La batalla por el voto electr¨®nico
Una decena de empresas aspiran a arrebatar el refer¨¦ndum europeo a Indra y romper su 'monopolio' en el sector
El refer¨¦ndum para aprobar la Constituci¨®n europea podr¨ªa marcar dos hitos en la historia electoral espa?ola. Si se cumple lo sugerido en agosto por el presidente del Gobierno, la votaci¨®n se realizar¨¢ con medios electr¨®nicos y con total validez legal, por primera vez. Adem¨¢s, Indra podr¨ªa perder el monopolio 'de facto' que mantiene sobre los plebiscitos espa?oles desde 1978. Empresas como Accenture, Scytl, Odec o Iberm¨¢tica aspiran a arrebatarle este incipiente pero jugoso mercado.
La competencia es enorme, y son muchas empresas para repartirse un negocio a¨²n incipiente. Pero crece entre un 4% y un 5% al a?o
?sta es la historia de un negocio que naci¨® el 24 de noviembre de 2000. Aquel d¨ªa, Robert Rosenberg, juez de Florida, fue fotografiado mientras observaba con toda su atenci¨®n, y la ayuda de una enorme lupa, una de las papeletas que deb¨ªan decidir qui¨¦n ser¨ªa el pr¨®ximo presidente de Estados Unidos. La imagen, que dio la vuelta el mundo, desvelaba que la mayor potencia del planeta ten¨ªa problemas con su sistema electoral. La foto, adem¨¢s, avisaba a los responsables de las grandes compa?¨ªas que realizan el recuento de las votaciones tradicionales de que su negocio estaba a punto de morir. Asimismo, indicaba a los directores de las peque?as empresas que comenzaban a experimentar con las votaciones electr¨®nicas que su mercado iba a explotar.
Los experimentos de voto electr¨®nico se cuentan por centenares desde hace unos diez a?os. Se han celebrado en naciones, condados, municipios, Universidades y hasta clubes de f¨²tbol. Muy pocas de ellas, en todo caso, han sido vinculantes. Si la Constituci¨®n europea se votara finalmente en Espa?a con un sistema electr¨®nico, ser¨ªa la primera vez en que se hace a escala estatal y con absoluta validez legal.
A¨²n hay muchas preguntas sin respuesta en torno a este posible refer¨¦ndum electr¨®nico. Se desconoce cu¨¢ndo se realizar¨¢, aunque se est¨¢ considerando marzo de 2005. Tampoco se sabe cu¨¢l ser¨¢ el sistema de votaci¨®n elegido, ni si la consulta se llevar¨¢ a cabo en todo el pa¨ªs -como pretenden algunos asesores del presidente Zapatero- o si se har¨¢ s¨®lo en un pu?ado de colegios electorales, como sugieren, con prudencia, la mayor parte de los expertos.
Olfato burs¨¢til
Cuando se conozcan las respuestas se sabr¨¢, tambi¨¦n, cu¨¢l ser¨¢ la empresa encargada de realizar esta votaci¨®n. La Bolsa, en todo caso, ya ha decidido: las acciones de Indra, el gigante espa?ol de las tecnolog¨ªas de la informaci¨®n, se revalorizaban un 1,31% el 10 de agosto, un d¨ªa despu¨¦s de que el presidente Jos¨¦ Luis Rodr¨ªguez Zapatero anunciara la posibilidad de celebrar el refer¨¦ndum por v¨ªas electr¨®nicas. Quiz¨¢ no parezca una gran ganancia, pero el Ibex 35 se anotaba, en esos d¨ªas, sus peores registros del a?o, lastrado por los precios del petr¨®leo.
