El Gobierno descontar¨¢ la inflaci¨®n del IRPF por primera vez desde 2000

Los Presupuestos de 2005 recoger¨¢n una de las principales reivindicaciones econ¨®micas del PSOE cuando estaba en la oposici¨®n: descontar la inflaci¨®n del IRPF, una medida congelada desde 2000. El vicepresidente y ministro de Econom¨ªa, Pedro Solbes, explicar¨¢ hoy los detalles de esta decisi¨®n, que supondr¨¢ ajustar los distintos tramos del IRPF a las subidas de la inflaci¨®n prevista (2%). Es decir, que los trabajadores no tengan retenciones mayores con igual poder adquisitivo. Las deducciones fiscales, sin embargo, se mantendr¨¢n intactas hasta la reforma fiscal que se introducir¨¢ en 2006.

El Gobierno aprobar¨¢ hoy en el Consejo de Ministros las cuentas del Estado para 2005, las primeras que el nuevo Ejecutivo dise?a, pues hasta ahora ha gobernado con un Presupuesto heredado. Entre las novedades que incorpora esta ley figura la actualizaci¨®n de la tarifa del IRPF con la inflaci¨®n, que supone restar el impacto de la subida de precios de la cantidad que los 15 millones de contribuyentes pagan por el impuesto.

El mecanismo es sencillo. Consiste en que cada tramo de la tarifa (los ingresos de cada contribuyente) se eleva un 2%, mientras que el tipo impositivo se mantiene. Si no se hiciera esta operaci¨®n, las subidas salariales -no suponen mejora de poder adquisitivo, pues s¨®lo recogen la inflaci¨®n- pagar¨ªan proporcionalmente m¨¢s IRPF, ya que la tarifa del impuesto es progresiva.

Es decir, el Ejecutivo aumentar¨¢ el tope que determina si los ingresos tributan a un tipo menor o a otro mayor se elevar¨¢n, por lo que, con la misma renta, una mayor cantidad de dinero quedar¨¢ en el tramo que se acoge al tipo menor.

Esta pr¨¢ctica, conocida como deflactaci¨®n de la tarifa, se realiz¨® por ¨²ltima vez en el a?o 2000. A partir de 2001, el Gobierno del Partido Popular renunci¨® a hacerla, argumentando que prefer¨ªa rebajar los impuestos a los ciudadanos. El PSOE se mostr¨® beligerante con esta situaci¨®n e incluso cuantific¨® su impacto en las arcas del Estado. Los t¨¦cnicos socialistas calcularon que Hacienda recaudaba 1.200 millones de euros m¨¢s cada a?o por no tener en cuenta la inflaci¨®n. No obstante, fuentes conocedoras del proyecto aseguran que el coste previsto para el a?o pr¨®ximo ser¨¢ mucho menor, muy inferior a 600 millones.

Programa electoral

Y es que, de momento, el Gobierno s¨®lo va a actualizar la tarifa del IRPF, no las deducciones del impuesto (m¨ªnimos personales y familiar, trabajo, vivienda). Ajustar esas deducciones es lo que tiene verdadero impacto en la recaudaci¨®n del impuesto sobre la renta.

La actualizaci¨®n del IRPF con la inflaci¨®n no figura de forma expl¨ªcita en el programa electoral socialista, aunque s¨ª se hace una reflexi¨®n sobre los efectos de la evoluci¨®n de los precios en el contribuyente. "Se estima que, para las rentas medias, todo el efecto de la supuesta rebaja fiscal de 1999 se evapor¨® en 2002 por el efecto acumulado de la inflaci¨®n", reza el texto. Lo que s¨ª recoge de modo expl¨ªcito es la actualizaci¨®n del m¨ªnimo exento (cantidad que cada contribuyente se descuenta sin someterla a tributaci¨®n) con la inflaci¨®n, algo a lo que se renuncia por el momento.

En la negociaci¨®n con los grupos pol¨ªticos, el Ejecutivo se ha comprometido a dejar estas cuestiones para la reforma fiscal que se abordar¨¢ en la segunda mitad del a?o pr¨®ximo para aplicarla en 2006. Antes no habr¨¢ medidas fiscales aisladas, tampoco respecto a la tributaci¨®n de las rentas del capital, hoy sometidas a la fiscalidad m¨ªnima (15%). ?ste fue otro de los caballos de batalla socialista en la campa?a electoral: que los capitales pagaran como las rentas del trabajo, de forma progresiva.

La actualizaci¨®n del IRPF constituye uno de los compromisos emanados de las negociaciones del Gobierno con Izquierda Verde (IU-ICV), que hab¨ªa insistido especialmente en esta cuesti¨®n como una "medida progresista".