Domingo de sol y museos
Cientos de personas aguantaron ayer largas colas para visitar las exposiciones del Thyssen y el Prado
Un domingo de octubre con buen tiempo, temperatura agradable y un sol que luce durante toda la ma?ana invita a salir a la calle, a pasear y a aprovechar, por ejemplo, para visitar un museo, porque, adem¨¢s, es el d¨ªa de entrada gratuita. Eso debieron de pensar las cientos de personas que hac¨ªan cola ayer para contemplar las exposiciones del Thyssen-Bornemisza o del Prado, en pleno centro.
A eso de las 12.30, la cola sal¨ªa del recinto del Thyssen, alcanzaba el paseo del Prado y daba la vuelta en la calle de Zorrilla. All¨ª, en el ¨²ltimo puesto, Concha Moreno, bilba¨ªna de visita en la capital, explicaba que no quer¨ªa perderse la exposici¨®n Paul Gauguin y los or¨ªgenes del simbolismo. Y se mostraba optimista ante la espera que le quedaba por delante. "Parece que esto avanza bastante r¨¢pido", comentaba junto a su compa?era de museo, Maider Arranz, tambi¨¦n de visita en Madrid, procedente de Manchester (Reino Unido).
Poco a poco, la hilera avanzaba; unos 20 minutos separaban a los ¨²ltimos de la fila de la entrada del museo. Y, en el medio, parejas j¨®venes, de mediana edad, se?oras arregladas de domingo, junto a j¨®venes engominados y otros melenudos de peinado alborotado. Tambi¨¦n familias enteras. Como Ana, sus dos hijas peque?as (de cinco a?os y apenas tres meses) y su hermana Montse. Madrile?as, tambi¨¦n estaban muy interesadas en ver la exposici¨®n de Gauguin, y ten¨ªan que aprovechar su d¨ªa libre, por lo que no les quedaba otro remedio que esperar la cola.
Armarse de paciencia
Muchos de los pacientes componentes de la fila eran turistas que permanecen en Madrid s¨®lo unos d¨ªas, as¨ª que tampoco les quedaba otra que armarse de paciencia. Margareth Wilson, nacida en Nueva York (EE UU), lo hac¨ªa sentada en un banco del patio del museo junto a sus dos hijas, de seis y siete a?os, mientras su marido se encargaba de guardar el sitio en la cola. La familia lleva ya dos a?os viviendo en Madrid, pero la visita de unos amigos de Londres hac¨ªa inevitable la cita de ayer con las exposiciones del Thyssen.
La muestra Gauguin y los or¨ªgenes del simbolismo permanecer¨¢ abierta hasta el pr¨®ximo 9 de enero (parte de la serie en el propio Museo Thyssen y el resto en la sede de la Fundaci¨®n Caja Madrid, donde se muestra la influencia del pintor en los artistas sintetistas de la Escuela de Pont-Aven).
Los turistas de fin de semana en multitud de ocasiones se organizan el s¨¢bado para visitar el Museo del Prado y el domingo el Thyssen. O viceversa, como hizo el londinense Jonh Guy que, sin propon¨¦rselo, acert¨® la combinaci¨®n. As¨ª, a mediod¨ªa del domingo Guy ya hab¨ªa visto el Museo del Prado sin necesidad de sufrir grandes colas. Domenicos Theotocopoulos, El Greco, y Francisco de Goya eran los nombres que ven¨ªa buscando, y no le defraudaron.
"Ha venido mucha gente, m¨¢s que otros fines de semana, pero no se han formado colas. Eso vendr¨¢ cuando se inaugure la exposici¨®n de los retratistas espa?oles, el d¨ªa 20 [de octubre]", comentaba un guardia de seguridad en la puerta de la principal pinacoteca.
En el lateral del museo, por el paseo del Prado de camino hacia Atocha, los paseantes se mezclaban con los vendedores de sus propios cuadros, pintores aficionados, m¨²sicos o turistas que se paraban a descansar en un banco o se fotografiaban junto a la estatua de Vel¨¢zquez. Vendedores de todo tipo completaban el paisaje junto a repartidores de propaganda: publicidad de hasta nueve restaurantes ca¨ªan en las manos del paseante en apenas unos metros de recorrido.
El Prado ultima, en efecto, una gran muestra: del 20 de octubre al 6 de febrero de 2005 se podr¨¢ contemplar El retrato espa?ol. De El Greco a Picasso, con 84 obras, algunas nunca expuestas en Espa?a. En ella se aborda el retrato espa?ol desde sus or¨ªgenes hasta las vanguardias del siglo XX.
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