"El comunismo me hizo persona"
Una tarde de tr¨¢fico denso, junto a un ventanal del Caf¨¦ Gij¨®n, Antonio Gamero se toma un par de jarras de cerveza y cuenta su vida.
Pregunta. Este caf¨¦ fue un buen refugio en la posguerra, ?qu¨¦ recuerda de aquellos tiempos?
Respuesta. Pues el Cara al sol y el rosario. Fui al colegio de los maristas de Chamber¨ª y un cura cazurro me ech¨® del confesionario a los 14 a?os por ateo.
P. ?En casa pasaron hambre?
R. No, mi padre era subsecretario general de Telef¨®nica. Ten¨ªamos para garbanzos y cuatro cosas m¨¢s.
P. O sea, que padre facha.
R. S¨ª, mi infancia tiene mucho que ver con las Memorias de un ni?o de derechas, de Umbral.
P. Hasta que se torci¨®.
R. S¨ª, me llevaba mal con mi padre. Era muy fascista, muy autoritario, y sal¨ª por el lado contrario.
P. ?Y c¨®mo fue ese proceso?
R. Creo que empez¨® por influencia del padre de un amigo m¨ªo que era militar de la rep¨²blica. Un hombre muy inteligente: le¨ªa y ten¨ªa otra visi¨®n de las cosas. Le gustaba el cine, como a m¨ª. El cine era la ¨²nica forma de distraerse. Eso y la m¨²sica, mi padre era mel¨®mano y me llevaba a los conciertos. El jazz me apasiona.
P. ?sa fue la herencia buena.
R. Se me qued¨® la afici¨®n, s¨ª.
P. ?Y c¨®mo se hizo actor?
R. Primero tuve que estudiar Derecho por cojones. Lo dej¨¦ en tercero y un amigo de pap¨¢ y mam¨¢ me meti¨® de auxiliar en el Banco de Vizcaya, hasta que me echaron. Mont¨¦ una huelga y el amigo le dijo a mi padre: "S¨®lo le ha faltado sacarse la chorra y mearnos encima". Luego me enchufaron en Telef¨®nica.
P. La cantera del cine espa?ol.
R. S¨ª, Margarita Lozano y Roberto Bodegas trabajaban conmigo. En esa ¨¦poca empec¨¦ a hacer teatro. Montamos Panorama desde el puente, de Arthur Miller, Las sillas, de Ionesco...
P. No est¨¢ mal, dada la ¨¦poca.
R. Les daba igual, ni se enteraban. Ionesco les sonaba a chino.
P. ?Y entonces entr¨® en el PC?
R. S¨ª, por un amigo de Telef¨®nica. Me enroll¨¦ con ¨¦l y me met¨ª en una c¨¦lula en el a?o 57.
P. ?Y qu¨¦ hac¨ªa?
R. Repartir propaganda, atender a los compa?eros, captar. Todos ten¨ªamos seud¨®nimo. Yo me llamaba Alejandro. Lo que contaba Gonz¨¢lez Sinde en aquella pel¨ªcula ?Viva la clase media! est¨¢ basado en nuestra c¨¦lula. ?ramos del grupo mixto, cada uno de su padre y de su madre. ?En aquella ¨¦poca s¨®lo pod¨ªas ser comunista, no hab¨ªa otra cosa! En el PSOE s¨®lo hab¨ªa cuatro gatos.
P. ?Y capt¨® a mucha gente?
R. Algunos del cine y del teatro, pero igual no quieren que se sepa. Hab¨ªa dejado Telef¨®nica y entr¨¦ en la Escuela de Cine para ser director, pero me detuvieron cuando iba a empezar mi primera pel¨ªcula y ya no pudo ser.
P. ?Y c¨®mo le trataron?
R. ?Pues mira! [ense?a el aud¨ªfono]. Me reventaron los t¨ªmpanos y casi me dejaron sordo. Pero no me canearon m¨¢s que a otros. Entre 19, cant¨® uno. Yo no ten¨ªa nada que cantar porque me interrogaron el ¨²ltimo.
