El 26% de los alumnos no logra acabar la ense?anza obligatoria
Asturias, Pa¨ªs Vasco y Navarra obtienen los mejores resultados frente a Canarias y Extremadura
Finalizado el desarrollo de la educaci¨®n secundaria obligatoria (ESO) como ¨²nico sistema educativo de los 12 a los 16 a?os, el fracaso escolar no ha disminuido. Los chicos que abandonan las aulas sin conseguir el t¨ªtulo oficial rondan el 26% (la media europeo es del 20%), seg¨²n un estudio presentado ayer. El fracaso escolar sube hasta un 32% en Canarias y baja casi al 14% en Asturias. Entre una y otra comunidad discurren todas las dem¨¢s con resultados dispares que responden a la inversi¨®n p¨²blica en educaci¨®n, a la renta per c¨¢pita y la cultura de las familias o al gasto por alumno.
Hay tres pilares fundamentales que determinan el ¨¦xito o el fracaso escolar de un alumno: ¨¦l mismo, su familia y la escuela. "Si fallan todos no hay nada que hacer, pero con que funcione s¨®lo uno de ellos es posible que el alumno salga adelante". El que fuera secretario de Estado de Educaci¨®n y padre de la LOGSE, ?lvaro Marchesi, present¨® ayer un libro titulado Qu¨¦ ser¨¢ de nosotros, los malos alumnos (Alianza) y ofreci¨® algunos datos que pueden ayudar a entender las causas del pertinaz fracaso escolar en Espa?a, al menos en lo que respecta a la red p¨²blica.
El gasto por alumno (sin contar la universidad) es en cada comunidad tan distinto que en algunas es el doble que en otras. En el Pa¨ªs Vasco, donde se dedica a este cap¨ªtulo la cifra mayor, se invierten 4.440 euros por alumno, mientras que en Madrid o en Andaluc¨ªa no llega a los 2.300 euros (ver gr¨¢fico). La media del gasto es de 2.989 euros. Arag¨®n, Cantabria y Extremadura rondan esa cifra, pero hay siete comunidades que no la alcanzan. Otras seis la superan con claridad.
El Pa¨ªs Vasco tiene el mayor gasto por alumno y el porcentaje m¨¢s alto en inversi¨®n educativa no universitaria; su poblaci¨®n goza de una renta per c¨¢pita y unos niveles de estudios posobligatorios elevados. No es de extra?ar, entonces, que su fracaso escolar sea el segundo m¨¢s bajo (17,5%).
Un ejemplo contrario ser¨ªa Castilla- La Mancha, que acredita un alto fracaso escolar: su inversi¨®n en educaci¨®n no universitaria es la m¨¢s baja, su gasto por alumno no supera la media y, por ¨²ltimo, la renta per c¨¢pita y los estudios posobligatorios de su poblaci¨®n adulta est¨¢n por debajo de la media espa?ola.
?Qu¨¦ pasa con comunidades como Canarias? Canarias invierte en educaci¨®n no universitaria un 22,32% de su presupuesto, uno de los m¨¢s altos, y su gasto por alumno es elevado, sin embargo su fracaso escolar es el mayor de todos. Cabe se?alar que la renta per c¨¢pita y los estudios posobligatorios de su poblaci¨®n est¨¢n por debajo de la media.
En Extremadura el fracaso escolar alcanza el 33%, aunque su gasto por alumno no es el peor de todos. Su inversi¨®n educativa, sin embargo, no es de las m¨¢s boyantes y desde luego no lo son el nivel cultural ni la econom¨ªa de su poblaci¨®n.
Hay, por ¨²ltimo, otro ejemplo a tener en cuenta: Madrid; tiene la renta per c¨¢pita m¨¢s alta de todas las comunidades y lo mismo puede decirse del nivel de estudios de la poblaci¨®n adulta; tampoco su inversi¨®n educativa es la peor y su fracaso escolar est¨¢ por debajo de la media. Sin embargo, su gasto por alumno es el m¨¢s bajo de todos.
Para completar los posibles factores que pueden incidir en los dispares resultados, habr¨ªa que tener en cuenta, seg¨²n el autor de la investigaci¨®n, la poblaci¨®n con necesidades educativas especiales que soportan las escuelas o cu¨¢ntos alumnos alivian el peso de la inversi¨®n p¨²blica al estudiar en la privada. En Ceuta y Melilla, en donde quiz¨¢ influye alguno de estos factores, tienen un fracaso escolar cercano al 50%.
Otra perspectiva es la de g¨¦nero: con datos de 2003, a los 15 a?os el 70% de las chicas llevaban sus estudios al d¨ªa, mientras que s¨®lo un 56% de los alumnos lleg¨® a esa edad sin problemas acad¨¦micos. Y ambos estudian en las mismas escuelas, con los mismos recursos y viven en las mismas casas. Los resultados de los alumnos sufren un gran baj¨®n de 13 a 14 y de 14 a 15 a?os. A ellas les pasa lo mismo, pero menos acusado.
?lvaro Marchesi, que ha dedicado su libro a analizar las causas y los factores que influyen en el abandono escolar, destac¨® ayer la necesidad de proporcionar a "nuestros malos" alumnos bienestar en las escuelas para que no acaben distanci¨¢ndose de ella. Para eso, dijo, "la administraci¨®n educativa ha de cuidar tambi¨¦n del bienestar de los docentes". Y, por supuesto, pidi¨® la implicaci¨®n de los padres, "para llegar entre todos a un encuentro". El objetivo, dijo "es que el fracaso escolar se sit¨²e en el 15% en los pr¨®ximos 8 a?os, a raz¨®n de un punto por a?o", algo que no ocurre ahora: s¨®lo ha bajado un 0,2% de 2000 a 2001.
"El fracaso escolar no se explica s¨®lo por el gasto p¨²blico, tambi¨¦n influye el nivel cultural de la familia. Esa historia educativa tambi¨¦n cuenta, y eso no se puede medir en 25 a?os, habr¨ªa que echar la vista 100 a?os atr¨¢s".
Marchesi abog¨® tambi¨¦n porque los recursos se distribuyan en funci¨®n del contexto social en el que est¨¢n ubicados los colegios, p¨²blicos o concertados.
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