El mercado considera que Indra puede realizar este refer¨¦ndum porque lleva organizando el recuento de votos en los procesos electorales espa?oles desde 1978, y de forma ininterrumpida. Juan Navarro, director de procesos electorales de la compa?¨ªa, explica que no ha habido a¨²n contacto alguno con el Ministerio del Interior, aunque precisa: "Es l¨®gico que se piense en nosotros porque somos los que tenemos m¨¢s experiencia en este ¨¢rea". Adem¨¢s de los procesos tradicionales, Indra ha organizado votaciones electr¨®nicas en Argentina, Venezuela, Noruega, Portugal, Francia y, durante las elecciones generales del pasado 14 de marzo, en las localidades de Jun, Toro, Zamora y Pol.
Pero Indra no est¨¢ sola. Una decena de competidores expresan su intenci¨®n de competir con ella, por primera vez en muchos plebiscitos. Desde hace tiempo, Indra es la ¨²nica empresa que se presenta a los concursos convocados para el recuento de las elecciones nacionales. En el voto electr¨®nico, sin embargo, hay empresas que llevan casi diez a?os trabajando y desarrollando sus propios productos. ?Qui¨¦nes son estas compa?¨ªas que aspiran a disputar a Indra el trono del negocio electoral? Los grandes pesos pesados son las estadounidenses Diebold, Sequoia y Election Systems & Software. Los tres est¨¢n inmersos en la preparaci¨®n de las pr¨®ximas elecciones presidenciales de Estados Unidos, un proceso repleto de problemas [ve¨¢se p¨¢gina 6], por lo que, seg¨²n fuentes del mercado, no es probable que se interesen por entrar en el negocio espa?ol, al menos en este refer¨¦ndum.
Algunas de las empresas m¨¢s experimentadas del mundo son espa?olas. Odec, por ejemplo, lleva en este negocio desde 1995 y ha organizado votaciones como las catalanas de ese mismo a?o o los congresos de ERC y el PSC (2204). La catalana Scytl naci¨® como un proyecto de la Universidad Aut¨®noma de Barcelona, pero se convirti¨® en compa?¨ªa privada en 2001, en plena resaca del caso Florida. Ha gestionado procesos en los Mossos d'Esquadra (2003) o las recientes elecciones catalanas. En Euskadi, mientras, y bajo la iniciativa del Gobierno vasco, se ha desarrollado Demotek, en la que participan empresas como Iberm¨¢tica, Ikusi, Hunolt o Euskaltel. Con este sistema han realizado, entre otras, las elecciones al rector de la Universidad del Pa¨ªs Vasco (2004).
El voto electr¨®nico ha suscitado, adem¨¢s, el inter¨¦s de las grandes empresas de tecnolog¨ªas de las informaci¨®n, que, de nuevo gracias al fiasco de Florida, comprendieron que el mundo entero comenzar¨ªa pronto a renovar sus sistemas electorales. La consultora estadounidense Accenture, por ejemplo, ha adquirido la empresa de software Election.com, y asegura estar realizando "agresivas inversiones" en este mercado. Junto a ella, fabricantes de hardware (Sun o HP) y software (Oracle ), compa?¨ªas de telecomunicaciones (Telef¨®nica o Euskaltel) y organismos oficiales, como la F¨¢brica Nacional de Moneda y Timbre (FNMT), han intervenido ya en alg¨²n proceso electr¨®nico de los que han sido realizados en Espa?a [v¨¦ase cuadro].
Hay un problema. Son muchas empresas para repartirse un negocio a¨²n incipiente y que, en la mayor parte del mundo, s¨®lo existe en pruebas. Seg¨²n un c¨¢lculo de la revista Forbes, el mercado de las elecciones electr¨®nicas mover¨¢ entre 1.500 y 2.000 millones de d¨®lares en los pr¨®ximos tres a?os. Su crecimiento anual oscilar¨¢ entre el 4% y el 5%, dice un documento de Diebold presentado a sus accionistas.
