'Johnny Pistolas' apunta alto
Jos¨¦ Antonio Hermida sue?a con celebrar su ritual ganador en un circuito seco y pedregoso
Parnitha es un monte, a las afueras de Atenas, donde, en estos d¨ªas del a?o, el calor abrasa. Los pinos se secan, la tierra se levanta, las piedras se desprenden, queman. El fuego amenaza. En verano ese monte es como un coto privado, un territorio vedado por el sol y el calor. En ese coto infernal, en el que ayer llor¨® y se desfond¨® Marga Fullana, se presentar¨¢ hoy Johnny Pistolas, dispuesto a vengar la deshonra y cazar un metal. Con su bici preparada, cargado de moral. Tras superar las pendientes matadoras de Parnitha, a caballo de su bicicleta, Hermida quiere cruzar la l¨ªnea de meta, armar el gesto y tirar. S¨ªmbolo para dibujar la victoria, para retratar el metal. Ese es el pacto que Jos¨¦ Antonio Hermida, Johnny Pistolas, sell¨® con su amigo Juan Antonio Flecha, el ciclista que dispara dardos cuando, por Francia, franquea primero la meta de alguna etapa del Tour. Una liturgia acordada para celebrar lo que supondr¨ªa la ¨²ltima medalla de estos Juegos para el ciclismo espa?ol.
Hermida, cuarto en Sidney en 2000, es la ¨²ltima esperanza ciclista en Atenas, qui¨¦n sabe si la m¨¢s segura. Ayer, horas antes de la prueba, se le vio bien. Sereno y relajado. Disfrutando de los Juegos, del ambiente de la Villa, preparado para competir. Junto a Iv¨¢n ?lvarez, su compa?ero, el otro espa?ol que hoy rodar¨¢ por los caminos de Parnitha, revis¨® el circuito y, una vez m¨¢s, se reafirm¨®. Lo ha recorrido cien veces, lo conoce al dedillo, le gusta. En mayo, cuando se acerc¨® a Atenas, a disputar el preol¨ªmpico, ya le complaci¨®. Le resulta familiar. Es seco y pedregoso, como las tierras de Almer¨ªa por las que se entrena. Y ahora, con el calor, incluso un poco m¨¢s: m¨¢s seco, con la tierra y las piedras m¨¢s sueltas. Pero le da igual. Tampoco le teme al sol. "No dir¨¦ que nos beneficia, pero nosotros estamos acostumbrados al calor y a los rivales les suele perjudicar", explica Guillermo de Portugal, el seleccionador espa?ol.
De Portugal, que lo ha seguido estos d¨ªas de cerca, rebosa optimismo. Tiene fe en Johnny Pistolas. Est¨¢ convencido de que va a disparar. "Es uno de los favoritos y yo lo veo en el podio", afirma. "Este circuito le va bien a sus condiciones". Largo, con ritmo, de subidas tendidas. Duro, muy duro. Pero Hermida, con 26 a?os reci¨¦n cumplidos, est¨¢ repleto de moral. Despu¨¦s de un inicio de temporada complicado, ha llegado a los Juegos, a su gran reto, en plena forma. Ni rastro del virus que le atac¨® en los primeros meses del curso, una anemia que, durante un tiempo, le dej¨® sin munici¨®n. Lejos de la bici, de las monta?as de Puigcerd¨¤, su tierra natal, en la Cerdanya gerundense, y su laboratorio de entrenamiento en invierno, cuando toca hacer kil¨®metros y kil¨®metros. Lejos tambi¨¦n del esqu¨ª de fondo, una de sus grandes aficiones, uno de sus m¨¦todos de preparaci¨®n. Enfermo, baj¨® el ritmo y, poco a poco, su peque?o cuerpo (1,72 metros y 63 kilos) fue recuperando fuerzas y entrando en competici¨®n.
Lleg¨® a tiempo al preol¨ªmpico (14?), fue primero en la Copa de Madrid, acumul¨® tres terceros puestos en otras tantas pruebas de la Copa del Mundo y caz¨® el oro en el ¨²ltimo Europeo. Muy buena se?al. "Creo que, al final, el virus, le ha ido bien: se ha tomado la temporada con m¨¢s tranquilidad", dice el seleccionador nacional. "Ahora, todo es positivo para ¨¦l. Disfruta y no le puede la presi¨®n", asegura. "A diferencia de Marga , ¨¦l siempre ha sido muy fuerte mentalmente". Hoy, Hermida, Johnny Pistolas, lo tendr¨¢ que demostrar, durante unas dos horas, para despu¨¦s disparar.
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