Gaza mira al futuro sin Arafat
Los palestinos conf¨ªan en que la muerte de su l¨ªder no desate un derramamiento de sangre
Hasta los m¨¢s ac¨¦rrimos enemigos de Yasir Arafat, incluso alguno que le acusa de connivencia con Israel o de ser jud¨ªo, escenificaban ayer en las calles y despachos de Gaza gestos de indudable respeto y tristeza hacia el moribundo l¨ªder palestino. En una jornada laborable en pleno ramad¨¢n, s¨®lo la notoria presencia policial era llamativa para los lugare?os. M¨¢s de una treintena de hombres armados resguardaban la residencia de Arafat y cortaban calles en los alrededores, mientras un veh¨ªculo blindado vigilaba la salida de los estudiantes de la Universidad Isl¨¢mica de Gaza. Patrullas de todoterrenos, agentes con el dedo en el gatillo a bordo, eran frecuentes, por no hablar del abrumador despliegue de uniformados en el edificio en el que se reunieron los representantes de los 13 partidos y grupos palestinos para llegar a un acuerdo que excluya lo m¨¢s temido: la guerra civil.
"El problema es la ocupaci¨®n y no la resistencia", dice el portavoz de Ham¨¢s
En el campo de refugiados de Yabalia -paup¨¦rrimo y polvoriento basti¨®n de la organizaci¨®n fundamentalista Ham¨¢s, donde comenz¨® la primera Intifada el 9 de diciembre de 1987-, nuevos carteles de Arafat, con la c¨²pula de la Mezquita de Omar al fondo, conviven en las paredes con los de Ahmed Yasin y Abdelaziz al Rantisi, l¨ªderes de Ham¨¢s asesinados por el Ej¨¦rcito israel¨ª este a?o. M¨¢s todav¨ªa abundan los de los "m¨¢rtires" de la segunda Intifada, la revuelta iniciada hace cuatro a?os. Es decir, los carteles de aquellos que han muerto bajo los misiles del Ej¨¦rcito israel¨ª o que se suicidaron en atentados terroristas en territorio israel¨ª. "Los m¨¢rtires son el faro de la liberaci¨®n y la victoria", reza una pintada en homenaje a uno de los j¨®venes activistas en el campo de Shati.
Y en ello se afanaban ayer los pol¨ªticos de Gaza y Cisjordania: en encontrar una luz que les gu¨ªe, aunque diferente a la ofrecida por los m¨¢rtires. Preparando a marchas forzadas el relevo del l¨ªder que ha encabezado la causa palestina durante cuatro d¨¦cadas, los dirigentes de los partidos celebran reuni¨®n tras reuni¨®n para evitar a toda costa un estallido de violencia entre fundamentalistas y laicos palestinos, o entre los diversos partidos de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP), que pelean para hacerse con su hueco en un escenario pol¨ªtico plagado de incertidumbre tras el peligroso vac¨ªo dejado por Arafat. No obstante, de momento, hay unanimidad. Todos descartan el enfrentamiento civil.
Raji Surani, director del Centro Palestino para los Derechos Humanos, est¨¢ convencido de que se debe impedir a toda costa un estallido de violencia entre los diferentes grupos palestinos. "No va a haber un conflicto interno, una guerra civil. Se huele en las calles". "Aparentemente", a?ade, "va a haber una transici¨®n de poder suave. Pero un problema, que espero que no se produzca, puede presentarse si EE UU trata de imponer a una marioneta al frente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), que intente crear una rep¨²blica bananera". Surani alude a Mohamed Dahlan, el jefe de la seguridad preventiva en Gaza, que es el dirigente pol¨ªtico preferido por Washington. "Si se convierte en presidente se abrir¨¢ la caja de Pandora", advierte.
Como tantos j¨®venes, Jehad Abu Halib, de 25 a?os, no ha podido todav¨ªa visitar Jerusal¨¦n. Es director de programas de La Voz de los J¨®venes, una emisora fundada en febrero que goza de creciente popularidad, y tambi¨¦n est¨¢ persuadido de que el choque civil est¨¢ descartado. "Puede haber tensi¨®n m¨¢s adelante, pero la gente va a ser responsable en esta etapa tan cr¨ªtica. Todos saben que Israel espera cualquier excusa para asestar nuevos golpes", dice en su despacho. Pero de poner fin al alzamiento contra el Ej¨¦rcito ocupante, nada de nada. "La Intifada debe continuar hasta que se constituya el Estado palestino. La resistencia es lo que ha provocado que Israel se retire de Gaza".
