Arranque en alerta roja
La cita es crucial para combatir las consecuencias desmoralizadoras que ha tenido el 'esc¨¢ndalo Balco'
Toda clase de turbulencias amenazan al atletismo, que arranca hoy en los Juegos. El momento no puede ser m¨¢s cr¨ªtico. Las peores noticias se han sucedido en los ¨²ltimos meses. El impacto del esc¨¢ndalo Balco tiene consecuencias desmoralizadoras. No puede ser de otra manera: buena parte de los atletas m¨¢s relevantes de Estados Unidos y unos cuantos de Europa est¨¢n manchados por su participaci¨®n en un caso masivo de dopaje. A la cabeza figuran estrellas como Tim Montgomery, plusmarquista mundial de 100 metros, o el brit¨¢nico Dwain Chambers, la gran esperanza europea en las pruebas de velocidad. Utilizaron un anabolizante de dise?o, el THG, para burlar los controles. La droga era indetectable hasta que alguien, posiblemente Trevor Graham, ex entrenador de Montgomery y Marion Jones, envi¨® a la Agencia Antidopaje Estadounidense una jeringuilla con restos del producto, antes desconocido. El esc¨¢ndalo cuestiona y altera todos los ¨®rdenes del deporte. Se re¨²ne el fraude, el negocio y el ataque frontal a la credibilidad del atletismo, que estos d¨ªas tiene m¨¢s o menos la consideraci¨®n del ciclismo. Y eso no es una gran noticia.
Es una ¨¦poca de atletas sin carisma. Veteranos como Gebrselassie y El Guerruj son los que concentran la simpat¨ªa
A las consecuencias del esc¨¢ndalo se ha a?adido el penoso incidente protagonizado por los velocistas griegos Konstantinos Kenteris y Ekaterini Thanou, dos figuras de primer nivel. Uno es campe¨®n ol¨ªmpico de 200 metros. Ella es subcampeona ol¨ªmpica y campeona europea de 100. Los dos han estado bajo sospecha los ¨²ltimos a?os. Su tenacidad para evitar los controles, o escaparse de ellos, o desaparecer del mapa, no tiene paralelo. El caso resultaba tan clamoroso que los aficionados alemanes les silbaron antes y despu¨¦s de sus victorias en los Campeonatos de Europa. La gente no cre¨ªa en ellos, pero la Federaci¨®n Internacional de Atletismo (IAAF) practic¨® la pol¨ªtica del avestruz. Nunca se interes¨® por controlar como se deb¨ªa a dos atletas que pon¨ªan en peligro el sistema. El fracaso de la IAAF ha sido clamoroso en este asunto. La intervenci¨®n del Comit¨¦ Ol¨ªmpico Internacional (COI), el organismo que orden¨® el control por sorpresa de los dos atletas griegos, ahora fuera de los Juegos despu¨¦s de su c¨®mica negativa a pasar el control, ha puesto punto final a la falacia y ha dejado a la IAAF en una situaci¨®n muy desairada.
Cualquier renovaci¨®n del cr¨¦dito en el atletismo pasa por una pol¨ªtica intolerante con el dopaje, sin concesiones a las estrellas. Jacques Rogge, el presidente del COI, sale reforzado precisamente por su decidida actuaci¨®n contra Kenteris y su entorno. Pero el estado de las cosas no invita al optimismo. La sucesi¨®n de malas noticias ha tenido consecuencias en los atletas y su proyecci¨®n p¨²blica. Es una ¨¦poca de atletas sin carisma, salvo raras excepciones. Son los veteranos como Haile Gebrselassie o Hicham el Guerruj los que a¨²n concentran la simpat¨ªa y la atenci¨®n de los aficionados. Maurice Greene podr¨ªa pertenecer a esta estirpe, pero su entorno no le beneficia. La carrera de 100 metros ha producido demasiados esc¨¢ndalos, lo mismo que algunos de los entrenadores que agrupan a los mejores velocistas. Tanto Trevor Graham, ex entrenador de Montgomery y Jones, como John Smith, que dirige desde hace siete a?os a Greene, se han visto salpicados por los casos de dopaje de varios de sus atletas.
Atenas es crucial para el futuro del atletismo. La gente necesita creer en lo que ve, necesita disfrutar de estrellas de garant¨ªas, de atletas que produzcan el efecto de Ovett y Coe al comienzo del decenio de los 80. Alrededor de ellos se gener¨® un entusiasmo contagioso en Europa. Quiz¨¢ los Juegos sean capaces de alumbrar nuevos astros. Ninguno hay m¨¢s excitante que Kenenisa Bekele, el peque?o et¨ªope que ha llegado para tomar el relevo de Gebrselassie, el atleta m¨¢s querido por los aficionados.
Hoy se disputa la final de los 10.000 metros, una carrera de emociones. A la admiraci¨®n que produce el nuevo campe¨®n se a?ade el impresionante respeto que genera Gebrselassie. Ser¨¢ uno de los grandes momentos de los Juegos, como ocurrir¨¢ con la carrera de los 5.000 metros, en la que Bekele se medir¨¢ al joven keniano Kipchoge, el hombre que le derrot¨® en los Mundiales de Par¨ªs. Para El Guerruj, que hoy comienza las eliminatorias de los 1.500, los Juegos llegan como la ¨²ltima oportunidad de coronar una carrera que tiene de todo menos el t¨ªtulo ol¨ªmpico. Ser¨¢ el favorito sentimental.
A Espa?a le corresponde un papel secundario. El equipo debuta con las malas vibraciones que han producido los espa?oles en otros deportes. A Paquillo Fern¨¢ndez le corresponder¨¢ un papel decisivo. Ning¨²n atleta despierta m¨¢s esperanzas. Una buena actuaci¨®n quiz¨¢ ayudar¨ªa a girar la sensaci¨®n de fracaso de Espa?a en Atenas.
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