Una saga generosa
Un matrimonio sevillano adopt¨® cuatro ni?os, dos de ellos con discapacidades
El d¨ªa que Carmen C. G. y Jos¨¦ A. M. conocieron a sus dos hijos mayores fue tambi¨¦n el d¨ªa que los dos ni?os pasearon por la calle por primera vez. Fue la primera vez de muchas cosas. "Nos llevaron a un bar y nos preguntaron que quer¨ªamos tomar, era la primera vez que alguien me preguntaba eso", recuerda el mayor. Su hermano, un renacuajo con una ligera deficiencia ps¨ªquica, se echaba el az¨²car al gaznate emocionado. Lo subieron a un tiovivo y pidi¨® una y mil vueltas.
Ambos hermanos, residentes en un orfanato hasta donde les da la memoria, no respond¨ªan exactamente al perfil del menor que deseaban Carmen y Jos¨¦. "Fuimos pensando en un ni?o peque?o, pero nos enteramos de que hab¨ªa muchos mayores y nos hablaron de dos hermanos", revive el padre. Los conocieron durante ese paseo que evocan todos ahora, pasados m¨¢s de 20 a?os, entre risas.
"No ha sido dif¨ªcil aceptar las limitaciones de mis hijos", expone la madre
Despu¨¦s de dejar a los ni?os en el orfanato, el matrimonio se decidi¨® en el hotel: "Empezamos a darle vueltas, pero pensamos que si estaban ah¨ª era porque estaban puestos para nosotros". La pareja, mormona, concede un papel esencial a la familia.
El mayor de los ni?os que hab¨ªa paseado con ellos no se hac¨ªa ilusiones. Era la cuarta pareja que conoc¨ªa y que le preguntaba "si quer¨ªa unos padres". Siempre dec¨ªa que s¨ª, aunque varios desenga?os hab¨ªan enfriado sus expectativas (lleg¨® a escuchar que no le adoptaban por su hermano peque?o). Sin embargo, cuando aquella pareja, la cuarta que conoc¨ªa, volvi¨® a visitarles por segunda vez supo que "iban en serio". Fue la primera vez que le regalaron algo, un reloj nuevo que estren¨® y que su madre conserva a¨²n hoy. "Hasta entonces todos los juguetes eran donativos, al principio no te das cuenta, pero luego ve¨ªas que siempre les faltaba algo, la cabeza, una pierna.. las monjas nos dec¨ªan que ven¨ªan de la guerra y nos lo cre¨ªamos", recuerda.
As¨ª se gest¨® el principio de la familia numerosa de Carmen y Jos¨¦. Despu¨¦s de un largu¨ªsimo viaje en coche repleto de mareos, los dos hermanos llegaron a su hogar hace m¨¢s de 20 a?os. Descubrieron que en el mundo exist¨ªan enchufes, interruptores, frigor¨ªficos, cocinas, ba?os con puertas que daban intimidad, cubiertos de metal y postres que se com¨ªan a diario y no s¨®lo los domingos. El menor, con anemia y trastornos de conducta, aprendi¨® a ser aut¨®nomo. "No sab¨ªa vestirse ni atarse los zapatos, se hac¨ªa pis", relata su madre. Ahora reside en un centro de psicodeficientes, trabaja de jardinero y pasa temporadas de vacaciones en su casa. Su hermano mayor se ha casado, tiene una hija y quiere adoptar a un peque?o.
"No ha sido dif¨ªcil aceptar las limitaciones de mis hijos, como nosotros sab¨ªamos los problemas que ten¨ªan lo hemos aceptado desde el principio", expone Carmen con naturalidad. Porque la saga no concluy¨® con los dos peque?os que conocieron en un orfanato andaluz hace m¨¢s de 20 a?os. "Una noche vimos un programa sobre adopci¨®n, nos miramos y los dos est¨¢bamos pensando lo mismo", relata ¨¦l. Hab¨ªan pasado 15 a?os desde la primera adopci¨®n. "?bamos otra vez por un ni?o chiquitito y nos pas¨® exactamente igual, nos hablaron de dos hermanos", recuerda Carmen.
"Llev¨¢bamos tres a?os cambiando de centro cuando conoc¨ª a mis padres", narra el m¨¢s joven de la familia, que acude al programa de garant¨ªa social de la ONCE (tiene una deficiencia visual del 91%) y sue?a con triunfar como cantante. ?l y su hermana ten¨ªan 7 y 8 a?os cuando conocieron a Carmen y Jos¨¦. A diferencia de sus hermanos mayores tienen recuerdos n¨ªtidos de su vida anterior y, hace poco m¨¢s de tres a?os, se reencontraron con su madre y algunos hermanos biol¨®gicos. "Ellos siempre han tenido libertad para hacer lo que quisieran en ese terreno", aclara Jos¨¦. Pero el reencuentro con los allegados biol¨®gicos no les despert¨® entusiasmo. "Siempre me he preguntado qu¨¦ hubiera sido de nosotros sin mis padres adoptivos", se?ala el joven.
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