Maestro total

Maestro. Paco de Luc¨ªa es un maestro total, que a estas alturas nadie duda que ha nacido para tocar la guitarra. Es evidente que se halla en su mejor momento, en cuanto a seguridad de pulsaci¨®n, en cuanto a limpieza, a arte. Hay que ver que se pasa m¨¢s de dos horas tocando, y tocando de una manera sin parang¨®n posible, sin equivalentes visibles ni de lejos.

En el concierto inaugural del Festival de Jazz de Madrid, dio un verdadero curso con su nuevo disco, Cositas buenas, aunque los cuatro temas que interpreta del mismo no suman la mitad del concierto, al que a?ade otros t¨ªtulos de diversa procedencia. As¨ª articula un concierto sumamente interesante, en el que predominan los ritmos r¨¢pidos, todos realizados con sentido y coherencia admirables.

Son temas largos, de ir y volver sobre un motivo que se convierte en eje central del mismo. Ah¨ª el De Luc¨ªa insiste una y otra vez en distintas tonalidades, remacha literalmente un tema hasta d¨¢rnoslo desde todas las perspectivas posibles. Nunca toca por tocar, sino que todo lo que hace tiene un sentido, una raz¨®n profunda.

Su m¨²sica es densa casi siempre, aunque parezca ligera por el estilo que emplee en ella, sean buler¨ªas, tangos, alegr¨ªas, rumba. Pero es densa, nos est¨¢ diciendo constantemente cosas que lastiman, que duelen. Es una m¨²sica que invita a pensar, a reflexionar, aunque a veces la velocidad a que se hace nos lleve a un estado de exaltaci¨®n radical, a un paroxismo tenso y din¨¢mico, acorde con la m¨²sica que escuchamos.

Todo lo que hizo Paco de Luc¨ªa en este concierto fue memorable. Personalmente Zyriac me parece insuperable, con su treno siguiriyero que los tres cantaores hacen de manera maravillosa. Pero es que el grupo entero se vuelca en un dram¨¢tico y genial relato en que se halla el Reniego de Tom¨¢s Pav¨®n, cumbre de las siguiriyas de todos los tiempos, que Montse Cort¨¦s hace formidablemente.

A Paco de Luc¨ªa le gusta el cante gitano; gitanos son los tres cantaores que le acompa?an en esta gira, los tres tienen ese rajo y esa forma de cantar gitano que les define. Lo hab¨ªan demostrado igualmente en Cositas buenas, un largu¨ªsimo cante por tangos en que los cantaores tuvieron asimismo amplio espacio para manifestarse, y lo hicieron magn¨ªficamente.

Volar, La Barrosa, Palenque, Mi ni?o Curro y, sobre todo, Entre dos aguas, fueron otros t¨ªtulos de un concierto ejemplar con cada tema marcado por el oportunismo y la genialidad. Todo el grupo cumpli¨® admirablemente. Antonio Serrano, con la arm¨®nica, dio verdaderos recitales, incorporando el instrumento al flamenco. No menos eficaz estuvo Alain P¨¦rez con el bajo, al que supo arrancar sonidos de una belleza absoluta. Ni?o Josele, con la segunda guitarra, no defraud¨® en sus espacios, y Pira?a fue el campe¨®n de siempre con el caj¨®n, un verdadero monstruo.