"No conf¨ªo en la gente que desea poder"
Jim Jarmusch (Ohio, 1953) ha escogido un caf¨¦ en el East Village para hablar sobre su nueva pel¨ªcula, Coffee and Cigarettes. El filme (sin fecha de estreno en Espa?a) es una sucesi¨®n de 11 episodios en los que Tom Waits, Roberto Benigni, Iggy Pop, Cate Blanchett, Bill Murray, Alfred Molina, Jack y Meg White, Joie y Cinqu¨¦ Lee (las hermanas de Spike Lee), Steve Buscemi y un par de actores m¨¢s fuman, toman caf¨¦, hablan y callan. Las conversaciones (grabadas a lo largo de 17 a?os) describen lentos meandros, el caf¨¦ tiene un aspecto aceitoso y al salir del cine uno siente la necesidad de poner a ventilar la chaqueta porque la pel¨ªcula est¨¢ envuelta de principio a fin en una espesa humareda.
El actor Bill Murray ser¨¢ el protagonista de su pr¨®xima pel¨ªcula; no dice m¨¢s porque es supersticioso
"En realidad, la pel¨ªcula no trata de fumar y de tomar caf¨¦; sino de las peque?as cosas, de las pausas"
"La rodar¨¦ en color y ser¨¢ un poco divertida y un poco triste. Pero esto puede decirse de todas mis pel¨ªculas"
"En Nueva York s¨®lo interesa la gente con dinero, los artistas j¨®venes ya no se pueden permitir vivir aqu¨ª"
Pero la silla en la que est¨¢ sentado ahora Jarmusch es la de un caf¨¦ neoyorquino en pleno verano de 2004. Los clientes tienen delante luminosos vasos de caf¨¦ con leche, magdalenas bajas en calor¨ªas y port¨¢tiles ligeros como plumas. Y aunque en los revisteros cuelgan el Frankfurter Allgemeine, el Neue Z¨¹rcher Zeitung e incluso el Izvestia, no se ven ceniceros por ninguna parte.
Lo ¨²nico que huele levemente a tabaco es la camisa vaquera de Jarmusch, que acaba de fumarse un cigarrillo fuera, en la calle. Coffee and Cigarettes est¨¢ rodada en blanco y negro y es evidente que habla de otra era, de una ¨¦poca ya extinguida de caladas profundas y conversaciones que no versan sobre nada y no conducen a nada. "Hay una escena con Tom Waits e Iggy Pop en la que los dos sacan un Marlboro de la cajetilla que les he puesto delante sobre la mesa. Desde luego, no cabe duda de que Iggy y Tom se pasaron casi todo el tiempo improvisando. Ambos dicen que han dejado de fumar. Pero lo que yo no sab¨ªa es que es completamente cierto y que ambos volvieron por culpa de esa peque?a escena. Tom era una aut¨¦ntica bestia del tabaco, incluso ha llegado a ponerse el despertador por las noches para fumarse un pitillo. No es broma. Despu¨¦s me vino quej¨¢ndose. Y con Iggy pas¨® lo mismo. As¨ª que a partir de entonces a todos los que intervinieron en el filme les dije: si no quer¨¦is fumar os escribo un papel de no fumador. Al fin y al cabo son amigos m¨ªos". Jarmusch mira completamente serio: "Es muy dif¨ªcil fingir que se est¨¢ fumando en una pel¨ªcula, se nota enseguida y odio que la gente se limite a hacer como si fumara".
Pregunta. ?Ha intentado dejarlo?
Respuesta. Tres veces. La primera aguant¨¦ 14 meses, la segunda ocho meses y la ¨²ltima un mes. Ahora me mantengo en unos 10 cigarrillos diarios, mejor que antes. Pero ser¨ªa mejor que me dedicara a fumar puros. Tengo la edad de pasarme a los habanos.
A continuaci¨®n nos habla de un experimento que puso en pr¨¢ctica consigo mismo en el a?o 1986. En un mismo d¨ªa dej¨® de tomar caf¨¦, t¨¦, az¨²car, carne, tabaco, alcohol y cualquier otro tipo de drogas.
P. ?Y bien?
R. Pues aguant¨¦ un mes y casi perd¨ª el juicio. Estaba angustiado, deprimido e incluso agresivo. Mi novia se march¨® de casa. Pero tambi¨¦n tuvo su lado bueno. Estuve cinco a?os sin beber alcohol, no he vuelto a tomar caf¨¦, no tomo drogas qu¨ªmicas y tampoco he vuelto a comer carne.
P. En una de las escenas de la pel¨ªcula Tom Waits cuenta que cuando sus padres se reun¨ªan con conocidos siempre tomaban caf¨¦ y pastel mientras que ¨¦l ahora se re¨²ne en torno al caf¨¦ y los cigarrillos.
R. No es m¨¢s que un retazo de di¨¢logo. Nada importante. En realidad, la pel¨ªcula no trata de fumar y de tomar caf¨¦, sino de las peque?as cosas, de las pausas, de esos momentos insignificantes que normalmente el cine pasa por alto. Eso es justo lo que me interesa.Esta pel¨ªcula es un ser vivo, est¨¢ viva. Si hubiera tenido un gui¨®n, un gui¨®n inamovible, ser¨ªa aburrida, ser¨ªa algo muerto.
P. Ha trabajado durante 17 a?os en esta pel¨ªcula ?Cu¨¢ndo supo que hab¨ªa terminado?
R. En cuanto reun¨ª 11 episodios pens¨¦, vaya, con esto hay suficiente para sacar un ¨¢lbum.
P. ?Cu¨¢l es el ritmo del filme?
R. El ritmo de una conversaci¨®n, tiene pausas.
Junto a nuestra mesa ha aparecido un joven como si fuera un fantasma. Se llama Marcel, explica, y s¨®lo quer¨ªa decirle a Jarmusch lo mucho que le admira. Adem¨¢s, es miembro del grupo de teatro de calle Shakespeare in the Parking Lot y le gustar¨ªa mucho que Jarmusch se pasara a ver alguna de sus representaciones.
