Izar y la pol¨ªtica del avestruz
La responsabilidad del que gobierna ante cualquier problema de ¨ªndole econ¨®mico y, fundamentalmente, ante aquellos que resultan especialmente sensibles por su repercusi¨®n social requiere de un diagn¨®stico objetivo y certero de la situaci¨®n, como paso previo al dise?o de un plan de actuaci¨®n posibilista que permita resolver el problema a corto y largo plazo, dentro del marco de actuaci¨®n definido por nuestro ordenamiento jur¨ªdico y por las reglas de la competencia que defendemos.
Resolver un problema hoy para acrecentarlo ma?ana es hacer la pol¨ªtica del avestruz que tan nulos resultados ofrece. Es evidente que resulta m¨¢s c¨®modo pol¨ªticamente, pero tambi¨¦n es evidente que es un claro ejemplo de lo que no se debe hacer. La actuaci¨®n del Partido Popular en Izar es buena prueba de ello.
Los gobernantes del PP no evitaron, sino que aceleraron, la situaci¨®n de disoluci¨®n de Izar
El sector naval en Espa?a ha sufrido -desde que el INI (Instituto Nacional de Industria) constituy¨® la Empresa Nacional Baz¨¢n en 1969- numerosas operaciones de salvamento; materializadas en absorciones, fusiones y dolorosas reconversiones encaminadas a sanear, actualizar y encauzar un sector que por sus caracter¨ªsticas estructurales y de coyuntura hist¨®rica ha representado un duro reto para todo Gobierno que se ha enfrentado a ¨¦l.
La ¨²ltima actuaci¨®n del Partido Socialista data de 1994, cuando se elabor¨® un nuevo plan de reestructuraci¨®n de los astilleros p¨²blicos para el periodo 1995-98, denominado Plan Estrat¨¦gico de Competitividad (PEC). Las ayudas contempladas superaban los l¨ªmites establecidos por la normativa comunitaria, pero finalmente y con car¨¢cter excepcional fueron aprobadas sujetas al cumplimiento de dos condiciones fundamentales:
Que los astilleros funcionasen como sociedades independientes en cuanto a beneficios y costes, y que a 31 de diciembre de 1998 cada uno de los astilleros ten¨ªa que alcanzar la viabilidad econ¨®mica. En caso contrario no se conceder¨ªan a los astilleros p¨²blicos ayuda alguna.
Aunque se realizaron todas las actuaciones previstas en el PEC, no se alcanz¨® el objetivo de viabilidad perseguido. En la fecha se?alada, las p¨¦rdidas de explotaci¨®n acumuladas ascend¨ªan a 847,3 millones y la Comunidad Europea ya no permit¨ªa conceder nuevas ayudas de reestructuraci¨®n.
En 1998, el Gobierno popular decidi¨® resolver la situaci¨®n patrimonial aportando cr¨¦ditos fiscales por 111 millones de euros. Estos cr¨¦ditos fueron declarados incompatibles por la Uni¨®n Europea. Pese a que el anterior Gobierno interpuso un recurso de anulaci¨®n, lo ¨²nico que consigui¨® fue que se tuviera que pagar un mayor importe por intereses de demora. Un total de 39 millones m¨¢s, pues el recurso fue desestimado dos a?os despu¨¦s.
En 1999, ante una situaci¨®n pr¨®xima a la disoluci¨®n, se realizaron operaciones de venta de filiales a la SEPI a precios superiores a los del mercado. Dichas ayudas tambi¨¦n han sido declaradas incompatibles por la UE. El importe de la ayuda (308 millones) m¨¢s los intereses de demora asciende a 376 millones de euros. Est¨¢ en estudio la interposici¨®n de un recurso de anulaci¨®n, aunque no parece viable teniendo en cuenta los antecedentes existentes.
En 2000, dada la dif¨ªcil situaci¨®n del mercado civil y la favorable evoluci¨®n y perspectivas del mercado militar al que s¨ª se le permite la concesi¨®n de ayudas p¨²blicas, el anterior Gobierno decidi¨® integrar los astilleros de la DCN (Divisi¨®n de Construcci¨®n Naval del INI) en la empresa militar Baz¨¢n, por compra de esta ¨²ltima y posterior fusi¨®n por absorci¨®n, cre¨¢ndose la empresa Izar. Estas operaciones est¨¢n siendo objeto de investigaci¨®n y podr¨ªan alcanzar los 550 millones.
Con la fusi¨®n se pretend¨ªa crear un grupo competitivo a nivel europeo. Sin embargo, el proyecto estaba condenado al fracaso. No se tuvieron en cuenta las diferencias de cultura empresarial y las posiciones de partida de las dos empresas, ni la capacidad competitiva de los pa¨ªses asi¨¢ticos (Corea, China y Jap¨®n), muy superior a la de los astilleros espa?oles.