Ham¨¢s y Yihad Isl¨¢mica est¨¢n por la labor de establecer un liderazgo colectivo, un Gobierno de concentraci¨®n, excluyendo en el plazo de 60 d¨ªas la celebraci¨®n de elecciones presidenciales, tal como establece la Ley B¨¢sica Palestina. "No hay condiciones", asegura Mushir al Musri, de 28 a?os, portavoz de Ham¨¢s y profesor de la Universidad Isl¨¢mica de Gaza, cuyo hermano muri¨® hace escasas semanas en la ¨²ltima ofensiva de las Fuerzas Armadas jud¨ªas en Jabalia. Al Musri apunta que "todas las opciones est¨¢n abiertas". Sin embargo, se decanta con nitidez por la calma en este periodo que se adivina pleno de incertidumbre. "Hemos consensuado con los dem¨¢s partidos que debemos estar unidos para impedir que el enemigo obtenga ventaja de nuestra desuni¨®n. No hay duda de que la ausencia de Arafat supone un riesgo, pero tambi¨¦n lo es que se forme un Ejecutivo de un solo partido en estos momentos tan peligrosos".
As¨ª las cosas, ?cuando habr¨¢ elecciones? Aunque la Ley B¨¢sica establece que el presidente del Parlamento, Ruhi Fat¨², debe asumir el poder durante 60 d¨ªas para la preparaci¨®n de los comicios, son escas¨ªsimos los que abogan por esta opci¨®n. Nadie sabe cu¨¢ndo tendr¨¢n lugar, aunque algunos tienen claras sus preferencias. El diputado Ziad Abu Amr, que form¨® parte en 2003 del Gobierno del destituido Mahmud Abbas, Abu Mazen, asegura que "no se pueden celebrar comicios legislativos porque los candidatos no pueden desplazarse para hacer campa?a por los insalvables obst¨¢culos creados por el Ejecutivo de Sharon, pero s¨ª elecciones presidenciales, ya que todos los electores conocer¨ªan a los pocos aspirantes al cargo". Surani esboza otro contratiempo dif¨ªcil de superar. "No habr¨¢ elecciones porque Israel no lo desea. Quiere destruir la legitimidad democr¨¢tica de la ANP", destaca Abu Amr. El joven director de radio tambi¨¦n incide en otro detalle: "Muchos en la ANP tampoco desean las elecciones".
Y si la inmensa mayor¨ªa se muestra convencida de que no explotar¨¢ la violencia entre palestinos, coincide en mayor medida en que la iniciativa para reanudar el proceso de paz est¨¢ en manos de Israel. "No es nuestro turno. No hay una decisi¨®n pol¨ªtica en Israel para terminar con la ocupaci¨®n y permitir la autodeterminaci¨®n", asevera Surani. El portavoz de Ham¨¢s se?ala que "el problema es la ocupaci¨®n y no la resistencia". Y rechaza rotundo que sus activistas dejen de lanzar cohetes Kassam contra territorio israel¨ª. "Los cohetes Kassam son un arma defensiva", indica Al Musri. "Las armas de los israel¨ªes son mucho m¨¢s poderosas. Adem¨¢s, cuando reducimos el nivel de la resistencia, Israel aumenta el nivel de su agresi¨®n. Y por otra parte, en Hebr¨®n o Yenin no se emplean estos cohetes y les matan igual que en Gaza". "Ham¨¢s puede compartir el poder en el futuro. Con Arafat no era posible. Pero si el nuevo l¨ªder les niega influencia, boicotear¨¢ el proceso de paz. Ser¨ªa posible que incluyendo a Ham¨¢s en un liderazgo colectivo se detuviera la violencia, pero Israel no aceptar¨ªa esto, porque adem¨¢s no quiere ning¨²n socio para la paz".
?Y hasta d¨®nde podr¨ªa llegar el nuevo presidente palestino en una eventual negociaci¨®n con Israel? Hay unanimidad: "El presidente que negocie por debajo de lo que rechaz¨® Arafat en las negociaciones de Camp David con el primer ministro laborista Ehud Barak en 2000
[lo relativo a la capitalidad palestina en Jerusal¨¦n y al retorno de los refugiados] ser¨¢ considerado un traidor".
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