"?Este mundo nos vais a dejar?"

Andrea se subi¨® al estrado y dijo sencillamente: "Te echo de menos, todas las noches, esa sonrisa, esos ojos, esa boca, esa forma de hablar... No ten¨ªas que haberlo hecho, Jokin, pero entiendo por qu¨¦ lo hiciste. Todas las noches me acuesto pensando en ti, pregunt¨¢ndome por qu¨¦ no te pude ayudar. Pero ya no hay vuelta atr¨¢s. S¨®lo espero que est¨¦s bien all¨¢ donde est¨¦s". Un chaval cogi¨® el micr¨®fono y le pregunt¨® a la multitud reunida ayer en Hondarribia (Guip¨²zcoa) para honrar la memoria de Jokin, el chaval de 14 a?os que el pasado 21 de septiembre se quit¨® la vida despu¨¦s de soportar durante meses el acoso de sus compa?eros de clase: "Odio, violencia, corrupci¨®n, guerra... ?Es este el mundo que nos vais a dejar? Los j¨®venes queremos hacer un llamamiento a la sociedad para recordarle que tiene una asignatura pendiente con nosotros. El d¨ªa de ma?ana queremos ser mujeres y hombres de bien, queremos ser tolerantes, queremos respetarnos. Jokin, t¨² dijiste: libre, oh, libre. Mis ojos seguir¨¢n, aunque paren mis pies. Nosotros te hemos entendido. T¨² nos has dado la pista. El d¨ªa que consigamos esos valores conseguiremos ser libres al igual que t¨²".

Para entonces, el sol ya se hab¨ªa marchado, pero los mayores segu¨ªan con las gafas oscuras puestas. Los m¨¢s j¨®venes, en cambio, lloraban sin tapujos. Mila y Jos¨¦ Ignacio, los padres de Jokin, de pie a duras penas, recibieron por fin ayer, despu¨¦s de un mes de silencio, el abrazo de todos sus vecinos. Xabier, el ¨²nico hermano del joven muerto, abri¨® la marcha sosteniendo una pancarta que dec¨ªa en euskera: "Para que no vuelva a suceder". Detr¨¢s de ¨¦l, cientos de ni?os y j¨®venes con carteles y pegatinas verdes y amarillas que rezaban: "Nik, J. (Yo, Jokin)". A continuaci¨®n, miles de vecinos y entre ellos, casi perdidos entre tanta gente, una representaci¨®n de pol¨ªticos. La consejera de Educaci¨®n, ?ngeles Iztueta, a la que la familia agradeci¨® su apoyo constante; el defensor del Pueblo Vasco, I?igo Lamarca... El pueblo se volc¨® de tal forma que un solo polic¨ªa municipal se las bast¨® para conducir la manifestaci¨®n de principio a fin. Muchos bares cerraron para sumarse al silencio por Jokin.

Detr¨¢s de los chavales, un portavoz de la familia se subi¨® al estrado y dijo: "El precio que hemos pagado ha sido infinito. Hace ya m¨¢s de un mes que Jokin se fue, pero el tiempo se subleva. El recuerdo se instala en nosotros de manera permanente y surgen preguntas que necesitan ser contestadas. En estos momentos que vivimos la familia todo adquiere una especial relevancia: el tiempo, los gestos, las palabras, los silencios... No queremos hablar de los silencios culpables ni de las palabras despreciables que quieren equiparar a la v¨ªctima con los verdugos... Ni de esos t¨¦rminos que esconden la realidad, difuminan la tragedia y eluden llamar a las cosas por su nombre: acoso, tortura, persecuci¨®n. Queremos hablar de este silencio bendito y doloroso. El silencio que ha dejado Jokin. Vi¨¦ndoos a todos aqu¨ª pienso que estamos convirti¨¦ndolo en un silencio fecundo".

La familia de Jokin est¨¢ convencida de que el tr¨¢gico final se pod¨ªa haber evitado. Miguel ?ngel, uno de sus t¨ªos, dijo ayer: "No tenemos duda de que en el instituto sab¨ªan que Jokin estaba siendo acosado". Todos est¨¢n seguros, como dijo Andrea desde el estrado, de que el chaval no se suicid¨®. "Te suicidaron, Jokin, y ahora todas las noches me acuesto pensando en ti".