El Gobierno del PP se limit¨®, una vez m¨¢s, a practicar una huida hacia adelante postergando lo inevitable mediante la aplicaci¨®n de ayudas estatales il¨ªcitas, a sabiendas de que Europa no las permitir¨ªa, con la confianza de que eran impunes ante el incumplimiento de los compromisos con la Comisi¨®n Europea y ante las normas de defensa de la competencia
Hoy nos encontramos, pese a que el mercado mundial se ha recuperado desde 2002, con que los astilleros europeos han perdido competitividad frente a los asi¨¢ticos por la fortaleza del euro y la evoluci¨®n del tipo de cambio frente al d¨®lar estadounidense, al yen, al won y al yuan.
Adem¨¢s los astilleros asi¨¢ticos han incrementado enormemente su capacidad. Entre 1990 y 2003, China ha pasado de tener una cuota de mercado del 3% al 15% y Corea del 14% al 43%. Es decir, estos dos pa¨ªses absorben el 58% de los nuevos contratos mundiales. Por el contrario, Jap¨®n ha visto perder su posici¨®n desde el 41% al 28% y la UE ha perdido 15 puntos de participaci¨®n, hasta situarse en un reducido 7% de cuota de mercado.
La estrategia de los pa¨ªses europeos ante la feroz competencia de los pa¨ªses asi¨¢ticos ha sido especializarse en nichos de mercado de elevada demanda interna. ?ste es el caso de Dinamarca, Italia, Reino Unido, Alemania y, en menor medida, Noruega. Por el contrario, Holanda y Espa?a presentan una d¨¦bil demanda interna y fuerte dependencia del mercado internacional.
Izar en el mercado civil tiene limitaciones de producci¨®n establecidas por la UE y las cuotas de producci¨®n tienen que repartirse entre los seis astilleros, con la p¨¦rdida de eficacia que eso conlleva. La situaci¨®n actual de ingresos y costes es muy negativa, ya que para pr¨¢cticamente todos los tipos de buques, el coste de Izar resulta superior a los ingresos entre un 15% y un 50%. Sus fondos propios ascienden a 194 millones de euros, sin considerar la devoluci¨®n de las ayudas p¨²blicas ya declaradas incompatibles, que dar¨ªa lugar a unos recursos propios negativos. Con las perspectivas actuales del mercado, si se mantuviese la situaci¨®n actual se llegar¨ªa a unas p¨¦rdidas anuales del orden de los 150-200 millones de euros. En 2004 se estiman en 164. Dicha situaci¨®n, independientemente de las exigencias comunitarias de la devoluci¨®n de las ayudas, es imposible de sostener. Si a dicha cifra se le a?ade el importe de las devoluciones de las ayudas notificadas a la empresa y que son ineludibles (376 millones de euros), se comprender¨¢ por qu¨¦ la compa?¨ªa entra en causa de disoluci¨®n (quiebra t¨¦cnica).
De acuerdo con la normativa europea, no es posible realizar nuevas aportaciones de capital a Izar. En caso de disoluci¨®n, la sociedad debe cesar de su actividad ordinaria. Dicha situaci¨®n afectar¨ªa a los astilleros militares y al conjunto de la plantilla. La legalidad comunitaria no admite la creaci¨®n de una nueva compa?¨ªa estatal en el ¨¢mbito civil, salvo que tenga participaci¨®n mayoritaria de capital privado.
En cambio, en el mercado militar, la posici¨®n competitiva de Izar es s¨®lida y las expectativas futuras son favorables. Es posible preservar la actividad militar de los efectos derivados de la devoluci¨®n de las ayudas mediante su segregaci¨®n a una nueva sociedad, New Izar. De acuerdo con la legislaci¨®n espa?ola, el proceso de segregaci¨®n de los astilleros militares debe ser anterior a la entrada de Izar en causa de disoluci¨®n.
Por tanto, para salvar la situaci¨®n resulta inevitable segregar los astilleros militares en una nueva sociedad y potenciar la modernizaci¨®n y desarrollo de los centros que no se transfieran a la sociedad segregada mediante la participaci¨®n de capital privado con la tutela de la SEPI y buscar nuevas l¨ªneas de producci¨®n. El Gobierno debe garantizar que se mantenga la m¨¢xima actividad y empleo posible y que se garanticen los derechos de los trabajadores y el cumplimiento de las obligaciones de Izar. Pero dicha soluci¨®n s¨®lo es posible si se contempla dentro de las reglas del juego de la competencia y se apuesta por una soluci¨®n definitiva.
Ante la situaci¨®n descrita, comprender¨¢n que aluda a la irresponsabilidad notoria y manifiesta de los gobernantes del PP, que con su actuaci¨®n no evitaron, sino que aceleraron, la situaci¨®n de disoluci¨®n en la que se ve inmersa en la actualidad Izar. Adoptaron medidas basadas en la concesi¨®n de ayudas p¨²blicas ilegales para la Comisi¨®n Europea, a sabiendas de su ilegalidad, pero en la confianza de que la Comisi¨®n no se enterar¨ªa. Es lamentable tanta "ingenuidad". La Comisi¨®n no ha actuado de oficio en ninguno de los expedientes contra las ayudas a Izar, sino que se han iniciado a instancias de empresas de la competencia, como cab¨ªa esperar.
Inmaculada Rodr¨ªguez-Pi?ero Fern¨¢ndez es secretaria federal de Pol¨ªtica Econ¨®mica y Empleo del PSOE.
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