En defensa del rigor ling¨¹¨ªstico
La Comunidad Valenciana ha solicitado del Gobierno espa?ol la presentaci¨®n, en Europa, de una traducci¨®n valenciana de la Constituci¨®n Europea, aparte de la catalana, a¨²n a sabiendas de que la Generalitat catalana acepta como propia la versi¨®n de Generalitat valenciana.
El Gobierno espa?ol ha aceptado la petici¨®n de la Comunidad Valenciana y ha presentado cinco traducciones en Bruselas: La castellana, la vasca, la gallega, la catalana y la valenciana, siendo las dos ¨²ltimas id¨¦nticas. Si no lo remediamos con sentido com¨²n y rigor ling¨¹¨ªstico, a partir de ahora, en Europa, habr¨ªa siempre cinco idiomas espa?oles, aunque dos de ellos sean el mismo.
El "independentismo" ling¨¹¨ªstico valenciano es una opci¨®n respetable, como todos los independentismos y todas las ideolog¨ªas, pero rompe por causas pol¨ªticas de corto vuelo con una tradici¨®n cient¨ªficamente s¨®lida de unidad de la lengua.
Podemos preguntarnos: ?Qu¨¦ deben hacer ahora las Illes Balears: Declarar el balear lengua independiente? Habr¨ªa que cambiar su Estatuto. Y lo cierto es que el catal¨¢n-balear es tan distinto y tan parecido al catal¨¢n de la Catalunya estricta como el catal¨¢n-valenciano.
?Es el andaluz una lengua distinta al castellano? Entre el castellano de Sevilla y el que hablan por ejemplo los leoneses, los vascos o los c¨¢ntabros hay una diferencia sensiblemente mayor a la que existe entre el catal¨¢n de mis abuelos maternos, que eran de Mon¨®var, y el del presidente Marcelino Iglesias, que es de Bonansa, en la franja catalana-parlante de Arag¨®n.
En realidad, la diferencia sensible es la que existe entre el catal¨¢n occidental o catal¨¢n-valenciano, desde el Pirineo leridano hasta Mon¨®var y Petrer, al sur del Reino de Valencia, y el catal¨¢n oriental, o catal¨¢n-balear, desde Girona hasta las Balears o entre la Catalunya vieja y la nueva.
El presidente Matas de Balears sala los art¨ªculos con la "s" en vez de la "l", igual que hac¨ªan, tiempo ha, los catalanes de la Costa Brava y el Empord¨¤, y el Presidente Iglesias dice xiquet i xiqueta por noi i noia (chico y chica) lo mismo que mi abuela monovera y que el Conseller en Cap, Josep Bargall¨®.
?En qu¨¦ cree el presidente Camps que habl¨¢bamos el presidente Iglesias, el presidente Matas y yo mismo en la reuni¨®n de la Eurorregi¨®n, a la que espero que asista ¨¦l tambi¨¦n alg¨²n d¨ªa? En catal¨¢n, por supuesto. ?En qu¨¦ hablar¨¢ ¨¦l si viene? En el mismo idioma en el que hablamos siempre ¨¦l y yo.
?Cree de veras que va a hacer creer en Europa, durante muchos d¨ªas, que Iglesias, Matas, Camps y Maragall hablan idiomas distintos?
La repoblaci¨®n cristiana tras la reconquista de Jaume I, rey de Arag¨®n y Catalunya, fue dispar entre Valencia y Baleares: la primera se repobl¨® con leridanos, como atestigua la Porta dels lleidatans, la puerta peque?a -o rom¨¢nica- de la catedral de Valencia.
Las Islas se repoblaron con ampurdaneses, hartos de las razzias de los piratas moros instalados en las Balears y con cabeza de puente en las islas Medes, frente a la Costa Brava.
Agarrarse a la letra de un art¨ªculo del Estatut valenciano, que todos votamos en Cortes -socialistas catalanes incluidos- para declarar la secesi¨®n ling¨¹¨ªstica del valenciano respecto del catal¨¢n, es una barbaridad hist¨®rica inadmisible.
No se deber¨ªa dar la impresi¨®n de que la derogaci¨®n del trasvase del Ebro est¨¢ en la base del intento de ruptura de la unidad de la lengua catalano-valenciana.
No deber¨ªa dar la impresi¨®n de que los catalanes han ganado la guerra del agua y que ahora los valencianos se quieren resarcir declarando la guerra de la lengua. Con el agua y con la lengua no se juega.
Me consta que el president Matas intent¨® evitar la guerra del agua sin conseguirlo. Ten¨ªa que aplicar una directriz de gobierno basada en una consigna del siglo XIX: conectar la Espa?a h¨²meda con la Espa?a seca -consigna que hoy, a mi modo de ver, no tiene sentido-. Vamos a enfriar todos estos temas.
Espero que muy pronto podamos hablar de la lengua seriamente y que estemos a tiempo de evitar el rid¨ªculo en Europa.
Voy a pedir al presidente Marcelino Iglesias, al presidente Jaume Matas y al ex presidente del Parlament, Joan Rigol que medien en esta cuesti¨®n.
Vamos a actuar con mucha cautela pero con determinaci¨®n. No vamos a emprender de inmediato acciones judiciales, pero llevaremos la causa del rigor ling¨¹¨ªstico ante las instituciones europeas y la opini¨®n p¨²blica. Si fuera preciso haremos lo procedente para que prevalezca la jurisprudencia que ha venido a reconocer la unidad de la lengua, sin prejuicio de su denominaci¨®n legal.
Lo que debe imponerse, hoy por hoy, es el rigor. El Gobierno deber¨ªa enderezar el absurdo generado, garantizando que este rigor se traduce adecuadamente en el Memorando que desarrolla la petici¨®n espa?ola de que las lenguas oficiales del Estado tengan, tambi¨¦n en la Uni¨®n, el estatuto de lenguas oficiales. Es una ocasi¨®n para que se corrija el error y prevalezca la unidad de la lengua catalano-valenciana tal como establecen todas las instancias de autoridad ling¨¹¨ªstica.
Pido que no se eche le?a al fuego. Echar le?a es f¨¢cil. Apagar el fuego, no. Si el fuego se apaga pronto, la hierba renace a veces con mayor fuerza.
Pasqual Maragall es presidente de la Generalitat de Catalu?a.
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