M¨¢s miseria para el final
Los que esperaban que la empresa aprovechara el ¨²ltimo festejo de toreo a pie -hoy hay rejoneo- para lavar la imagen de limpieza de corrales de los distintos hierros que se han lidiado, vieron su gozo en un pozo. Para el final, m¨¢s miseria.
A las tres ver¨®nicas y media, el primero de Ponce se declar¨® inv¨¢lido. Firmado el pacto de ni t¨² bajas la mano ni yo me dejo caer, la faena fue como quien torea un carret¨®n. En el cuarto, un sin presencia, de tranco cascabelero dio un recital de est¨¦tica precavida con ambas manos. Esto caus¨® exagerado clamor en los tendidos. Con un simple pinchazo el toro pas¨® a mejor vida. Sin estocada, en esta feria se conceden orejas.
El Gallo se la pas¨® gritando a su primero. Aquello no embest¨ªa. A tres gritos por trapazo sali¨® la media. En el quinto, se dej¨® traslucir ver¨®nicas. El ¨²nico quite de la tarde corri¨® de su cuenta. Ofreciendo al respetable una serie por tafalleras. Con la muleta, y mientras tuvo motor el toro, dej¨® detalles con gusto, aunque despegados. Por gritar bien y desajustar las suertes, le premiaron con la puerta grande.
Algarra / Ponce, Gallo, Capea
Toros de Luis Algarra, desiguales de presentaci¨®n, descastados y blandos. Enrique Ponce: ovaci¨®n y saludos; oreja. Eudardo Gallo: oreja; oreja. El Capea: palmas; palmas. Plaza de toros de Valladolid, 11 de septiembre, 8? de feria. Tres cuarto de entrada.
No tuvo su tarde El Capea. Todo lo que intent¨® le sali¨® embarullado cuando no enganchado. Desarbolado y desencajado llev¨® el sobresalto a los tendidos. As¨ª estuvo en sus dos toros.
El desencanto que sufre la afici¨®n por la ruina indigna de los toros presentados a una feria del prestigio de Valladolid es preocupante. En los corridos donde se juntan los aficionados despu¨¦s de cada festejo hab¨ªa quien juraba no volver m¨¢s a lo que consideran un simulacro, que nada tiene que ver con una corrida de toros. Queda todo un a?o para que todas las partes con responsabilidad en esta feria pongan su grano de arena para que los festejos en honor de la Virgen de San Lorenzo tengan la dignidad que la magn¨ªfica afici¨®n de esta tierra se merece.
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