"?se es el regalo que quiero hacerle", explica Marcel. "Gracias, hombre", responde Jarmusch que ha escuchado la historia sin la m¨¢s m¨ªnima muestra de impaciencia. Por unos instantes no queda claro qu¨¦ va a pasar a continuaci¨®n; al final Marcel se retira en silencio. "Buena idea. Shakespeare in the Parking Lot. Muy bien, hombre. Si puedo me pasar¨¦ a verlo".
Desde hace 10 a?os Jarmusch vive la mitad del a?o en los bosques de Catskills y la otra mitad en su loft de Bowery. El final de los a?os ochenta le ahuyent¨® de Nueva York, explica. "Ahora s¨®lo interesa la gente con dinero, los artistas j¨®venes ya no se pueden permitir vivir aqu¨ª. Faltaba sangre fresca. ?D¨®nde iba a encontrar inspiraci¨®n? ?En los corredores de bolsa? El ambiente me resultaba asfixiante, pero despu¨¦s de pasar un tiempo en los bosques me alegra volver a reencontrarme con las cosas que ofrece una gran ciudad como Nueva York. Adoro el contraste. Llevo 25 a?os viviendo en Bowery, es un sitio muy ruidoso. El pasado verano en los Catskills el silencio era tal que pod¨ªa o¨ªr la nieve, la m¨²sica de la nieve al caer".
P. ?La m¨²sica de la nieve al caer?
R. S¨ª, viejo. Cuando el silencio es total, esa maldita nieve hace m¨²sica.
P. En una ocasi¨®n dijo que el 11 de septiembre ha transformado positivamente la ciudad. ?Queda algo de eso despu¨¦s de tres a?os?
R. La paranoia. Despu¨¦s del 11 de septiembre las cosas eran diferentes aunque desde luego no fueron buenos momentos. Los volquetes pasaban delante de nuestra casa, ol¨ªa a muerte. La ciudad parec¨ªa sin vida, extinguida. Todav¨ªa me acuerdo de cuando Iggy Pop dio uno de los primeros conciertos en el Irving Plaza. Pens¨¦: gracias, Iggy. Pero para esa gente que dice que el mundo ya nunca volver¨¢ a ser como antes s¨®lo tengo una respuesta: Shut the fuck up! [?c¨¢llate la jod¨ªa boca!]. Me propusieron hacer un corto para un proyecto que ten¨ªa como objetivo describir el mundo tras el 11 de septiembre. Pero no particip¨¦. Es exactamente el mismo mundo de siempre. Aqu¨ª en Nueva York han muerto 3.000 personas, en los ¨²ltimos meses en Sud¨¢n han muerto 30.000 y a nadie le importa un comino.
P. ?No le gusta comentar acontecimientos pol¨ªticos a trav¨¦s de sus pel¨ªculas?
R. Quiero hacer pel¨ªculas sobre ideas. ?A qui¨¦n demonios le interesa qui¨¦n era el pol¨ªtico m¨¢s influyente en la ¨¦poca de Bach? No hay ni un solo idiota que se preocupe por eso. Pero la m¨²sica de Bach sigue viva. Las cosas que est¨¢n pasando en Afganist¨¢n, en Irak y en Palestina son horribles pero, en comparaci¨®n con los problemas ecol¨®gicos, no son m¨¢s que cagadas de mosca. Nadie se acordar¨¢ de Irak cuando se acabe el agua. Ahora todo gira en torno al petr¨®leo pero no es imprescindible para la vida, mientras que el agua s¨ª. Llegar¨¢ un momento en que se har¨¢n guerras para conseguir agua.
Es el momento de fumarse un cigarrillo. Hace una se?a con la cabeza al chico que est¨¢ detr¨¢s de la barra y sale al aire caliente de la calle. Jarmusch fuma American Spirit, cigarrillos hechos con tabaco de cultivo ecol¨®gico: "A los pol¨ªticos lo que les interesa es el poder. Los ¨²nicos que consiguen el poder son aquellos que lo desean. Y se trata de gente en la que no conf¨ªo".
Coffee and Cigarettes est¨¢ funcionando bien en Estados Unidos y mucho mejor en Francia. Jarmusch conf¨ªa en Alemania, Inglaterra y Jap¨®n, los mercados donde tradicionalmente triunfan sus pel¨ªculas. Ya ha ganado dinero y ha enviado a los actores cheques con los que, probablemente, no contaban en absoluto. Posee todos los derechos de las nueve pel¨ªculas que ha rodado hasta ahora. Tambi¨¦n se ocupa de las licencias extranjeras. Eso supone mucho trabajo, puesto que sus pel¨ªculas se proyectan en m¨¢s de 40 pa¨ªses, pero no est¨¢ dispuesto a renunciar a su independencia bajo ning¨²n concepto.
Dice que se da por satisfecho mientras pueda pagar el alquiler y seguir trabajando. En oto?o rodar¨¢ por vez primera una pel¨ªcula financiada con dinero de una productora estadounidense. Ha sido una larga lucha, pero al final tiene el control total sobre la cinta. Bill Murray interpretar¨¢ el papel protagonista, y no quiere decir nada m¨¢s porque es supersticioso.
"La rodar¨¦ en color y ser¨¢ un poco divertida y un poco triste. Pero creo que esto puede decirse de todas mis pel¨ªculas", comenta, apaga el cigarrillo y vuelve al peque?o caf¨¦.
Babelia
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