La leyenda del hombre solitario

"Llevo con ¨¦l desde los 14 a?os y siempre le he visto entrenarse y competir con cara de nada", asegura su entrenador, Jes¨²s Morl¨¢n; "todav¨ªa no s¨¦ si pasa nervios por dentro". As¨ª es David Cal, nacido en Cangas de Morrazo (Pontevedra) hace 21 a?os, el hombre que hoy y ma?ana intentar¨¢ conseguir la primera medalla individual de la historia del pirag¨¹ismo espa?ol, la quinta en total. Competir¨¢ en las finales de C-1 en los 1.000 metros y en los 500. Cuando a principios de semana debut¨® y consigui¨® clasificarse para las dos finales, ni siquiera se inmut¨®. Parec¨ªa tan consciente de que aquello era algo normal que casi ni lo expres¨®. "Estoy contento", dijo con un gran esfuerzo. Y se enchuf¨® los cascos de su MP3.

"Pasa d¨ªas enteros sin hablar", explica Morl¨¢n; "como persona, es introvertido, cansino, pac¨ªfico. Le cuesta todo y no tiene iniciativas para nada. Nunca te regala una sonrisa. No gesticula. Pero le flipa entrenarse, luchar y sufrir en una canoa. Cuando iniciamos la preparaci¨®n ol¨ªmpica, me daba miedo tener que pasar tantos d¨ªas solo con ¨¦l porque cre¨ª que se iba a apagar. Sin embargo, se compr¨® un cochecito y se fue a Gij¨®n y Oviedo. Estaba m¨¢s contento. Incluso m¨¢s comunicativo". A David le cuesta hablar y expresarse y vive encerrado en s¨ª mismo. Pero hay una persona con la que se entiende a la perfecci¨®n: la tambi¨¦n componente de la selecci¨®n Teresa Portela, paisana de Cangas de Morrazo: "Se conocen desde la escuela. Hablan, pero, si te acercas, se callan y se van".

Su historia no es muy distinta a todo eso. David siempre fue un chico introvertido, solitario, muy t¨ªmido. Comenz¨® a palear casi sin darse cuenta en el club de su pueblo natal, Hio, y al poco tiempo ingres¨® en el club de Cangas de Morrazo, muy cerca de su casa. "A los 14 a?os acudi¨® al Centro de Alto Rendimiento para realizar unas pruebas", recuerda Morl¨¢n; "era muy normal. Incluso peque?o y gordito; un barriguita, vamos. Pero, cuando entr¨® en su canoa, descubrimos algunos detalles que nos interesaron: ten¨ªa una cadencia de palos muy r¨¢pida, se entregaba a fondo en los entrenamientos, lo escuchaba todo, quer¨ªa aprender y ten¨ªa una gran ambici¨®n". Decidieron qued¨¢rselo un a?o y su progresi¨®n fue tan importante que sigui¨® con ellos dos m¨¢s. Sin embargo, a los 16 a?os hab¨ªa que tomar una decisi¨®n. En el CAR de Pontevedra s¨®lo aceptaban chicos hasta la edad cadete. Entonces David decidi¨® que quer¨ªa irse a la residencia Blume, en Madrid. "Pero no le quisieron. Prefirieron apostar por otro chico, un murciano que ten¨ªa mucha m¨¢s estatura", comenta Morl¨¢n. Cuando en 1999 particip¨® por primera vez en una competici¨®n internacional, fue bronce en C-1 en 1.000 metros en los Mundiales j¨²niors de Croacia. S¨®lo un a?o m¨¢s tarde, en 2000, gan¨® el C-1 en los 500 de los Europeos j¨²niors de Francia y fue bronce en los 1.000.

Y entonces la federaci¨®n descubri¨® que hab¨ªa un gran pirag¨¹ista porque en un control preol¨ªmpico qued¨® segundo en su clase. "Le seleccionaron para Sidney, junto a Teresa, y yo les acompa?¨¦", cuenta Morl¨¢n; "?l iba de reserva. Ella lleg¨® a las semifinales. Como no compet¨ªa, David nunca ten¨ªa ganas de hacer nada". Sin embargo, el peor momento de su carrera estaba a punto de llegar. Fue en 2001, cuando gan¨® una prueba de control para formar parte de la selecci¨®n y la federaci¨®n le oblig¨® a incorporarse al grupo de ¨¦lite en el CAR de Sevilla. Fue un error de bulto: "No se adapt¨®. No congeni¨® ni con el entrenador, que no le prepar¨® un trabajo espec¨ªfico, ni con sus compa?eros". Su progresi¨®n se fren¨® en seco. Y ¨¦l decidi¨® dejarlo todo y largarse a su casa.

"En febrero de 2002 llevaba ya tres meses parado, sin entrenarse", comenta Morl¨¢n; "el presidente del CAR y yo mismo fuimos a buscarle a su casa y le ofrecimos de nuevo que se entrenara con nosotros. Le dijimos que se olvidara de Sevilla". Y lo hizo. Volvi¨® a coger los palos y su canoa. Pronto dio muestras de su calidad. En 2003 acudi¨® a los Mundiales de Estados Unidos y fue subcampe¨®n en C-1 en 1.000 metros. "Y ahora ojal¨¢ gane alguna medalla", dice Morl¨¢n, "porque en la Xunta le quieren y, si es medallista ol¨ªmpico, le dar¨¢n un trabajo. Ya s¨¦ que no ser¨¢ de portavoz del Gobierno. Pero algo habr¨¢ que resuelva su futuro".