese apelativo
Brown: "Nos ha faltado intensidad y juego de equipo. Tenemos que buscar la respuesta"
Puerto Rico, un equipo que hab¨ªa perdido pr¨¢cticamente todos los partidos de preparaci¨®n, incluidos los dos que le hab¨ªan enfrentado a EE UU, le dio una lecci¨®n al equipo de estrellas de la NBA. Porque eso son, pese a las ausencias, quienes se han enfundado la camiseta con la bandera de la barra y las estrellas en Atenas. Con Duncan a la cabeza, un primera espada a cuenta del cual se denomin¨® al equipo dream Team, porque ciertamente hace tiempo que nada hace recordar al primigenio Dream Team, con may¨²sculas, el que actu¨® en Barcelona 92, el ¨²nico que hizo honor a ese apelativo.
El veterano p¨ªvot Picul¨ªn Ortiz, de 40 a?os, el rocoso base que comparti¨® equipo esta temporada con Ra¨²l L¨®pez en Utah, Carlos Arroyo, y jugadores como el escolta Ayuso, o Santiago y Hourrutinier se bastaron para sacarle los colores al equipo de Brown.
El partido se rompi¨® en el segundo cuarto. El equipo estadounidense sucumbi¨® de una forma apabullante. S¨®lo consigui¨® anotar siete puntos y encaj¨® 28. Una losa que no pudo levantar en el resto del tiempo que quedaba por jugar. Se consum¨® la primera derrota de un equipo de la NBA en los Juegos Ol¨ªmpicos despu¨¦s de las tres ediciones en las que hab¨ªa sumado 24 triunfos y ningua derrota. En Barcelona, Jordan, Bird y Magic Johnson hab¨ªan barrido. En Atlanta tambi¨¦n apabullaron, aunque con peor estilo, los Olajuwon, Robinson y Karl Malone. Ya en Sidney, empez¨® a percibirse que las diferencias se acortaban. Carter, Mourning, Garnett y compa?¨ªa rozaron el desastre ante Lituania y no transmitieron buenas sensaciones a pesar de que ganaron la medalla de oro. Ninguno de los grandes nombres a los que la NBA logr¨® llevar a Atenas lograron evitar el batacazo. Ni de forma individual, como tendieron a hacerlo de forma reiterada, ni a trav¨¦s de un juego colectivo que apenas existi¨®.
Puerto Rico, sencillamente, arras¨®, con un parcial de 49-27 en la primera parte. Al frente de las maniobras punitivas de Puerto Rico se coloc¨® Arroyo, chispeante y convencido de cada pase que daba. Arroyo movi¨® a sus compa?eros sin dudar ni un instante en su plan. A Estados Unidos pareci¨® faltarle eso mismo: un plan. Lo libr¨® todo a su prepotencia y termin¨® desesperado. No hab¨ªa m¨¢s que ver a Iverson, Marion, LeBron James, Wade o Marbury a lo largo de la ¨²ltima semana. Se mov¨ªan como en ¨¦poca de vacaciones. Ayer, muchos terminaron tap¨¢ndose la cara y la cabeza debajo de una toalla, doblados sobre el banquillo.
Las incursiones desesperadas de Iverson, driblando a su sombra y chocando con la defensa portorrique?a fue la imagen m¨¢s clara del fracaso de Estados Unidos. Detr¨¢s de esas fintas y ese poder¨ªo f¨ªsico hab¨ªa un coraje malentendido, una vocaci¨®n de Superman en un medio que impone la asociaci¨®n. En toda la historia de los Juegos, EE UU hab¨ªa jugado 104 partidos y s¨®lo hab¨ªa perdido dos, cuando todav¨ªa no enviaba jugadores profesionales. Ayer, con ¨¦stos, perdi¨® el tercero. No fue una derrota emocionante, no fue la final de los Juegos de M¨²nich. Se trat¨® de una secuencia de miserias. P¨¦rdidas incomprensibles en un profesional, v¨¦rtigo, desconcierto, fallos graves de cara a la canasta, un 35% de acierto en tiros de dos y un 19% en tiros de tres y el recurso pueril de librarlo todo al peso del cuerpo. Puerto Rico tuvo la pelota y el acierto para clavarla desde fuera del per¨ªmetro y bajo el poste. Estados Unidos defendi¨® con tosquedad y fue penalizado con tiros libres que cayeron puntualmente en su contra.
"Me quito el sombrero ante Puerto Rico, est¨¢n muy bien preparados y su entrenador ha estado sensacional", reconoci¨® Larry Brown. El t¨¦cnico estadounidense achac¨® la derrota a la "falta de intensidad" y al fallo en el juego de equipo. "Ahora tenemos que buscar la respuesta en nuestro interior, somos favoritos. Espero que seamos capaces de demostrarlo", concluy¨®.
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