Siniestra constelaci¨®n
"Haz trabajar las mejores mentes y busca soluciones adicionales". Esta orden se la dio el primer ministro israel¨ª, Ariel Sharon, a su ministro de Defensa, Sa¨²l Mofaz. Resulta casi conmovedor a estas alturas que gentes tan bregadas en la guerra hasta cotas ignotas de realismo sin piedad puedan a¨²n caer en frases de tanta candidez. Cre¨ªamos algunos que esa orden a las mejores mentes se hab¨ªa dado hace muchos a?os. Lo cierto es que al final de tanto brainstorming, los cerebros que dise?an pol¨ªtica y estrategia militar en Jerusal¨¦n s¨®lo han demostrado imaginaci¨®n en tareas de demolici¨®n y urbanismo clept¨®mano a base de muros y autopistas segregacionistas que paulatinamente van convirtiendo los territorios ocupados en parcelas. Viables unas, los asentamientos unidos por dichas autopistas, inviables las otras, los bantustanes palestinos incomunicados entre s¨ª en los que hierve la miseria.
A la espera de que Sharon y Mofaz encuentren inteligencias m¨¢s brillantes y preclaras que a¨²n permanecen escondidas, la operaci¨®n militar israel¨ª en Gaza, denominada con crueldad b¨ªblica D¨ªas de penitencia, que ya ha costado la vida a m¨¢s de ochenta palestinos -y no ha hecho m¨¢s que comenzar-, demuestra que siguen echando mano de las mentes habituales. Con los resultados habituales. Cierto es que esta ofensiva en concreto la han provocado las milicias de Ham¨¢s al matar a dos ni?os en la localidad meridional israel¨ª de Sderot con uno de sus cohetes artesanales Kasam. Cierto tambi¨¦n que para llevar a cabo una retirada de Gaza y vencer la resistencia de parte de la oposici¨®n, pero tambi¨¦n de su propio partido, el Likud, Sharon ha de dar al menos la impresi¨®n de que esta decisi¨®n no har¨¢ m¨¢s vulnerable al sur de Israel.
Por eso la operaci¨®n D¨ªas de penitencia, aparte de matar a algunos milicianos de Ham¨¢s -y de paso a muchos m¨¢s civiles-, lo que pretende es poner "m¨¢s tierra por medio" con el mismo modelo aplicado por el propio Sharon en 1971 con la creaci¨®n de la Franja de Gaza, es decir, crear una zona de seguridad, ahora para que no lleguen a territorio israel¨ª estos cohetes bastante chapuzas construidos en herrer¨ªas o talleres de reparaci¨®n de autom¨®viles. Treinta y tres a?os y muchos miles de muertos m¨¢s tarde, las mejores mentes israel¨ªes no parecen encontrar soluciones m¨¢s imaginativas para intentar evitar la muerte de compatriotas que volver al bulldozer en uno de los paisajes de miseria m¨¢s densamente poblados del mundo. No es dif¨ªcil vaticinarle tanto ¨¦xito a esta operaci¨®n como a aqu¨¦lla en sus intenciones proclamadas de aumentar la seguridad de Israel.
Esta operaci¨®n de crueldad gratuita no es sino una nueva prueba de la maldita constelaci¨®n que Sharon y Arafat han logrado crear en Palestina con el inestimable apoyo de un presidente norteamericano que en los ¨²ltimos a?os ha actuado poco menos que como el mozo de los recados del primer ministro israel¨ª. Bush est¨¢ pagando en Irak y en todo Oriente Pr¨®ximo esa sumisi¨®n perruna de la Casa Blanca a Sharon. Fue como poco escandaloso, cuando no aterrador, que en el debate entre los dos rivales en la carrera presidencial norteamericana no se mencionara siquiera el conflicto palestino. Que la llave para la pacificaci¨®n de Oriente Pr¨®ximo no mereciera siquiera un comentario en un debate centrado en Irak y aquella regi¨®n revela no s¨®lo el grado de intimidaci¨®n que es capaz de ejercer en Washington Sharon con su presencia o a trav¨¦s de intermediarios. Tambi¨¦n pone en evidencia la grotesca superficialidad con la que en Estados Unidos creen poder tratar los sentimientos de cientos de millones de musulmanes que est¨¢n divididos respecto a la pol¨ªtica de Washington en Irak pero sufren en unanimidad la herida abierta de Palestina. As¨ª, la siniestra constelaci¨®n palestina se convierte en constelaci¨®n mundial, y mientras no cambie la primera, la segunda nos ha de poner en peligro a todos. De ah¨ª que la penitencia no ser¨¢ de d¨ªas, sino de a?os o d¨¦cadas, y no afecta s¨®lo a los muertos, heridos y desalojados en Gaza en estos d¨ªas y pr¨®ximas semanas, sino a los que habr¨¢ en muchos puntos del globo a no ser que realmente las mejores mentes desalojen a los ide¨®logos y fan¨¢ticos que ya han fracasado.
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