Todas estas compa?¨ªas coinciden en que, por ahora, la generaci¨®n de ingresos est¨¢ muy limitada por las trabas legales impuestas al voto electr¨®nico; en Espa?a, s¨®lo el Pa¨ªs Vasco ha adaptado su legislaci¨®n a esta nueva realidad electoral. Adem¨¢s, los fabricantes deben invertir grandes cantidades en I+D para garantizar la seguridad de los sistemas, la confidencialidad del voto y el anonimato del elector. Tambi¨¦n deben buscar distribuidores para sus productos en todo el mundo, y as¨ª lograr econom¨ªas de escala que conviertan en rentables sus inversiones. Y, finalmente, deben lidiar con lo m¨¢s complejo: "Es necesario que exista la voluntad pol¨ªtica de implantar estos sistemas", explica Andreu Riera, fundador y consejero delegado de Scytl.
Por eso, algunas empresas reconocen que la rentabilidad de este negocio se plantea a muy largo plazo, al menos 10 a?os. Una forma concreta de calcularlo es revisar las cuentas de las dos grandes compa?¨ªas del sector que cotizan en Bolsa: Diebold e Indra. En el caso de la espa?ola, el mercado de procesos electorales -que incluye tanto los tradicionales y los electr¨®nicos-, factur¨® 28,8 millones de euros en 2003, lo que supone un incremento de m¨¢s de un 700% frente a los 3,6 millones de 2002. Aunque la compa?¨ªa no desglosa qu¨¦ parte de estas ventas corresponde a las votaciones electr¨®nicas, aclara que se trata a¨²n de un "porcentaje m¨ªnimo", aunque creciente. Diebold, que tiene unas 75.000 m¨¢quinas electr¨®nicas de votaci¨®n repartidas por Estados Unidos, prev¨¦ ingresar este a?o entre 75 y 85 millones de d¨®lares con este negocio, entre un 11% y un 12% m¨¢s que en 2003.
El inter¨¦s de las grandes compa?¨ªas por el voto digital es, en realidad, m¨¢s estrat¨¦gico que econ¨®mico. "No es nuestro principal mercado", reconoce Enrique Arias, socio de Accenture, "pero tendr¨¢ una incre¨ªble trascendencia en la evoluci¨®n de la sociedad de la informaci¨®n del futuro". Por eso,el foco principal de atenci¨®n de todas estas compa?¨ªas est¨¢ centrado hoy en el refer¨¦ndum europeo. Todas saben que, m¨¢s all¨¢ del monto concreto del concurso, organizar la primera gran votaci¨®n electr¨®nica del pa¨ªs es un excelente trampol¨ªn para meter la cabeza en el futuro de la votaci¨®n electr¨®nica, que incluye elecciones en todos los niveles del Estado, plebiscitos populares, sufragios en Universidades y asociaciones y votaciones en grandes corporaciones y juntas de accionistas -aprobadas por la reciente Ley de Transparencia para empresas cotizadas-. Hay mucho en juego.
"?sta es una excelente oportunidad para que el Ministerio del Interior d¨¦ entrada a otras compa?¨ªas", dice Arias, de Accenture. "As¨ª se podr¨ªa mantener la salud del sistema", a?ade. "El refer¨¦ndum no deber¨ªa cerrarse a un ¨²nico sistema de voto o a una empresa; lo ideal es que hubiera varios proveedores", opina Luis Pistoni, director comercial de Odec. Aunque nadie discute el poder de Indra s¨ª creen poder competir con ella: "Tiene 200 veces nuestro tama?o", reconoce Pistoni, "pero nuestra experiencia es comparable a la suya".
Juan Navarro, desde Indra, dice "comprender" el entusiasmo de sus competidores, ya que contemplan la posibilidad de que haya "un cambio en el mercado". "Pero est¨¢n equivocadas", a?ade: "El problema de nuestra competencia es que no sabe nada de procesos electorales. Una cosa es realizar una consulta popular, y otra muy distinta es gestionar un proceso con millones de electores, colegios, mesas... Nosotros ya lo hemos hecho", y concluye: "Lo hemos hecho muchas, muchas veces".
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