Bush: la banalizaci¨®n del mal
En uno de sus libros m¨¢s conocidos, la fil¨®sofa Hannah Arendt describi¨® el car¨¢cter com¨²n y corriente de un criminal de guerra como Adolf Eichmann como "la banalizaci¨®n del mal". Sin hacer una comparaci¨®n barata entre Eichmann y George W. Bush se pueden establecer analog¨ªas entre aquel car¨¢cter y la personalidad mediocre desde el punto de vista intelectual del actual presidente norteamericano. Este libro de Carlos Fuentes es un permanente recordatorio de una Administraci¨®n estadounidense, que ahora termina, ciegamente provinciana y globalmente perversa.
Casi coincidiendo con el en¨¦simo debate sobre el compromiso del novelista, esta vez en el seno del F¨®rum de Barcelona, aparece el ¨²ltimo ensayo de Carlos Fuentes, un "librito" (seg¨²n su propia calificaci¨®n) que compila los art¨ªculos que el escritor mexicano ha escrito en los cuatro ¨²ltimos a?os sobre la Administraci¨®n republicana. Contra Bush pertenece a la llamada literatura de intervenci¨®n, que tiene aspectos coyunturales (lograr que sus lectores no tengan la m¨¢s m¨ªnima veleidad de volver a votar a Bush) y estructurales (las caracter¨ªsticas centrales de una legislatura marcada por el terrorismo global y el retroceso de las libertades). A la contundente cr¨ªtica a todo lo que significa Bush y la camarilla de extrema derecha instalada en la Casa Blanca, Fuentes a?ade la apuesta por John Kerry como pr¨®ximo presidente y recuerda con nostalgia los dos mandatos de Bill Clinton, el ¨²nico presidente dem¨®crata reelegido desde 1945.
CONTRA BUSH
Carlos Fuentes
Aguilar. Madrid, 2004
200 p¨¢ginas. 15 euros
Lo m¨¢s interesante del texto de Fuentes es precisamente el an¨¢lisis de las caracter¨ªsticas estructurales del mandato de Bush. La primera, la tesis de que el siglo XXI ha comenzado como una prolongaci¨®n lineal y nefasta de un siglo XX que ha sido el m¨¢s violento por coincidir en ¨¦l la mayor revoluci¨®n cient¨ªfica y tecnol¨®gica conocida por la humanidad. En este entorno hay una ¨²nica hiperpotencia (Estados Unidos) que impone sus intereses en todo el planeta a trav¨¦s de un abuso del poder por parte de un presidente de dudosa legitimidad electoral, muy mediocre intelectualmente y rodeado de un grupo neoconservador extremo que, adem¨¢s de una ideolog¨ªa retr¨®grada, representa una malla de intereses econ¨®micos relacionados con el sector de la energ¨ªa; la Administraci¨®n de Bush ser¨ªa la fachada pol¨ªtica e ideol¨®gica de intereses econ¨®micos ligados sobre todo a la industria del petr¨®leo.
Sus dos ide¨®logos m¨¢s nota-
bles son el vicepresidente Cheney y el fiscal general, John Ashcroft. Cheney, ex presidente de la multinacional Halliburton -la m¨¢s beneficiada econ¨®micamente por la reconstrucci¨®n de Irak-, vot¨® como congresista contra el programa de auxilio a la ni?ez, a favor de la legalizaci¨®n de las balas m¨¢s mort¨ªferas, en contra de las sanciones al apartheid de ?frica del Sur, y en contra de la liberaci¨®n de Nelson Mandela. Ashcroft es considerado el pol¨ªtico m¨¢s reaccionario de la naci¨®n (tras Jesse Helm) y se ha manifestado rabioso enemigo del aborto y la homosexualidad, y defensor a ultranza de la pena de muerte.
Hay una l¨ªnea transversal que recorre los art¨ªculos de Fuentes: el terrorismo global. El novelista entiende que el terrorismo tiene su origen no s¨®lo en el fundamentalismo, sino en la miseria econ¨®mica, la opresi¨®n pol¨ªtica y la percepci¨®n distorsionada en parte, pero en parte tambi¨¦n certera, que el d¨¦bil puede tener del fuerte. Se manifiesta as¨ª en contra de la visi¨®n alicorta de quienes entienden que no existe m¨¢s que un tipo de terrorismo al que no hay que buscar explicaciones, porque ¨¦stas devienen en una especie de justificaci¨®n del fen¨®meno. El terrorismo pone en entredicho las legislaciones internas de los pa¨ªses afectados, como muestra el Act Patriot de Estados Unidos que limita las libertades, desv¨ªa los procedimientos legales y otorga al Ejecutivo facultades propias de los poderes legislativo y judicial. Un ejemplo muy notable es la situaci¨®n de los presos de Guant¨¢namo; la base cubana de Guant¨¢namo es considerada para todo parte del territorio de Estados Unidos, salvo en un punto: es territorio extranjero, un limbo jur¨ªdico que no otorga a los prisioneros acceso a los tribunales norteamericanos.
El rechazo al Tribunal Penal Internacional y la guerra preventiva son otros de los ejes de la cr¨ªtica a Bush que declar¨®: "Dios quiere que yo sea presidente". Como Dios no tiene manera de responder a los desprop¨®sitos de Bush con palabras, escribe Fuentes, lo est¨¢ haciendo con actos: Irak. Y lo har¨¢ m¨¢s consecuentemente si pierde las elecciones presidenciales de noviembre.
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