P. Y todos a la c¨¢rcel.
R. Dos a?os. Por propaganda ilegal y asociaci¨®n il¨ªcita. Me condenaron a ocho a?os y siete meses, pero pill¨¦ dos indultos, el de los 25 a?os de paz y un jubileo.
P. ?Y qu¨¦ tal la c¨¢rcel?
R. Me aburr¨ª como una mona. Le¨ª mucho, incluso a Luckacs. Y pase¨¦. Y al salir, me hice actor. Mis amigos me dieron papeles para poder sobrevivir.
P. Actor forzoso.
R. Claro, me prohibieron dirigir, pero hice guiones con seud¨®nimo para Televisi¨®n Espa?ola. Como no pod¨ªa poner mi nombre, firmaba Pilar Garc¨ªa, que era una amiga m¨ªa falangista, pero de izquierdas. Nada dudosa.
P. Como actor ha hecho de todo. ?Est¨¢ satisfecho de su carrera?
R. He sido un privilegiado. He hecho pocos protagonistas, pero algunos papeles importantes y secundarios ni te cuento, m¨¢s de doscientos. Nunca he tenido miedo a que no sonara el tel¨¦fono y, aunque no me he hecho millonario porque s¨®lo pagaban bien a las figuras, he vivido con decencia y acomodo.
P. Y ahora es famoso como abuelo de Manolito.
R. S¨ª, pero es un paliz¨®n, la televisi¨®n mata. Jornadas de 12 horas. ?La revoluci¨®n sigue pendiente!
P. Tambi¨¦n pasar¨¢ a la historia como autor de la frase "Como fuera de casa, en ning¨²n sitio".
R. No es as¨ª, todo el mundo la dice mal. "Como fuera de casa no se est¨¢ en ning¨²n lao". As¨ª es m¨¢s castiza. Se la atribu¨ªan a Azcona, pero ¨¦l tuvo el detalle de dejar claro que era m¨ªa en p¨²blico.
P. ?Y tiene alguna m¨¢s de la que haya que dejar constancia?
R. "No le cuente usted sus penas a sus amigos; que les divierta su puta madre". Se la dije a Aznar una vez que nos recibi¨® a los del cine. Le pedimos que arreglara el problema y empez¨® a dar largas. Y Garc¨ªa S¨¢nchez dijo: "Gamero, suelta tu frase". Se qued¨® alucinado, pero se ri¨®. Y hay otra cojonuda: "De la familia, la sagrada, y ¨¦sa, ni en el comedor colgada".
P. ?Sigue siendo comunista?
R. ?Claro! El comunismo ha sido media vida m¨ªa, las pas¨¦ putas, pero tambi¨¦n tuve muchas satisfacciones y lo hice convencido. Como a tantos, el PC me hizo persona, me equilibr¨® y me ayud¨® a considerar cosas que de otro modo no hubiera visto.
Ingenio y lucha
Secundario de lujo, mel¨®mano absoluto y hombre de ingenio agudo, Antonio Gamero (Madrid, 1934) tiene muy buen o¨ªdo para lo castizo, pese a que un polic¨ªa le revent¨® los t¨ªmpanos en la DGS de la Puerta del Sol cuando militaba en el PCE. Fue ni?o bien en el Madrid de la posguerra hasta que el padre de un amigo, militar de la Rep¨²blica, le abri¨® los ojos. Quiso ser director de cine, pero su militancia le cerr¨® el camino. Pas¨® dos a?os en la c¨¢rcel (Carabanchel y Palencia) y despu¨¦s se forj¨® como actor gracias a los papelitos que le daban los amigos para poder comer. Poco a poco, sin ruido, con su bigote abundante y su mirada de hombre bueno, se convirti¨® en un rostro indispensable del cine espa?ol.
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