Como la vida misma

Durante la primera hora larga de su metraje, Crimen ferpecto luce esplendorosas las mejores se?as de identidad del cine de su creador, ?lex de la Iglesia: una mirada mordaz a la vida com¨²n, un vitri¨®lico an¨¢lisis de la cortedad de miras de un empleado de grandes almacenes (un Guillermo Toledo en el mejor papel que hasta ahora haya realizado en cine: ¨¦l es la pel¨ªcula, su tono autopar¨®dico, siempre controlado, catapulta a su personaje hacia el reconocimiento del respetable... lo que es mucho lograr, trat¨¢ndose de un imb¨¦cil machista y tarambana), la vida cotidiana en uno de esos espacios en los que pasamos tantas horas de nuestra vida, sin pararnos a pensar lo que aqu¨ª se nos propone que veamos.

En ese largo segmento, Crimen... acumula bofetadas y carcajadas para dar y regalar, en un implacable crescendo dram¨¢tico-festivo que tiene su culminaci¨®n en la tormentosa relaci¨®n que establecen el bello (es un decir) Toledo y la fea Cervera, algo as¨ª como una revisitaci¨®n del mito de la Bella y la Bestia, sin que se tenga muy claro qui¨¦n es qui¨¦n.

Algo empieza a fallar, no obstante, cuando queda clara la estrategia que Toledo persigue: una venganza horripilante, no ya contra quien le amargaba primeramente la vida (Varela), sino contra quien lo hace luego, la absorbente, terrible Cervera, una verdadera mantis religiosa sin medida en su aspiraci¨®n a la felicidad a cualquier coste. Y ese fallo es tanto t¨¦cnico (un gui¨®n que s¨²bitamente se descompensa, con incidencias que dejan de tener inter¨¦s) como, si se puede decir as¨ª, ideol¨®gico, entendiendo por tal la concepci¨®n que De la Iglesia y su guionista, Jorge Guerricaecheverr¨ªa, tienen de la comedia.

Puestos a elegir entre limar el efecto de los gags y redondear la acci¨®n, aunque est¨¦ pre?ada de situaciones l¨ªmite (lo que ocurr¨ªa en La comunidad o en El d¨ªa de la bestia, a¨²n las dos mejores obras del d¨²o) o iniciar una carrera hacia delante en busca de lo m¨¢s dif¨ªcil todav¨ªa, ambos eligen esta segunda f¨®rmula, y trufan las acciones de un componente cada vez m¨¢s desorbitado: esa cabeza parlante, una importaci¨®n de la peor comedia gore, es s¨®lo el elemento m¨¢s visible, y repetido, que ilustra esta estrategia. El resultado es una pel¨ªcula descompensada, llena de momentos de gozoso, hiriente regocijo, pero tambi¨¦n con ca¨ªdas del inter¨¦s... una pena para un filme que, con todo, est¨¢ lejos de la comedia al uso, de la adhesi¨®n primaria, de la compensaci¨®n f¨¢cil.