A c¨¢mara lenta
Abanderado por adeptos tan ilustres como Sting o Woody Harrelson, el sexo t¨¢ntrico se ha convertido en la ¨²ltima moda. Relaciones m¨¢s profundas y satisfactorias, y el uso de t¨¦cnicas para retrasar la eyaculaci¨®n son las caracter¨ªsticas de esta ancestral disciplina oriental. "Estamos viviendo un auge en el aprendizaje de m¨¦todos t¨¢ntricos para prolongar el coito y conseguir que la mujer tenga varios orgasmos", se?ala el terapeuta sexual Juli¨¢n Fern¨¢ndez de Quero, presidente de la Sociedad Sexol¨®gica de Madrid. "En una cultura como la nuestra, que considera que el var¨®n es el art¨ªfice del placer femenino, esto satisface mucho al orgullo masculino, si bien la filosof¨ªa del tantrismo es bastante m¨¢s profunda", a?ade.
Los primeros textos -los Tantras- aparecen en la India en torno al siglo IV despu¨¦s de Cristo, aunque probablemente buena parte de sus principios procedan de ¨¦pocas anteriores. Seg¨²n la tradici¨®n, no fueron escritos por el hombre, sino revelados por el dios Shiva. En ellos se recoge un extenso cuerpo filos¨®fico en el que la relaci¨®n sexual se contempla como un medio para expandir la conciencia y lograr un conocimiento intuitivo de lo real.
El ritual er¨®tico. Se consideran propicios para el rito de la uni¨®n -o Maithuna Sadhana- el quinto y el octavo d¨ªa tras el fin del ciclo menstrual, y el periodo comprendido entre la medianoche y las dos de la madrugada. El lugar debe estar iluminado por velas o fuego, aromatizado con incienso y con m¨²sica suave. Tambi¨¦n habr¨¢ fruta fresca, dulces y bebida. El Maithuna comienza con una ducha -preferentemente con agua fr¨ªa-, un masaje mutuo y unos breves estiramientos. A continuaci¨®n, la mujer se sienta a la derecha del hombre. Empezando por el lado derecho, el hombre recorrer¨¢ lentamente con sus manos el cuerpo de la mujer, empezando por los pies y terminando por la coronilla, y despu¨¦s, a la inversa por el lado izquierdo. Cuando termine, ser¨¢ la mujer quien, desplaz¨¢ndose a la izquierda del hombre, inicie el acto sexual. Los Tantras recomiendan ir variando las posturas y dan preferencia a las sentadas, ya que facilitan un contacto ¨ªntimo m¨¢s duradero. Cuando el hombre eyacule, ha de hacerlo de forma voluntaria y mantener el pene dentro de la vagina durante cierto tiempo.
La retenci¨®n. El control de la eyaculaci¨®n a trav¨¦s de la estabilizaci¨®n de la respiraci¨®n y el pensamiento constituye una de las t¨¦cnicas m¨¢s importantes del tantrismo. "Est¨¢ en el polo opuesto de la cultura sexual occidental, que a¨²n hoy contempla el sexo como algo fren¨¦tico y arrebatado", afirma el terapeuta. Para el Tantra, la relaci¨®n ser¨¢ m¨¢s profunda y satisfactoria cuanto m¨¢s tiempo se logre mantener la excitaci¨®n sin llegar al orgasmo. La respiraci¨®n es r¨ªtmica y objeto de atenci¨®n consciente. Los yantras (formas visuales en las que fijar la mente) y mantras (secuencias de sonidos que se repiten mentalmente) ayudan a estabilizar el pensamiento. De alguna manera, se parte de la premisa de que pensar en el orgasmo conduce a ¨¦l.
La eucarist¨ªa t¨¢ntrica
El Tantra recomienda que en el lugar donde se practique el sexo haya alimentos, pues compartirlos durante el rito er¨®tico, adem¨¢s de resultar estimulante, tiene un significado simb¨®lico que alcanza su m¨¢xima expresi¨®n en el rito de los cinco esenciales, o eucarist¨ªa t¨¢ntrica, uno de los ritos m¨¢s conocidos, pero tambi¨¦n m¨¢s malinterpretados. Los cinco esenciales son los cereales, la carne, el pescado, el vino y la uni¨®n sexual. Los tres primeros evocan, seg¨²n el simbolismo que les confiere el tantrismo m¨¢s trascendental, los reinos vegetal, animal y acu¨¢tico. El vino y el sexo se relacionan con lo sensorial y lo espiritual. Compartirlos es una forma de reconocer ritualmente la realidad f¨ªsica y humana.
Para saber m¨¢s: 'Tantra: la v¨ªa secreta del amor y la er¨®tica m¨ªstica', de Ramiro Calle. Editorial Sirio, 2000.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.