El campe¨®n aparca para siempre

Hubo emoci¨®n, pero fue muy controlada. El adi¨®s de Carlos Sainz (Madrid, 12 de abril de 1952) se produjo ayer en el circuito de karts de su propiedad en Las Rozas (Madrid) con la misma exquisita profesionalidad con que dirigi¨® toda su carrera. Pero el doble campe¨®n mundial de rallies (1990 y 1992) dej¨® que por una vez sus sentimientos pasaran por delante de todo lo dem¨¢s. "Mi hija", confes¨® en el ¨²nico momento en que sus ojos adquirieron un tono cristalino, "me ha dicho hoy que todav¨ªa no sab¨ªa ir en bicicleta... y tiene seis a?os. Imag¨ªnense".

Con 42 a?os y tras 16 corriendo en el Campeonato del Mundo de rallies, Sainz reclama tiempo para su familia. Y no encuentra otra salida que abandonar su profesi¨®n, porque entiende que la exigencia es cada vez mayor y que las nuevas normas dictadas por la Federaci¨®n Internacional (FIA) no le han dejado otra alternativa. La FIA ha aumentado en dos carreras el calendario de 2005 y lo ha dejado en 16, mientras que la mayor¨ªa de los pilotos quer¨ªan reducirlo a 13.

"Quiero tiempo para mi familia. Mi hija no sabe montar en bicicleta y tiene seis a?os. ?Imag¨ªnense!"

"Entre carreras y d¨ªas de preparaci¨®n, no queda tiempo para nada m¨¢s", esgrimi¨® Sainz, que renuncia a una oferta de Citro?n para seguir compitiendo el pr¨®ximo a?o. "Y ahora quiero dar un cambio a mi vida. Mi familia me reclama", a?adi¨®, dirigiendo una mirada a su esposa, Reyes, tambi¨¦n presente en el d¨ªa de su adi¨®s.

No fue una decisi¨®n f¨¢cil para un campe¨®n de su calibre. A pesar de ser el piloto que m¨¢s carreras ha ganado en el Mundial, 26 en total; de haber competido en 193 rallies; de poseer dos t¨ªtulos mundiales, cuatro subcampeonatos y cinco terceros puestos, Sainz a¨²n disfruta con las carreras. "Me cuesta dejarlo, porque estoy en el mejor equipo [Citro?n] y sigo queriendo todo esto". Le quedan a¨²n dos carreras por disputar esta temporada, los rallies de Catalu?a y de Australia, y lucha todav¨ªa por el subcampeonato tras haber ganado en Argentina y haber subido siete veces al podio.

La imagen de Sainz siempre estuvo ligada al deporte. Ten¨ªa 16 a?os cuando se proclam¨® campe¨®n de Espa?a de squash. Y toda su vida ha estado practicando el f¨²tbol, el tenis, el motocross, el esqu¨ª o el golf. Incluso ayer, tras su conferencia de prensa, se reuni¨® con su amigo Severiano Ballesteros en un campo de golf para que le ayudara a corregir su empu?adura con el driver.

Sin embargo, m¨¢s que los grandes momentos, m¨¢s que aquellos dos t¨ªtulos mundiales que consigui¨® con Toyota en los primeros a?os de su carrera profesional, la retina de todos los aficionados guardar¨¢ los momentos m¨¢s tr¨¢gicos. Aquellas im¨¢genes de desespero, con Sainz y, sobre todo, su copiloto, Luis Moya, pegando patadas al coche y lanzando algunas frases que ya han entrado en la historia: "?Arr¨¢ncalo, Carlos! ?Arranca, por Dios!" o aquel "?La cagamos, Luis!".

La primera fue la m¨¢s coreada, porque se produjo cuando Sainz y Moya estaban a 500 metros de concluir el ¨²ltimo tramo del Rally de Gran Breta?a, que deb¨ªa coronarles por tercera vez como campeones mundiales. El motor se les par¨®. Y no hubo manera de ponerlo en marcha. "Fue el peor momento de mi carrera, todos lo saben", dijo ayer. La segunda se produjo tambi¨¦n en Gran Breta?a, en 1994, con el t¨ªtulo en juego: sufrieron una salida de pista al inicio de la ¨²ltima jornada.

Sin embargo, el largo c¨²mulo de sinsabores y de desgracias, que acababan adquiriendo ya tonos incluso de cierta comicidad, no fueron m¨¢s que meras an¨¦cdotas en el contexto de la carrera de Sainz. Durante los ¨²ltimos 15 a?os el piloto madrile?o ha sido el ¨²nico referente espa?ol en el Mundial de rallies. "Carlos es una persona que siempre madura mucho sus decisiones. No habr¨¢ vuelta atr¨¢s", indic¨® Moya, de quien se separ¨® en 2002. "Ha dado mucho al automovilismo mundial y espa?ol y le deseo lo mejor". Sainz se va. Puede que le veamos en alg¨²n Dakar o en circuitos de velocidad. Pero su adi¨®s deja un vac¨ªo que, por el momento, es imposible llenar.